Las primeras gafas de realidad virtual y aumentada diseñadas en Canarias ya se pueden adquirir a un precio de 179 euros tras cinco años de desarrollo industrial y medio millón de euros de inversión, anunció ayer el director ejecutivo de la empresa isleña Eyedak, Miguel Schiaffino, durante la presentación del dispositivo Vrase para teléfonos móviles en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de la capital grancanaria.

A la venta a través de internet en vrase.com, la primera serie, fabricada en Galicia y denominada Discovery, se limita a una oferta conmemorativa de 300 unidades, aunque “ya tenemos la capacidad para realizar progresivamente pequeñas producciones de millar en millar porque requiere mucho capital”, explicó Schiaffino antes de detallar que la financiación procede de diversos socios privados, isleños en su mayoría, además de 80.000 euros logrados mediante de una campaña de micromecenazgo. En su opinión, “si vienen bien las ventas, entre otras variables, para guardar un equilibrio de inversión y comercialización, se podrá crecer más rápido a lo largo de 2019, realmente, el mercado dirá, decidirán los usuarios si están contentos con el producto”.

Aunque ya existen dispositivos similares en el mercado mundial, “la primera diferencia es la alta calidad de las lentes, específicas, costosas, realizadas a mano, únicas, diseñadas para no dañar la vista al tener un smartphone muy cerca de los ojos y para ofrecer la mejor experiencia posible en todos los aspectos, es verdad que varía mucho por la calidad de la pantalla o el contenido porque somos un vehículo y el sitio de destino dependerá del usuario”, precisó el máximo responsable de la compañía emergente (start-up) Eyedak, que para mediados del próximo año prevé ofrecer el accesorio óptico Adaptatio con diversas graduaciones para las personas con deficiencias visuales. Entre varias innovaciones con respecto a otros productos, Schiaffino también citó la compatibilidad con todo tipo de teléfonos móviles inteligentes (hasta unas dimensiones máximas de 16x85x10 milímetros), la durabilidad garantizada sin obsolescencia programada o la unión de las experiencias virtual y aumentada hasta crear el concepto de “realidad visual”.

Invento revolucionario

Sin embargo, la principal novedad radica en la propia originalidad, en una idea pionera como el diseño y fabricación de unas gafas donde introducir el móvil, patentada en 2013.

Una ocurrencia “potente y sencilla, revolucionaria”, según Miguel Schiaffino, pese a las iniciales reticencias del sector tecnológico. “Fue bastante sonado, salimos en toda la prensa internacional, aunque no todo el mundo se mostró de acuerdo y fuimos tachados por la revista más leída sobre el sistema operativo (Android Police) como ‘el ridículo del sábado’, continúa online el artículo, ‘Vrase es la solución perfecta a un problema que nadie tiene”, recordó el emprendedor para rematar que, un lustro después, “los productos que utilizan esta idea suponen el 84% del mercado de la realidad virtual y aumentada del planeta, 14 millones de dispositivos”.

Sin embargo, ninguna firma reconoce ahora el invento isleño, con patente incluida, al replicar las gafas para móviles, lamentó Schiaffino al “reivindicar el nacimiento canario de una idea innovadora usada en todo el mundo”. A su juicio, “hay muy poca seguridad en el mundo actual, sacas un dispositivo con alguna innovación y enseguida tienes a los chinos copiando, de hecho, ahora mismo en el museo se pueden ver otras gafas que son copia de nuestra idea y ninguna empresa nos ha contactado, pagado la patente ni nada”.

Y no supone una anécdota el plagio porque “vamos hacia un mundo más interconectado, con más tecnología, somos smartphone dependientes y estimo que 6.000 millones de personas, aproximadamente, utilizarán este tipo de dispositivos en las próximas décadas, en 10 o 15 años, se multiplicará por 400 el número de usuarios”, calculó el director de Eyedak, que sorteó unas gafas Vrase entre el público y entregó otras a José Gilberto Moreno como director-gerente del Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología para su exhibición y utilización por los futuros visitantes del recinto capitalino. A pesar de la repercusión global de las gafas isleñas de realidad visual, Miguel Schiaffino consideró “muy atrevido” comparar al Archipiélago con Silicon Valley (California, Estados Unidos) y China, aunque reconoció que “Canarias tiene una serie de cuestiones muy interesantes que, si se pueden explotar, sería maravilloso, por ejemplo, el clima para atraer talento y desarrollar productos como Vrase”.