La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Consejería de SanidadGobierno de Canarias recomienda prohibir el consumo de shishas en lugares cerrados, debido a la alta toxicidad que contiene el humo que producen estos dispositivos. Así lo sostiene Antonio Torres, médico responsable del Programa de Prevención y Control del Tabaquismo del órgano autonómico. "La cantidad de sustancias tóxicas que se generan en las pipas es enorme, porque el agua no es capaz de filtrar los gases y las partículas finas. Estas son las más cancerígenas", apunta el profesional. Por tanto, según explica, el consumidor de shishas estaría incorporando a su organismo "al menos cinco veces más cantidad de monóxido de carbono que a través de un cigarrillo convencional".

En base al testimonio del doctor, los cigarrillos poseen un filtro que es mucho más eficaz que el agua para filtrar los gases. Sin embargo, muchas de las personas que hacen uso de la pipa de agua tienen "la falsa creencia" de que es una forma más sana de fumar, al disponer de una gran variedad de tabacos y hierbas de diferentes sabores -libres de nicotina- que están especialmente diseñadas para ser utilizadas por medio de este instrumento. "Sabemos que la nicotina es una sustancia adictiva que además acelera la frecuencia cardíaca y eleva la presión arterial. Pero hay que tener en cuenta que si no la contiene, la combustión incompleta de cualquier vegetal también produce monóxido de carbono, alquitranes, y sustancias cancerígenas como la nitrosamina", destaca el responsable del programa preventivo.

Legalidad

Ante esta realidad, el especialista médico considera que la Ley 42/2010 de 30 de diciembre, que sirvió para modificar la normativa 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, es insuficiente "por permitir el consumo de shishas con productos sin nicotina en locales públicos cerrados". De esta forma, "los fumadores pasivos están desprotegidos, al igual que ocurría hace años cuando era legal consumir tabaco en el interior de estos espacios", comenta.

Las afirmaciones del profesional van de la mano de las alertas que ha difundido la Organización Mundial de la Salud (OMS) al advertir de la "falsa inocuidad" de estos dispositivos. Pero Torres va más allá y considera que otro de los aspectos a tener muy en cuenta por parte de los usuarios de las populares cachimbas es mantener una correcta higiene de las boquillas. "El consumo de shishas es habitual, sobre todo, entre los menores de 25 años. Se suelen fumar en grupo, y los integrantes se pasan las boquillas de unos a otros. Cabe destacar que esta acción puede derivar en la transmisión de enfermedades orales, y de no limpiarse bien, existe el riesgo de que se produzca una contaminación por hongos", recalca.

Por su parte, el doctor Jorge López, especialista en Neumología y responsable de la Unidad Antitabáquica del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil de la capital grancanaria pone en relieve que las cachimbas "funcionan a través de un circuito cerrado". Una característica que hace que todos los elementos que son inhalados a través de ella "pasen directos a la boca del usuario".

Con respecto a las sustancias aromatizantes, "hay que decir que son fruto de un aumento de los niveles de gliceroles". Una circunstancia que bajo el criterio del responsable de la Unidad Antibáquica del hospital capitalino "bordea la ley". Se trata de unos componentes que han sido erradicados de los cigarrillos tradicionales, "y que conceden un sabor más agradable al tabaco y a las hierbas, además de hacer al producto falsamente más benigno".

Precisamente, sobre los aromatizantes y la glicerina, el profesional sanitario acentúa "su alta peligrosidad" una vez hayan accedido a las vías respiratorias. "Esta acción puede llegar a producir neumonías en los usuarios y otras patologías graves, por lo que quiero desmentir que esta forma de consumir tabaco sea menos tóxica que la tradicional", dice el facultativo. Para después añadir que, "hay estudios, incluso, que demuestran que el daño puede llegar a ser mucho mayor".

Siguiendo esta línea, la propia OMS ha llegado a asegurar que las cachimbas presentan "elevados niveles de sustancias cancerígenas" que resultan muy peligrosas y nocivas para el sistema cardiovascular y respiratorio de los individuos. Al tiempo que sostiene que no existen datos objetivos que demuestren que el tabaco fumado con shisha -aunque esté libre de nicotina- "sea menos perjudicial que un cigarro común".