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Entrevista | Estrella Galán

Estrella Galán: "No hay fronteras que paren a quien huye de su país para salvar su vida"

"Tenemos que pasar de la emoción pública a la opinión pública para desmontar la manipulación política" destacó la secretaria general de Comisión Española de Ayuda al Refugiado

Estrella Galán, durante su estancia en Gran Canaria. TONY HERNÁNDEZ

¿Qué mitos hay que desterrar respecto a las migraciones?

Desgraciadamente estamos en un momento en el que las migraciones se han puesto en el centro de la agenda política pero desde una perspectiva muy negativa. Está siendo utilizado en Europa por grupos políticos de ultraderecha, y aquí estamos empezando a ver de nuevo una utilización del discurso para atacar la oposición, primero con bastante deslealtad, es responsabilidad de todos la convivencia en nuestro país. Si España puede presumir de algo es de haber tenido siempre un modelo integrador y de acogida en clave positiva, y vemos como últimamente hay un par de grupos políticos que lo están utilizando en un sentido negativo que puede ser muy peligroso. Eso lo que pone de manifiesto es una alta irresponsabilidad por parte de esos líderes políticos y una inconsciencia que puede ser muy grave de cara a la sociedad.

¿Cómo se puede frenar esta tendencia?

Organizaciones como la nuestra, CEAR, y los medios de comunicación tenemos que empezar a comunicar en positivo todas las aportaciones de los flujos migratorios, no utilizar las migraciones como chivo expiatorio de todos los problemas que existen en un sistema que deficitariamente tiene agujeros negros muy importantes que resolver y que se está aprovechando, a través del discurso del miedo, para que todos esos agujeros negros se perciban como consecuencia de la presencia de los inmigrante y refugiados. Tenemos que pasar de la emoción pública a la opinión pública y ese paso se aborda convirtiendo a los ciudadanos en agentes participantes, no meros espectadores, que puedan dominar toda la información y con datos poder desmontar todos esos malos mitos o mitos en negativo que nos están tratando de imponer, para que de algún modo esa opinión pública pueda generar cambios no dirigidos por quienes nos quieren manipular, sino por nuestra propia opinión. Y por supuesto tenemos que seguir exigiendo a los políticos lealtad, responsabilidad y sensatez.

¿Estamos ante una crisis humanitaria o de valores?

Desde nuestro punto de vista se trata de una crisis del sistema, que produce refugiados por defecto, que produce personas expulsadas que están luchando por acceder a sus propios derechos, porque lo que hay detrás de todo esto es una lucha por el acceso a los derechos, el derecho a tener derechos está siendo vulnerado, y no sólo la de los propios inmigrantes o refugiados, también el de los ciudadanos, hemos visto en los últimos años de la crisis como se ha aprovechado cualquier circunstancia o las circunstancias económicas para restarnos derechos. Entonces, ahí vemos como la crisis es del sistema y, o la Unión Europea se repiensa hacia un modelo proactivo que ponga en el centro al ser humano y no a los intereses económicos, o no vamos a avanzar, porque todo lo que estamos viviendo son las consecuencias del defecto del sistema.

¿En qué puede derivar esta creciente tendencia hacia el cierre de fronteras?

Desde los años 90 Europa ha puesto en marcha políticas que se traducían exclusivamente en el cierre de fronteras, ha tenido una mirada securitaria y no de derechos humanos y en su momento aquellos que configuraron esa políticas de control de fronteras consideraron que eso iba a resolver el problema. Desde los 90 hasta hoy han pasado muchos años, los suficientes como para tener evidencias de que ese modelo no nos lleva a ningún sitio, todo lo contrario. La supuesta crisis que se produjo en 2015 tuvo que ver con la explosión de ese cierre de fronteras y con esa falta de control que provocó el cierre de fronteras. Lo que está claro es que se replantea el modelo de políticas migratorias, o realmente vamos a llegar a un escenario más difícil y más complejo, porque quien huye y necesita salir para poner su vida en un lugar seguro, no hay fronteras que le pare. Eso sí, en paralelo habrá mafias a las que estemos enriqueciendo, si cerramos fronteras habrá oportunistas que estarán aprovechándose de esas personas que son las más vulnerables, y no sé hasta que cuanto vamos a querer seguir enriqueciendo esa industria que cada vez es más perversa que se lleva por delante vidas de niños, de mujeres, de familias enteras. Se está vulnerando el derecho a vivir en familia que es uno de los derechos fundamentales, familias divididas por fronteras, cuando precisamente si queremos que la gente se integre, que tenga una vida en paz, la familia es el primer ancla para asegurar que las personas puedan vivir de la mejor manera posible, de una forma integrada y comenzar una nueva vida.

¿Cuál debería ser el papel de Europa en todo esto?

El problema de la Unión Europea es que estamos viendo como realmente esa unión es exclusivamente una unión de una moneda económica, y que son los estados los que tienen cada uno de ellos su soberanía y su poder. La lucha que ha habido por el reparto de refugiados, esos programas de reubicación y reasentamientos compartidos ha puesto en evidencia que cada estado ha salvaguardado su interés y se ha actuado con absoluta impunidad cuando se han saltado los convenios internacionales y no ha estado lo suficientemente firme y sancionadora la Unión para aquellos países, como Hungría que han estado saltándose todos los convenios internacionales. Por tanto, yo creo que hay una crisis de Europa, que tiene que poner en valor esa Europa de los Derechos Humanos, requiere que se renuncie un poco a la soberanía en favor de lo global o lo compartido que es esa supuesta Unión Europea que velaba por nuestros derechos y que era una tierra de libertades.

