La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Teatro 'Alceste'

Muy bien, pero un poco más despacio

23

'Alceste' revive en tierra galdosiana

Es innegable que el variado programa de actividades en homenaje a Galdós denominado Bienio Galdosiano está deparando agradables sorpresas. Entre ellas, sin lugar a dudas, ha estado la puesta en escena de Alceste, uno de sus textos menos conocidos, ya que se trata de una obra teatral que no había vuelto a ser representada desde su estreno en 1914.

El porqué de esta prolongada ausencia de los escenarios se debe a que Alceste ha sido soslayada por ser considerada una obra demasiado extensa, a pesar de lo cual, Víctor Formoso se ha atrevido a dirigirla y adaptarla eliminando nada menos que ochenta minutos de su montaje y reduciendo los personajes a la mitad, sin que por ello se haya roto la trama o la unidad del texto, con lo que ha logrado recuperarla para un público más amplio.

Pero por otra parte, quizás haya sido esa encomiable voluntad de conseguir cierta concisión lo que constituye el único motivo que impide que su adaptación pueda ser considerada perfecta, porque en algunas ocasiones los actores hablan demasiado rápido, de tal manera que muchos diálogos son declamados a tal velocidad que impiden que el espectador pueda captar su importancia dentro de la obra.

Me refiero en concreto a aquellos en los que se resalta que el reinado de Admeto está enmarcado dentro del anfictionado, un sistema político idealista y democrático que eventualmente es redimido por la protagonista, lo cual lleva al espectador a concluir que Alceste se ha sacrificado por su marido, cuando realmente lo ha hecho por el bien común, con el objetivo de salvar ese sistema político que Galdós emplea como un guiño al regeneracionismo.

Lamentablemente, esos diálogos clave, en los que se habla del anfictionado y en los que queda claro que Alceste muere para redimir la nación pasan inadvertidos al ser enunciados a más velocidad de la adecuada.

En cuanto a la escenografía y la iluminación, Carlos Santos y Pedro Chamizo han llevado a cabo una hábil simplificación en lo formal, creando escenas de gran belleza conceptual, entre las que destaca el momento en el que el cortejo fúnebre conduce a la protagonista a su última morada.

En resumen, Alceste es una obra bien dirigida y mejor adaptada, cuya única pega sería que en ocasiones sus actores, por lo demás muy acertados, hablan demasiado rápido, lo cual no debe hacerse, especialmente durante aquellos diálogos en los que se concentra el mensaje del autor.

Compartir el artículo

stats