Halló en el baño de su suegro, de 81 años e ingresado en una habitación de aislamiento de la unidad de medicina interna del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, tres folios con datos personales de numerosos pacientes, pero no logró entregar a nadie en el control de enfermería de la sexta planta. "Tras varios intentos de que me atendieran, nadie lo hizo, es más me ignoraron por completo y el personal se marchó", lamentó José Antonio Torres en su denuncia ante la Fiscalía de Las Palmas antes de atribuir la situación a las diversas quejas por las condiciones de hospitalización: "Habían calado y yo era persona non grata".

A su juicio, "el escenario de la habitación dejaba mucho que desear, como denuncié en innumerables ocasiones y en ninguna se hizo el menor caso, siguiendo estando con elementos que cualquier persona de oficio sanitario no admitiría, y menos con un paciente con la patología de mi suegro". Tras enumerar "papeleras hasta los topes" y "basura por el piso", en el propio escrito ante el Ministerio Público, Torres añadió: "Una de las veces había una vía en el suelo, he de remarcar que mi suegro tiene una enfermedad contagiosa en la sangre, e incluso un médico de la unidad de críticos se pinchó por accidente con una aguja con la que le había sacado sangre y su nerviosismo fue increíble, imagine, encontrar en la habitación una vía con sangre en el suelo en estas condiciones, sin comentarios".

A continuación, el denunciante recordó que el timbre de emergencias "fallaba muchísimo y, en una ocasión, [su suegro] no pudo avisar de un problema con el respirador automático, entró en parada y tuvo que ser reanimado violentamente (...) Pasé a verlo y me comentaron que estaba en coma, cuestión falsa ya que hablé con él, se lo comuniqué a los médicos y se asombraron", relató Torres antes de considerar que "supuestamente se equivocaron en el procedimiento de reanimación" al practicar maniobras cardiorrespiratorias en lugar de una recuperación pulmonar. "Realmente, señoría, hemos pasado un calvario de más de 100 días en el hospital (...) todo en su conjunto es un despropósito absoluto y nuestras quejas [al Doctor Negrín] y al defensor del paciente (Oddus) han quedado en unas cartas de contestación irrisorias dándonos las gracias por la información de cara a mejorar el servicio", criticó José Antonio Torres en el punto primero de los hechos denunciados en la Fiscalía de Las Palmas para, antes de exponer el presunto delito, concluir: "Señoría, discúlpeme, pero me parece una falta de respeto del hospital. Hacia el paciente y nosotros. Y el propio servicio público".