¿Cuál es el perfíl del paciente con VIH en Canarias?

Hombre que tiene sexo con hombre (HSM), de entre 25 y 44 años, aunque ningún grupo de población esta exento de padecer la infección. De hecho, en los últimos años aproximadamente el 12% de las nuevas infecciones las padecen personas menores de 24 años.

¿Tienen alguna peculiaridad las Islas frente al resto del territorio nacional en la tasa de infecciones?

La incidencia en Canarias de los nuevos diagnósticos de infección VIH en los años precedentes es de aproximadamente 16 casos anuales por 100.000 habitantes, lo que duplica la media nacional que es de 8 ó 9 casos anuales por cada 100.000 habitantes. Las causas de este aumento de incidencias no se conocen bien, aunque es evidente que las Islas son un recurrente paraíso vacacional y residencia de personas de diversas nacionalidades.

¿Cómo ha sido la evolución de la enfermedad hasta la actualidad?

Desde la descripción de los primeros casos de SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) en USA, hace 37 años, asistimos a una enfermedad de alta mortalidad, y era dramático asistir a pacientes jóvenes que fallecían en nuestros hospitales sin disponer de tratamientos eficaces. No es hasta el año 1996 en que se comienza a utilizar el denominado TARGA (Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad), modificándose desde entonces el perfil pronóstico de los pacientes. Inicialmente los tratamientos estaban compuestos por un importante número de comprimidos y tenía bastante efectos secundarios, aunque consiguió aumentar de forma marcada la supervivencia. En los años posteriores los tratamientos se han simplificado y tienen escasos o nulos efectos adversos, pudiéndose afirmar que en la actualidad las expectativas de vida de una persona diagnosticada de infección VIH es similar a la de la población general.

¿Hacia donde se dirigen los tratamientos actuales?

Como le explicaba, la eficacia del tratamiento antirretroviral es muy alta en la actualidad, consiguiendo en más del 90% de los pacientes que lo toman de forma correcta mantener la carga viral indetectable (supresión de la replicación del virus en la sangre) con mejoría de la situación inmunológico o de las defensas. No obstante no se ha conseguido la curación de la infección porque los fármacos no son capaces de llegar a diferentes repervorios donde permanece el virus protegido. Recientemente se han publicado esperanzadores resultados con el uso de anticuerpos neutralizantes de amplio espectro, lo que hace pensar que la inmunoterapia, que tan buenos resultados está ofreciendo en el tratamiento del cáncer, pueda ser eficaz en el tratamiento de la infección por el VIH. Además, se está investigando en el desarrollo de vacunas terapéuticas con resultado prometedores, que de momento hay que interpretar con bastante cautela.

¿Deben ser optimistas los infectados con el virus y quienes desarrollan la enfermedad?

Sin duda. Con el tratamiento disponible en la actualidad, como hablamos antes, de gran eficacia y tolerancia, se tienen unas expectativas de vida similares a la de la población general sana. Esto no debe conducir a que relajemos las medidas de prevención dado que la infección VIH es un proceso que de momento no tiene cura y requiere de un tratamiento continuado, de alto coste económico y que no esta exento de efectos secundarios a corto y largo plazo.

Se ha publicado recientemente los resultados de pacientes que se han curado tras un trasplante de células madre. ¿Son casos aislados o los avances para erradicar la infección van por ahí?

En el año 1999 se documentó el primer y único caso de infección por VIH curada tras un trasplante de médula ósea -conocido como 'paciente de Berlín-. Fue un paciente con una leucemia que requería de un trasplante de médula ósea que se realizó de un donante con una mutación en los receptores celulares que le hacía resistente a la infección por el VIH. Los casos comunicados recientemente son similares, que han necesitado de un trasplante de médula ósea por una enfermedad hematológica tipo leucemia a similar, y en los que todavía no se ha demostrado la curación definitiva. Hay que decir que dicho tratamiento no se puede realizar en la población con infección VIH dado que su mortalidad es bastante más alta que el tratamiento antirretroviral actual. No obstante puede servir como foco de investigación para tratamientos futuros.

Los casos de neonatos sanos pese a que algunos de los progenitores son seropositivos se han convertido en una realidad. ¿Se ha encontrado con muchos casos de nacimientos de niños sanos?¿Es habitual en Canarias?

En el momento actual el hecho de ser portador VIH no impide que se pueda tener descendencia. En el caso de que las parejas sean discordantes (uno positivo y otro negativo) planificamos cada caso para que la mujer pueda quedar embarazada con un riesgo mínimo de que el niño pueda nacer con la infección. De hecho, cuando una mujer embarazada portadora tiene una carga viral VIH indetectable durante su embarazo, con el tratamiento antirretroviral no existe riesgo de transmisión del virus al niño. En nuestro entorno han nacido en los últimos años bastantes niños de madres con infección VIH, y todos han nacido sanos.

Muchos colectivos echan en falta más campañas informativas por parte de las autoridades. ¿Cuál es su opinión y qué canales cree que debería incluirse para darle mejores resultados a las campaña?

Las campañas de prevención son escasas y se realizan durante cortos periodos de tiempo, lo que lleva a pensar a la población general que este proceso es muy infrecuente y afecta exclusivamente a personas con ciertas prácticas de riesgo. Puedo afirmar que cualquier persona que mantenga o haya tenido relaciones sexuales sin protección con más de una pareja se ha podido exponer al VIH. Las campañas preventivas deberían ser intensas, mantenidas en el tiempo y dirigirse a los diferentes colectivos. En la población general debería comenzar en los colegios a partir de los 13 ó 14 años, explicando como se contagia el virus y cómo se puede prevenir su transmisión. Hay que utilizar las redes sociales para las campañas preventivas dado que son utilizadas por una gran parte de la población y, en especial, entre el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres con el fin de conocer personas para mantener relaciones de posible riesgo.

¿Pese a toda la información continúan produciéndose infecciones?

Yo no diría que la información existente sea amplia ni suficiente. En cualquier caso y por lo comentado anteriormente se confirma que el número de nuevas infecciones anuales no disminuyen como sería deseable. Se debe repetir que en nuestro entorno la incidencia de nuevas infecciones anuales duplica la media nacional.

Se ha puesto de moda el chemsex. ¿Se han detectado este tipo de prácticas en Canarias?

El fenómeno del chemsex, una práctica que se caracteriza por el consumo de varios tipos de drogas con el objetivo de mantener relaciones sexuales durante un largo período de tiempo, ha alertado a los profesionales sanitarios que atienden a los paciente portadores de VIH. Probablemente sea uno de los motivos por los que las cifras de nuevas infecciones no logren reducirse y del resurgimiento de otras enfermedades de transmisión sexual que padecen nuestros pacientes como la sífilis, la gonorrea y las infecciones por chlamydias. Es un fenómeno emergente que estamos detectando en nuestros hospitales y nos está preocupando mucho ya que requiere un abordaje multidisciplinar como médicos de Atención Primaria, especialistas en la infección por VIH, psiquiatras, expertos en drogodependencia...

¿Con todo lo que ha visto en estas tres décadas de profesión con que momento se quedaría? ¿Cuál le emocionó o le removió?

Sin lugar a dudas el momento más relevante en la historia de la infección por el VIH fue la aparición de los tratamientos antirretrovirales, de gran actividad en el año 1996, que cambió totalmente el perfil evolutivo que tenía la enfermedad hasta entonces y que nos permitió acabar con el enorme sufrimiento que supuso el fallecimiento de muchas personas en plena juventud y llena de proyectos.