Una beca doctoral que ha permitido la contratación de una joven y brillante investigadora; la venta de una patente a una multinacional; la transferencia de un sistema tecnológico a la Dirección General de Tráfico (DGT); o la implantación de tecnología médica en un hospital de la Isla. Estos son algunos ejemplos del éxito alcanzado por los proyectos de investigación e innovación premiados en 2017 en la primera edición del Concurso Cátedra Telefónica ULPGC, que ha supuesto un escaparate social y empresarial de la actividad científica.

Así lo indicaron los investigadores premiados el año pasado, en la reunión mantenida ayer con el director de Telefónica en Canarias Juan Flores y el vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia José Pablo Suárez en la sede institucional de la Universidad de Las Palmas, con el fin de conocer las experiencias como participantes en el I Concurso Cátedra Telefónica ULPGC, que premia proyectos maduros de innovación social.

La Cátedra Telefónica de la ULPGC, adscrita al Vicerrectorado de Investigación, Innovación y Transferencia de la ULPGC, impulsa la I+D+i de la ULPGC con estos premios a la divulgación social de la actividad de Investigación, Innovación y Cultura Científica, cuyo presupuesto supera los 8.000 euros. El concurso, que distingue las mejores propuestas orientadas a ideas, soluciones, trabajos y proyectos cercanos a necesidades sociales, cuenta con cuatro categorías: Corto/video animado demostrativo; proyecto de innovación/investigación; proyecto de transferencia; y proyecto de grado, posgrado o tesis.

En este marco, la investigadora Lucía Santana Cerdeña, ganadora el pasado año del accésit en la categoría de grado, posgrado o tesis por su trabajo fin de máster Potencial y retos del Big Data en los Destinos Turísticos, aseguró que dicho premio le ha dado la oportunidad de conseguir una beca doctoral, que ha contribuido a la evolución en su carrera científica.

El investigador de la ULPGC, Jesús Bernardino Alonso, ganador del segundo premio en la categoría de corto/video animado demostrativo por el proyecto Monitorización y análisis del tráfico a partir de vídeo usando sistemas inteligentes, también resaltó el papel que jugó dicho premio para que la Dirección General de Tráfico (DGT) conociera la aplicación y la haya incorporado para el control del tráfico.

Un caso similar al del proyecto del profesor Antonio Gabriel Ravelo García, titulado Análisis de la calidad del sueño y diagnóstico de apnea obstructiva a partir de un sistema de inteligencia artificial de bajo coste y mínima complejidad, con el que ganó el primer premio en la categoría de innovación e investigación. Eso ha hecho posible que hospitales canarios se hayan interesado por dicha tecnología médica, que ya está siendo implantada como proyecto piloto en un centro.

Otro caso de "éxito excepcional" tal y como lo calificó José Pablo Suárez, es el del investigador Ángel Ramos de Miguel, ganador del primer premio en la categoría de transferencia por el proyecto Método para la detección automática de Fold-Over en implantes cocleares, que se ha convertido en la primera patente de la ULPGC vendida a una multinacional.

"Como vicerrector me parece extraordinario que los premios Cátedra Telefónica ULPGC hayan servido para lanzar estos proyectos, sacarlos del contexto universitario, e impulsar la evolución científica de sus autores", indicó ayer José Pablo Suárez. El vicerrector se comprometió además con los investigadores a abrir una línea de acción para impulsar el acceso de los proyectos a los programas de innovación abierta de la Fundación Telefónica, como es el caso de Wayra, Open Future o Think Big.

El director de Telefónica en Canarias, destacó la apuesta de la Compañía por este formato concurso, "porque facilita la competitividad y la selección de los proyectos más brillantes", al tiempo que reiteró la necesidad de seguir estrechando lazos con la universidad. "El papel de la empresa es el negocio y una de las patas es la de soñar y eso sólo lo podemos hacer con la universidad", afirmó Juan Flores.