La Conferencia de Consejos Sociales de Universidades (CCS), -que aglutina a los Consejos Sociales de las universidades públicas y a los consejos y patronatos de las universidades privadas- arrancó ayer en el Sur de Gran Canaria con la persentación del Manifiesto de Maspalomas, un documento de siete puntos en el que pide que se coloque a la universidad en el primer plano de las preocupaciones sociales y se pongan en marcha "profundos cambios" para que "pueda desplegar todo el potencial innovador que tiene" y responda a las demandas reales de la sociedad.

Los presidentes, vicepresidentes, secretarios y consejeros de los consejos sociales universitarios, reunidos en Maspalomas, Gran Canaria, con motivo de la celebración de las Jornadas de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas, queremos hacer llegar al resto de los agentes universitarios, a los poderes públicos y a la sociedad española el siguiente manifiesto:

1. Pedimos a todos que se ponga a la universidad en el primer plano de nuestras preocupaciones sociales y prioridades públicas. Nos obliga a ello la tremenda importancia que ha adquirido la formación de capital humano y el desarrollo científico y tecnológico para impulsar nuestro progreso colectivo y competir con éxito en el mundo globalizado de nuestro tiempo.

2. Reconocemos que tenemos unas universidades públicas muy meritorias, porque en las últimas décadas han realizado una contribución decisiva a la histórica transformación que ha protagonizado nuestro país y, más recientemente, han sido capaces de hacer más con menos y seguir prestando el servicio público de educación superior a pesar de una severa crisis financiera que ha disminuido drásticamente sus recursos.

3. Observamos con preocupación, sin embargo, las limitaciones que nuestras universidades tienen para ser auténticos motores del desarrollo económico y social del país y competitivas a nivel mundial, lo que se viene reflejando en su mejorable posicionamiento en los rankings universitarios.

4. Afirmamos por ello que son necesarios profundos cambios en nuestras universidades para que puedan desplegar todo el potencial innovador que tienen como principales centros de formación de talento y producción de conocimiento e investigación: es urgente e inaplazable la reforma estructural del actual modelo de gestión y de gobierno de la universidad pública, claramente inapropiado para acometer sus retos de futuro y que impide la adecuada gestión del inmenso talento que atesora; hay que incrementar su financiación pública y privada, manifiestamente insuficientes ambas; fortalecer la tercera misión universitaria y acercar más universidad y empresa, para que nuestros estudiantes se formen en los conocimientos, habilidades y competencias profesionales que garantizarán su empleabilidad, y mejorar su internacionalización, porque hace falta que sean competitivas a nivel global.

5. Estamos firmemente convencidos de que estos retos inaplazables del sistema universitario español no podrán lograrse sin antes reformar los marcos normativo -2- y financiero vigentes. La regulación que tenemos, encabezada por la Ley Orgánica de Universidades, por su rigidez y por los condicionantes que impone a los procesos de toma de decisiones, apenas ofrece margen para la gestión del cambio. Su obsolescencia es muy evidente y más aún tras las reformas introducidas en otros sistemas universitarios europeos comparables.

6. Queremos advertir, en el ejercicio de nuestras funciones como representantes de la sociedad en la universidad y por responsabilidad social, del grave riesgo que corremos como país si no acometemos con urgencia estas imprescindibles reformas. La continuación de su reiterado aplazamiento en el tiempo, en un mundo que se mueve a ritmo de vértigo, nos irá alejando cada vez más de los estándares europeos y mundiales y, consiguientemente, lastrará a medio y largo plazo la generación de nuestro capital humano que es la mejor baza para seguir avanzando en crecimiento económico y bienestar social en un futuro que se adivina digital, científico y tecnológico

7. Hemos impulsado junto a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y los agentes económicos y sociales el Comunicado por una nueva Ley de Universidades presentado en el Congreso de los Diputados el pasado 26 de septiembre. En él se solicita de todas las fuerzas políticas que promuevan y aprueben la ansiada reforma universitaria desde el consenso parlamentario y con participación de todos los agentes implicados. Sería deseable que esta petición con amplio respaldo no cayera en saco roto y, aunque solo fuera por esta vez, el interés general prevaleciera sobre la confrontación política. Por ello apelamos, una vez más, a la valentía, generosidad y grandeza de miras de nuestros responsables públicos, porque la mejora de la universidad nunca ha sido fácil pero es necesaria y siempre, a medio y largo plazo, será rentable para el país. Como reiteradamente venimos diciendo desde la Conferencia de Consejos Sociales, España será en el futuro el resultado de lo que hoy sea capaz de invertir en la excelencia de su educación y de sus universidades.