El colectivo trans del Archipiélago pide el reconocimiento de su identidad sentida sin tener que pasar por una valoración médica para poder modificar su nombre y sexo en el Documento Nacional de Identidad (DNI). Desde la asociación Gamá aseguran que la ley canaria de 2014 -Ley 08/2014, de 28 de octubre, de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales- ha quedado obsoleta y no cumple con las necesidades que demanda el colectivo. "Existen tantos aspectos susceptibles a ser incorporados, que ya urge la aprobación de un nuevo texto. Por eso, el pasado mes de julio, diferentes asociaciones presentamos un borrador en el Gobierno canario en el que se recogen todas estas carencias", indica María José Hinojosa, psicóloga de Gamá.

Entre los muchos objetivos que persiguen estas agrupaciones sin ánimo de lucro destaca el de la libre determinación del género. "Es fundamental que exista el derecho a tener una identidad, sin que tenga que diagnosticarlo, o verificarlo un tercero", expresa Hinojosa. De ahí a que el texto que han presentado las diferentes asociaciones LGTBi ante el Ejecutivo canario, y que se está trabajando con la Administración, solicite "que no se exija ningún tipo de diagnóstico médico para que una persona pueda iniciar su proceso de cambio de nombre y sexo en su DNI".

Sin embargo, para poder dar este paso es necesario también una modificación de la normativa estatal, y más en concreto, de la Ley 03/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Esta norma exige al colectivo trans aportar un documento que certifique su condición, y que además corrobore que el individuo lleva al menos dos años recibiendo un tratamiento de hormonación.

La Dirección General de Registros y del Notariado anunció, hace tan solo unas semanas, la emisión de una instrucción a todos los registros civiles con el propósito de facilitar a los menores transexuales la sustitución de su nombre por el sentido. Hasta el momento, era imposible realizar este proceso si no figuraba el cambio de sexo en el documento. "Esto supone un gran paso, pero queremos ir más allá", comenta la integrante de Gamá.

Siguiendo esta línea, la nueva ley incorporaría grandes novedades como puede ser la ampliación de la definición del término trans, al no hacer referencia únicamente a hombre s y mujeres. "La propuesta hace referencia también a los derechos de las personas con una identidad no binaria, que no se identifican con ninguno de los dos sexos, intersexuales y de las que tengan una expresión de género diversa", apostilla la profesional de Gamá.

Por lo que respecta a las posibles mejoras que pueden llevarse a cabo en el ámbito educativo para lograr la integración de este colectivo, Hinojosa asegura que el reglamento actual "está muy avanzado", y no difiere en gran medida con la reforma que plantean. Y agrega que, "esto es gracias a la aprobación del Protocolo para el acompañamiento al alumnado trans y atención a la diversidad de género, que desde el año pasado, permite a los alumnos hacer uso de su nombre sentido".

Pero el propósito de los colectivos es extender este protocolo al marco universitario. "Gamá se está ocupando de este aspecto y hemos configurado un grupo de trabajo, a petición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, para poder abordar este asunto", expresa María José Hinojosa.

A juicio de la psicóloga, el ámbito sanitario es el que mayores carencias presenta. Según indica, en este escenario, "la ley de 2014 aún no ha visto la luz", y a pesar de existir una guía clínica , "no se está aplicando, y en su lugar, se está haciendo uso de un borrador que data de 2009". Ante este panorama, los colectivos están uniendo sus fuerzas, para que "por fin" se apruebe esta guía. "En ella figuran muchos aspectos esenciales recogidos en nuestro borrador, dice Hinojosa.