La canción del bisonte es su quinta novela sobre la Prehistoria. ¿Le atrae especialmente este periodo de la humanidad?La canción del bisonte

La Prehistoria es mi pasión, pero a finales de los noventa tuve la enorme suerte de conocer y hacerme amigo personal de los descubridores de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell Roura. y siempre he tenido información privilegiada. Las cinco novelas que he escrito tienen un marcado sentimiento por mi pasión por la naturaleza y por ese mundo primigenio también . Y he utilizado algunos escenarios mágicos y míticos en la cueva de Nublares, El hijo de la Garza y El último cazador, así como con La mirada del lobo, donde el hombre y este animal hacen una alianza muy diferente al de otras especies, y el lobo se convierte en su acompañante para pasar la glaciación. Y ahí creía que lo iba a dejar, pero había esbozado en Nublares el tema de los neandertales, y me animaron los descubrimientos que se estaban produciendo en la Península Ibérica, que es el último gran refugio de la última especie.

¿Y cuáles son esos descubrimientos más concretamente?

Los neandertales van retirándose por Europa y acaban en el sur de la Península Ibérica. Fue a causa de la última glaciación hace 30.000 años que los van empujado hacia las zonas más meridionales. Los descubrimientos que yo he esbozado aquí surgen de un yacimiento muy cerca de Madrid donde ha aparecido la total constatación de su plena humanidad a través de un auténtico santuario. Hay una cueva donde hay tres decenas de juegos rituales con ofrendas de herbívoros y el fósil de una niña de tres años, pelirroja y con pecas. Se sabe más de sus creencias, sus miedos, sus primeras expresiones artísticas, su organización social y el papel de hombres y mujeres en la cotidiana e inexorable lucha por sobrevivir entre bisontes, uros, rinocerontes, lobos y leones cavernarios. Los estudios muestran cómo el Cromañón y el Neanderthal se habían encontrado, enfrentado y cruzado porque, ya está demostrado, en nosotros hay algo de Neanderthal. El profesor sueco Svante Pääbo ha secuenciado el ADN Neanderthal, a través de los últimos descubrimientos en la cueva del Sidrón en Asturias, y se dice que un 4% mínimo de los genes de la población euroasiática, que es donde se produce esa emigración, tienen esa procedencia Neanderthal. Pääbo cree que bastante más.

¿Existe entonces una nueva visión de estos antepasados?

Cierto, y esta es una novela que quiere explicar cómo fue la extinción de la otra especie a la que le tengo un inmenso respeto y que, más que primos, son hermanos nuestros. Por eso digo que la cornisa cantábrica, donde está toda esa enorme eclosión de arte como las cuevas de Altamira, Del Castillo, La Moneda, etc., fue el Manhattan del Paleolítico. Y considerar como bestia o atrasado al genio que pintó Altamira es muy tonto científicamente. Se cree, además que quien hace esos caballos, bisontes, y demás conjuntos de caza, es siempre la misma mano. Se sabe además que ya utilizaban hasta el hongo de la penicilina.

¿Si los neandertales eran más inteligentes cómo se extinguieron ellos y no los cromañones?

Primero porque eran bastante menos. Y porque la glaciación fue atroz. Era soportar menos 25 grados y hacía la vida terriblemente difícil. Sólo se podía vivir prácticamente al lado del mar y en costas muy bajas. El parto era probablemente la causa de muerte más terrible por entonces. Los neandertales tenían grandes lanzas y arremetían con ellas. El Cromañón había conseguido simplemente una madera con una pestaña que le permitía la ventaja de matar a distancia. También son más sedentarios y el sapiens era más movedizo.

¿Por qué le ha puesto como título La canción del bisonte

Prácticamente, lo que aparece de manera continua en el Paleolítico, en muchísimas de las pinturas rupestres, es el bisonte. Y luego en Atapuerca, está documentado que lo primero que conocemos es una cacería de bisontes. Existía una idea mágica de estos animales.

¿Cómo era la vida cotidiana entre hombres y mujeres?

Un elemento es la igualdad de sexos en el Paleolítico. Muchas veces nos encontramos con la imagen tópica de la Prehistoria del hombre tirando de los pelos a la mujer que no se corresponde con la científica. Y si hay un momento en la historia de la humanidad donde hay una prevalencia y un dominio femenino es el Paleolítico porque es quien marca el linaje. El primer culto de la humanidad es la diosa madre y lo primero que tenemos en el arte son las estatuillas del gran misterio de la vida. Y esto sucedió en el período más largo de la existencia de la humanidad porque el Paleolítico abarca un 99 % de la misma. A veces se habla de la Historia como los últimos 8.000 años. Y entonces ¿qué hacemos con los anteriores 192.000?