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El síndrome del cuello roto ataca a los jóvenes más tecnoadictos de las Islas

El Archipiélago registra un incremento del número de pacientes afectados por la patología, como consecuencia del uso prolongado de dispositivos móviles

Una joven hace uso de su teléfono móvil. EFE

El Archipiélago ha registrado un aumento del número de pacientes jóvenes afectados por el síndrome del cuello roto, a lo largo de la última década. Así lo pone de manifiesto el doctor Maximino Morales, médico adjunto al Servicio de Traumatología del Hospital Vithas Santa Catalina de la capital grancanaria. "Llevo más de 30 años trabajando y puedo decir que la incidencia de esta patología ha incrementado desde el boom tecnológico, y es la gente joven la que más hace uso de estos dispositivos", sostiene el profesional sanitario. Siguiendo esta línea, y según explica el especialista, al utilizar los smartphones y las tablets "nos olvidamos de las posturas que estamos adoptando". Un hábito que, a propósito, se asocia a una sujeción incorrecta de los diferentes artilugios. "El hecho de estar permanentemente mirando hacia abajo produce una distensión de los trapecios y de los paravertebrales cervicales, lo que ocasiona la contractura posterior", apunta el doctor Morales.

Precisamente, sobre las malas posturas, explica que lo peor de todo es que "contribuyen a cargar unos músculos que son muy poco potentes, y esto hace que el riesgo de lesión sea aún mayor", determina el especialista. Por esta razón, el médico del hospital capitalino recomienda "evitar" sostener estos objetos en un ángulo que abarque el hombro y el rostro, "porque estas acciones son realmente nefastas para nuestra salud cervical". Sin embargo, a juicio del doctor Morales es "fundamental" practicar ejercicio físico con el fin de evitar la aparición de esta dolencia. "La actividad física contribuye en gran medida a fortalecer la musculatura, por lo que será más difícil que se produzcan contracturas", apostilla.

Hábitos

Entre los ejercicios idóneos para eludir este síndrome, la natación se consolida como el mejor hábito para lograr este fin. "En las Islas tenemos la gran suerte de estar rodeados de agua y la natación es excelente para fortalecer la musculatura de toda la espalda, e incluso del cuello", aclara el doctor. No obstante, también son adecuados otros deportes como el yoga y el pilates para relajar los músculos. Asimismo, a estas actividades cabe sumarle la acción de evitar mantener una misma postura durante un largo período de tiempo, "porque esto hará que nos contracturemos a pesar de que estemos en muy buena forma física".

Ante esto, el profesional apuesta por mantener los terminales a la altura de los ojos "con el fin de evitar bajar demasiado la cabeza". "Pero lo cierto", prosigue, "es que el asunto es mucho más complejo, porque para nosotros es más cómodo escribir con el teléfono móvil a la altura del pecho, aunque esto perjudique a nuestro cuello y a nuestros hombros".

Además, para todos aquellos pacientes que se encuentren afectados por esta dolencia recomienda llevar a cabo "unos estiramientos progresivos, varias veces al día". Y especifica que, las principales víctimas de este síndrome "son aquellas personas que se ven obligadas a pasar demasiado tiempo delante de un ordenador en sus puestos de trabajo". Y añade que, "si a esto le sumamos el mal uso que puedan realizar de sus teléfonos móviles fuera del trabajo, la situación se complica mucho más".

Consciente de la problemática, para este último caso el traumatólogo aboga por realizar breves descansos cada dos horas de actividad laboral. "Mi recomendación es que pongan una alarma para que pasado este tiempo se levanten de sus asientos y practiquen estiramientos de entre 10 y 15 segundos. Insisto en que es la prolongación de una misma postura lo que provoca dolores y contracturas".

Por lo que concierne al perfil mayoritario de las personas que sufren las consecuencias de esta enfermedad, el traumatólogo se reafirma al citar a los jóvenes, y hace especial hincapié en el sexo femenino. "Habitualmente la mujer tiene una masa muscular menos desarrollada que el hombre, y sufre dolores cervicales con más asiduidad. Pero es una cuestión biológica, y no de una mayor adicción", enfatiza.

En cuanto a la sintomatología vinculada a esta dolencia, las cefaleas representan una de las formas más comunes de manifestación de la enfermedad. "Me gustaría aclarar que estarían asociadas a una irritación de los nervios craneales, que se encuentran en la región occipital y van hacia la frente. Esto es lo que ocasiona las molestias", dice.

No obstante, los dolores en el cuello, los hombros y la espalda son otros de los signos de alerta. Pero a estos episodios hay que añadirles la limitación de la movilidad que en ocasiones causa a los individuos, "puesto que al girar el cuello el dolor se hace bastante intenso". Asimismo, en casos más graves "tiene lugar una irradiación hacia las manos, porque se produce una irritación de las raíces nerviosas del propio cuello", destaca el facultativo.

El síndrome del cuello roto es una patología que se produce como consecuencia de una contractura en la musculatura cervical, que provoca intensos dolores en aquellos sujetos que la padecen. Está afección es fruto de las malas posturas y del estrés, "pero también guarda relación con la falta de ejercicio físico", asegura el especialista del hospital Vithas Santa Catalina. Sin embargo, según indica el doctor, conviene hacer un diagnóstico diferencial "porque puede darse el caso de que exista una patología de base, como puede ser la artrosis cervical, o una hernia discal. Estos son solo algunos ejemplos".

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