"Siempre tuve inquietud por las actividades solidarias, de hecho, quise estudiar para asistenta social, pero mi nota no me dio para la carrera, así que cursé turismo y terminé en un banco, pero gracias a Caixabank he podido canalizar esa vocación", resume María del Mar Mateos, grancanaria de 42 años, sobre su labor en la asociación Voluntarios de la Caixa en la provincia de Las Palmas, donde realizaron 179 acciones en beneficio de 6.323 personas durante el pasado año.

Integrado en la provincia oriental por 217 personas entre empleados de la Caixa, extrabajadores del grupo, familiares o amigos, clientes y accionistas, según la Memoria 2017, el colectivo corporativo colaboró en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote con 44 entidades, en su mayoría organizaciones no gubernamentales. Junto a Mensajeros de la Paz, por ejemplo, Voluntarios de la Caixa celebró esta semana en la Vega de San José de la capital grancanaria un taller de manualidades y reciclaje con los yogures donados por la Fundación Dinosol para la merienda de una treintena de niños, con la participación de Mateos y otros ocho compañeros.

No en vano, Mar Mateos figura como la responsable de infancia de Voluntarios de la Caixa en Las Palmas, además de tesorera provincial de la asociación. "Mis inquietudes siempre ha sido el medio ambiente y los niños, aunque con el voluntariado nos enfocamos a muchas áreas y nos dan libertad para realizar las cosas cómo nos gusta", explica la empleada de Caixabank antes de atribuir al crecimiento de sus hijos, precisamente, una mayor implicación personal durante el último lustro.

"Son granditos, la mayor tiene 15 años, ya pilota sola, y el pequeño, 10, así que me han dejado un poco de tiempo libre mientras realizan sus actividades extraescolares para dedicarme al voluntariado, antes no podía tanto, solo iba cuando eran acciones en las que ellos también podían participar", argumenta la integrante del equipo de soporte de Caixabank en Gran Canaria, es decir, sustituta del personal de baja o vacaciones: "Colaboro con casi todos los departamentos, lo mismo me encuentras en caja que en mesa". Con una trayectoria de once años en la institución financiera, Mateos comenzó a involucrarse desde el inicio en actividades puntuales de Voluntarios de la Caixa, como la recogida solidaria de regalos navideños, junto a su marido.

"También trabaja en la empresa y, aunque tiene un cargo de mayor responsabilidad, colabora el tiempo que puede, por ejemplo, el miércoles asistió, en el marco de nuestra semana social, a la fiesta que todos los meses organizamos a las personas mayores que cumplen años durante ese periodo en el centro sociosanitario de El Pino, con tartas y música incluidas", apunta Mar Mateos, con mayor disponibilidad horaria. De hecho, todas las semanas acude tres horas al centro de día para menores de la Fundación Adsis en Casablanca III, cada mes participa en un encuentro de planificación con toda la junta de Voluntarios de la Caixa en Las Palmas "y después, en lo que surge", comenta antes de recordar, entre otras citas, los recientes paseos en la naturaleza programados con las asociaciones Síndrome de Down Las Palmas y Rehoyando.

Con su propia agenda, María del Mar Mateos desmiente que la responsabilidad social corporativa de firmas como Caixabank constituya una operación publicitaria en beneficio del saldo empresarial: "En nuestro caso no, es el alma de la Caixa, y además con letras mayúsculas, porque no solo invertimos muchísimo dinero sino horas personales en montones de acciones, el 99% de los empleados de Caixabank lo tenemos interiorizados, algunos tienen más tiempo libre y otros menos, por ejemplo, yo colaboro en el voluntariado en vez de leer en mi casa o irme a la peluquería".

Y las motivaciones personales, de nuevo, se alejan de las cuestiones económicas para centrarse en las razones emocionales. "Me hace feliz, puedo salir superestresada del trabajo, pero me voy con 30 niños, con sus gritos y cada uno de su padre y de su madre, y salgo de ahí relajada", revela la tesorera de Voluntarios de la Caixa en Las Palmas. Para María del Mar Mateos, "una cosa es el tema laboral, pero a nivel personal el voluntariado me complementa, es lo que más me llena, me llena muchísimo, me permite sentirme realizada y me aporta paz interior". Relajación y felicidad al cumplir una vocación social a partir del trabajo, gracias a Voluntarios de la Caixa.