"La Filosofía enseña al alumnado a desarrollar un espíritu crítico, algo que no se consigue a través de otras asignaturas. Es el momento de recuperar este valor", apunta Gerardo Rodríguez, portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC). Unas palabras que pronuncia a raíz de la iniciativa llevada a cabo por la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso de los Diputados, que respaldó el pasado miércoles por unanimidad una proposición no de ley por la que insta al Gobierno a restablecer la Filosofía y la Historia de la Filosofía como materias comunes y obligatorias en las enseñanzas de Bachillerato.
El objetivo es revertir la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), propuesta en 2013 por el entonces ministro de Educación, Cultura y Deporte del gobierno popular de Mariano Rajoy, José Ignacio Wert, y aprobada por las Cortes Generales en el mismo ejercicio anual. Esta norma limitó la impartición de la disciplina a un único curso, pasando a ser una materia troncal en primero de Bachillerato. De esta forma, Historia de la Filosofía perdió su carácter obligatorio en segundo curso de Bachillerato, mientras que Ética lo hizo en cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
"Estamos muy contentos con esta iniciativa, pues entendemos que existe confluencia entre todos los grupos políticos y que además hay conciencia de la necesidad de reforzar la Historia de la Filosofía y de la Ética", celebra Rodríguez.
A juicio del docente, la Historia de la Filosofía no solo permite al alumnado preuniversitario desarrollar sus juicios de valor, también contribuye a su formación como ciudadanos y a desarrollar un juicio autónomo, "que al fin y al cabo es lo que se pretende lograr al alcanzar la mayoría de edad".
El hecho de que la materia pueda volver a tener un carácter obligatorio ha despertado el entusiasmo de los docentes. "Que el Parlamento Español se haya pronunciado para que la Filosofía regrese con la mayor celeridad a los planes de estudio tiene una gran relevancia y un enorme impacto para nosotros", sostiene el portavoz de la formación sindical.
Sin embargo, la defensa de la inclusión de la Filosofía en el sistema educativo del Archipiélago fue puesta sobre la mesa desde el pasado año en el Parlamento de Canarias. De hecho, la cámara aprobó también por unanimidad una proposición no de ley que abogaba por el regreso de la materia a los planes de estudio de segundo de Bachillerato.
"Se trata de una cuestión que ha entrado a debate en varios parlamentos autonómicos. Pero creemos que se materializará cuando por fin se derogue la LOMCE, que es por lo que todos luchamos", apostilla Rodríguez.
Esta ley orgánica tampoco cuenta con la aprobación del presidente de la Asociación Canaria de Filosofía Sapere Aude, Pedro Sánchez, que valora de forma muy negativa el precepto "por haber supuesto un retroceso en la enseñanza filosófica, tanto en la ESO como en Bachillerato". Por esta razón, aboga también por la recuperación de la asignatura de Ética en cuarto de la ESO.
Pragmatismo
Por su parte, Óscar Vizcaíno, profesor de la materia y miembro de la asociación que preside Sánchez, estima que la entrada en vigor de la LOMCE, "plantea una enseñanza mucho más pragmática", al concebir a la Filosofía como una asignatura carente de utilidad. "Hemos sufrido las consecuencias de esta decisión en los centros educativos. Lo cierto es que el alumnado ha experimentado una clara pérdida de su carga intelectual", asegura el integrante de la asociación.
Sobre la proposición no de ley presentada en el Parlamento de Canarias el pasado año, los integrantes de asociación lamentan no haber recibido respuestas hasta el momento. "Sabemos que todos los cambios llevan un tiempo, y la Consejería de Educación ha mostrado una buena disposición, pero esperamos que la respuesta no se demore mucho más", protesta Pedro Sánchez.
Conscientes del valor de la doctrina como instrumento necesario en la construcción del razonamiento de los estudiantes, tanto Sánchez como Vizcaíno coinciden al afirmar que "el objetivo de los docentes es formar a personas que generen ideas, en lugar de robots con respuestas automatizadas". Fiel a este criterio, Vizcaíno defiende la necesidad de instruir a los estudiantes en materia de valores y define a la disciplina como "una enseñanza central", que además está presente en "cualquier sistema educativo europeo".
Con el propósito de lograr el retorno de la materia al sistema educativo, en los últimos dos años, la Asociación Canaria de Filosofía Sapere Aude, y la Red Española de Filosofía no solo han mantenido diálogos con los diferentes partidos políticos y las asociaciones de padres y madres, "para poder trasladar el debate de la Filosofía a la calle", explica este profesor. "Entendemos que este conocimiento", prosigue, "es un espacio de libertad y de democracia en el que los ciudadanos deben tomar partido para que la capacidad de razonar de forma autónoma no se vea limitada. Solo así podemos formar a individuos con implicaciones sociales".
Unas palabras que secunda Pedro Sánchez, que defiende además que la Filosofía "debe ocupar el mismo lugar que antes, y que nunca debió abandonar". Sin embargo, el docente recurre a una antilogía a la hora de impartir sus clases. "Suelo decir a mis alumnos de Bachillerato que la Filosofía no sirve para nada, pues en realidad carece una utilidad pragmática". Y aclara que, " en general, y siguiendo al maestro Aristóteles, lo que más valor tiene es lo que no sirve para nada".
Al igual que sus compañeros de profesión, Sánchez se muestra convencido al asegurar que esta doctrina es capaz de contribuir en el desarrollo de muchas competencias como pueden ser "la expresión oral, la capacidad de argumentación , o el desarrollo del pensamiento crítico", y aplaude la "sensatez", mostrada por parte de todos los grupos políticos que están presentes en el Parlamento.
No obstante, a pesar de subrayar que el posible regreso de la Filosofía al sistema educativo "supone una gran avance", los filósofos se muestran preocupados. Por un lado, confían en que la proposición sea una realidad a "corto plazo", y que la materia pueda regresar a las aulas el próximo curso. Por otro, son conscientes de que, a día de hoy, solo es una declaración de intenciones. "Nos alegramos, sobre todo, por que se haya sumado la agrupación popular a la proposición, pero lo que necesitamos es que no caiga en el olvido", apostilla el presidente de la asociación Sapere Aude.