¿Cómo valora la política actual española de acogida a refugiados?

España ha vivido en los últimos años un incremento importante de llegadas, en primer lugar, porque desgraciadamente el número de conflictos sigue "in crescendo" porque la devastación climática sigue aumentando y desplazando forzosamente a miles y miles de personas, pero fundamentalmente porque se han cerrado las dos vías de entrada que habían y que en 2015 se pusieron en relevancia como eran la vía Turquía-Grecia, se cerró, se intensificó la vía Libia-Italia, se cerró, y ahora lógicamente, cuando se han cerrado las dos vías parece que la única o principal vía de entrada es la vía de España, que se ha incrementado de una manera importante.

Este verano se ha caracterizado por un aumento importante de llegadas migratorias, coincidiendo con un cambio de gobierno. ¿Cómo valora su actuación?

El nuevo gobierno anunció tener buenas intenciones con una nueva narrativa en positivo en relación a las migraciones, pero con los hechos hemos visto cosas muy positivas y otras que nos están sorprendiendo en negativo, devoluciones exprés por la frontera de Ceuta o de Melilla en dos ocasiones, alegando un convenio con Marruecos del año 92; la no retirada del recurso puesto en Estrasburgo para acabar con las devoluciones en caliente; y también a la espera de esa retirada de concertinas que anunció el ministro de Interior. Es verdad que por otro lado se han reforzado los servicios de acogida, se han puesto en marcha recursos para gestionar las llegadas que eran muy necesarios y se han habilitado o recuperado instrumentos políticos como es la Secretaría de Estado y Migraciones que pone en valor de la agenda política esta materia. Pero todavía hay muchos pasos que dar y son insuficientes los que se están dando. Ahora estamos muy preocupados con las colas que se están produciendo en muchos lugares de España y que ponen una evidencia de la dificultad de acceder al derecho de asilo, ponen en evidencia una falta de coordinación entre los agentes implicados para gestionar el asilo. Creemos que con una mejor y necesaria coordinación pilotada desde lo más alto del Ministerio de Interior se debería, de forma inmediata, resolver estos asuntos, que lo único que hace cuestionar es que el derecho a asilo sea accesible o no en España.

Hay unas comunidades más comprometidas que otras. ¿Cuál es el caso de Canarias?

Canarias siempre ha sido una comunidad autónoma muy acogedora. Nosotros históricamente llevamos aquí muchos años y en ese sentido la relación con los diferentes gobiernos que han estado gobernando estas islas siempre ha sido positiva, yo creo que Canarias es un espacio de encuentro, y por fortuna, aunque todo es mejorable, siempre hemos percibido que las puertas para la acogida están abiertas.

¿Cómo está el problema de los menores no acompañados?

Para nosotros es muy preocupante la situación de los menores no acompañados en España, es una competencia descentralizada que tienen asumida cada una de las comunidades autónomas, y realmente creemos que se ha descuidado muchísimo. No podemos olvidar que los menores no acompañados son uno de los colectivos más vulnerables que existen, entre los muchos que puedan coexistir en la sociedad, pero lo que no se puede permitir en un país democrático y en un estado de derecho como es España es que muchos de estos niños se encuentren tutelados por las comunidades autónomas en situación de calle.

Se habla de acuerdos de devolución de menores entre España y Marruecos, ¿que hay de cierto?

El retorno a Marruecos para nosotros no es la solución. Marruecos no es un país seguro, con garantías, otra cosa es que sean niños que se han escapado de sus familias, que se localicen a las familias y éstas quieran que sus hijos vuelvan al hogar y que haya sido un elemento no controlado por la familia. Si que creemos que hay que tratar de contactar con las familias para entender qué proceso tienen detrás esos niños, pero abandonar a su suerte a esos niños en Marruecos es volver a saber que en la siguiente patera van a cruzar y van a volver a jugarse la vida, por tanto, no podemos recurrir a estrategias que lo único que van a hacer es poner de nuevo en riesgo la vida de los niños.

En el actual escenario, ¿cuáles son los retos de CEAR?

Nuestros retos están, fundamentalmente en dar la vuelta a ese discurso negativo de los políticos, es muy preocupante esos brotes de racismo y xenofobia que han surgido en Europa y que afortunadamente en España de momento están controlados. Para nosotros es fundamental tratar de concienciar a todos los líderes, a todas las fuerzas que en cierta medida tienen poder en nuestro país, para que podamos centrarnos en que la convivencia es una responsabilidad de todos, es bidireccional y la integración pasa porque todos estemos a favor de lograrlo. En segundo lugar, trabajamos para seguir garantizando que el acceso a derecho a asilo sea un acceso ágil, seguro y garantizado. Y tratamos de generar desde España políticas europeas integrales, que tengan una mirada holística y que no se centren en una mirada securitaria que está abocada al fracaso.

Antes hablaba de la importancia del papel de los medios de comunicación, ¿cree que se aborda de forma correcta la crisis migratoria en los medios?

Los medios de comunicación son un agente fundamental en este fenómeno, y realmente no podemos hacer un diagnóstico global, hay medios muy responsables, que tratan con absoluta responsabilidad el asunto, y hay otros medios que, con mucha preocupación siguen instalando en generar ese miedo con intereses afines a partidos políticos que quieren trasladar ese mensaje. Por tanto, de nuevo hacer esa llamada a la sensatez, a la colaboración para que las migraciones se cuenten en positivo siempre que se pueda y no se carguen negativamente, se criminalice a los migrantes que ya por si mismo traen una carga de dolor muy amplia y tenemos que empatizar porque cualquier día podemos ser nosotros los que nos encontremos en su piel.

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