La aparición de fármacos revolucionarios para tratar la esclerosis múltiple ha abierto una vía esperanzadora a los pacientes afectados por esta patología, al lograr inducir "grandes mejoras" en la calidad de vida de los enfermos. "En la actualidad, tenemos 13 medicamentos para modular la enfermedad y sabemos que en el futuro surgirán otros de alta potencia", comenta el doctor Miguel Hervás, especialista en neurología y responsable de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil de la capital grancanaria. Una afirmación que realiza en el marco de la celebración del Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, que se conmemora hoy, 18 de diciembre. Siguiendo esta línea, el profesional sostiene que la gran evolución de los medicamentos "surge en la década de los 90, y han conseguido producir muy buenas respuestas en el 80% de los pacientes".

Según indica el neurólogo del Hospital Insular, el abordaje de esta patología -que afecta al sistema nervioso central- requiere de un tratamiento multidisciplinar y modulador que esté destinado a reducir la presentación de brotes, así como el progreso de la discapacidad que viene asociada a la propia evolución degenerativa de la enfermedad. En este sentido, el responsable de la unidad médica recuerda que la era moderna en el tratamiento de la esclerosis múltiple comenzó a finales de 1993 con la aparición de interferones, "y más tarde la continuó la irrupción del acetato de glatiramer".

Recursos

Asimismo, un segundo hito farmacológico relevante tuvo lugar una década después con el nacimiento de Natalizumab, un anticuerpo de alta eficacia. Ya la tercera etapa del desarrollo terapéutico "vino de la mano de tres inmunomoduladores orales que surgieron entre 2009 y 2014. Sin embargo, lo más reciente son los nuevos tratamientos biológicos que han logrado completar los recursos para poder tratar con éxito la enfermedad", destaca el especialista.

En base a las explicaciones del doctor Hervás, algunos de estos tratamientos ofrecen "un valor añadido" en la reducción del progreso de la discapacidad en un tipo poco frecuente de manifestación de la dolencia. Se trata de la forma primaria-progresiva, en la que el paciente no experimenta brotes definidos, pero presenta un empeoramiento constante de las funciones neurológicas. "Hasta el momento, no disponíamos de un tratamiento eficaz para hacer frente a este tipo de esclerosis", apunta.

Sin embargo, cabe destacar otro gran grupo de medicamentos que tiene como propósito producir una reconstitución del propio sistema inmune. "Estos fármacos nos han permitido ejercer un mayor control de la enfermedad", apostilla el profesional sanitario. Para después agregar que, a corto plazo, "vamos a disponer de un tratamiento muy esperanzador que también produce muy buena respuesta en los pacientes que presentan la forma secundaria-progresiva".

En concreto, esta manifestación a la que hace referencia el doctor se identifica por la aparición de brotes inesperados, y un empeoramiento progresivo. No obstante, la forma más habitual es la remitente-recurrente. "La mayor parte de los pacientes cursa en sus inicios a modo de brotes. Suele producirse una mejora tras recibir un tratamiento con corticoides, y luego con el curso evolutivo de la enfermedad van apareciendo recurrencias", explica.

Por lo que concierne a la sintomatología más frecuente que presentan los individuos afectados por esta afección, el doctor pone en relieve la fatiga, los trastornos cognitivos, sensitivos, y motores. "Los síntomas pueden ser muy variados, de ahí a que se la conozca como la enfermedad de las 1.000 caras, pues todo depende del lugar en el que se produzca el fenómeno inflamatorio", puntualiza el especialista.

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica y degenerativa que puede aparecer en cualquier momento de la vida de un individuo y a cualquier edad, siendo la franja más frecuente entre los 30 y los 40 años. "Esta patología tiene una naturaleza autoinmune que afecta a las defensas del organismo. Por razones poco conocidas, el sistema inmune se vuelve autoreactivo, y como consecuencia se produce una inflamación y una desmielinización -daños en la capa de mielina de las fibras nerviosas- en el sistema nervioso central", explica el doctor Hervás.

Esta afección es más prevalente en las féminas que en los varones, y diversos estudios han demostrado que existe cierta predisposición genética a padecerla. Asimismo, "es la enfermedad más discapacitante en los adultos jóvenes, después de la causa traumática", indica el responsable de la Unidad de Esclerosis Múltiple.

De hecho, la Asociación Provincial de Esclerosis Múltiple de Las Palmas (APEM) ha solicitado al tribunal competente de la comunidad autónoma el reconocimiento de un grado mínimo de discapacidad del 33%, desde el momento en el que un paciente es diagnosticado de la afección. Según informa el centro, en la actualidad los afectados no obtienen el grado "de forma automática", y en algunos casos "muchos de los síntomas son subestimados". Además, la Asociación asegura que en Canarias "hay alrededor 2.100 afectados por esta enfermedad".