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Entrevista | Daniel Rodríguez

"Usamos la tecnología en la obra para narrarla de un modo distinto"

"Pretendemos resaltar el mundo imaginario, la fantasía clásica con valores como la amistad y el respeto", reseña el director de teatro

El director del musical 'El regreso de Peter Pan', Daniel Rodríguez. LA PROVINCIA / DLP

Vuelve Peter Pan, ya está en los cines la nueva Mary Poppins, etc... ¿Ya no nacen nuevos personajes en el género musical?

Supongo que sí, pero los clásicos lo son por algo y es normal que en determinadas fechas, sobre todo, se quieran revivir determinadas historias. Por lo general, soy más de la nueva creación que de las versiones, pero hay cuentos que merecen ser contados una y mil veces. En este caso nosotros estamos haciendo uso de la tecnología para narrarla de un modo diferente. No nos vamos a limitar a ponerla en pie de una forma tradicional.

¿Son esos mitos inolvidables una reacción frente a la creciente manía de las pantallitas?

Puede ser. Realmente creo que en ese sentido Peter Pan es, a lo mejor, una obra y un personaje que rellenan ese cambio de paradigma que tenemos ahora sobre el enfoque de la infancia y la juventud, precisamente porque se trata de una representación donde la imaginación mueve las cosas. En Nunca Jamás se come y se vuela con la imaginación. A lo mejor es casi más necesaria que nunca esa reivindicación del motor imaginativo interno de cada niño y no tan niño, no para plantarle cara a la tecnología, porque no creo que sea tampoco el camino, pero sí veo que hay un abuso de entretenimiento fácil, instantáneo, con las pantallitas. Para eso que mejor que el teatro, algo totalmente desvirtualizado aunque nosotros, paradójicamente, utilizamos bastantes pantallitas en escena, pero por el bien mayor.

¿Qué edades son ahora más abiertas al impacto de las fantasías clásicas?

No lo sé, pero creo que, de alguna forma, las fantasías clásicas hoy en día tienen un cariz casi más romántico y nostálgico. Pienso que hoy, sin evitar cautivar a los niños, tienen un espectro mucho más amplio. Antes, los dibujos animados y los cuentos estaban mucho más destinados a los jóvenes y a los pequeños, pero actualmente las generaciones que lo vivieron de pequeños son más permeables. Creo que esas fantasías clásicas actualmente son un poco más accesibles y hay menor miedo de los adultos a disfrutar de ellas también o de consumir productos relacionados con ellas, lo que llamamos el famoso síndrome de Peter Pan.

En su espectáculo, Peter cruza el espejo en sentido inverso, volviendo al mundo infantil de las décadas pasadas. ¿Se proponen recuperarlo y refrescar la imaginación de los niños actuales?

Creo que ese reenfoque a recuperar la imaginación es útil y necesario, pero tiene que ver más con una educación global y educación a los educadores. Nosotros lo que pretendemos es destacar ese mundo imaginario, esa fantasía clásica que también resaltaba valores como la amistad, la colaboración o el respeto. En esta ocasión, Peter Pan vuelve porque ha dejado de ser un niño. Tiene que reencontrar esos valores y a ese joven que lleva dentro para resolver su problema.

¿Qué encuentra el espectador en el Nunca Jamás de su musical: algo nuevo o el conocido camino hacia el amanecer?

El espectador encontrará un Nunca Jamás diferente, un poco más adulto, porque hoy en día los niños no necesitan tanto ese diálogo y esa estética de excesiva infantilización. El cine ha hecho mucho por ellos. Incorporamos a Nunca Jamás muchos detalles del cine. Es un lugar más realista, un poco más serio a nivel estético, con vestuario también más realista, sin olvidar que se trata de un espectáculo infantil en que mantenemos esa especie de inocencia que hay bajo los niños perdidos, incluso de los piratas.

¿Cómo presentan las músicas y canciones de una obra tan conocida como esta?

La música y las canciones son propias, hechas expresamente para este espectáculo. Las hemos compuesto entre Enrique Fernández Villamil y yo para bandas en directo. Las músicas, en este caso, las hemos utilizado, no sólo como la herramienta normal de un musical que incluye estos pasajes insertos en la acción, sino que además presuponemos que no todos los niños conocen la historia de Peter Pan como la podíamos conocer nosotros a su edad y nos estamos refiriendo al regreso de este personaje. De modo que empleamos también las canciones como herramienta narrativa para contar quiénes son los niños perdidos de la obra original, quién es el capitán Garfio en realidad, quién era Peter Pan o qué es Nunca Jamás. Suponen un recurso de flashback para poner en antecedentes a los niños y que todo el mundo tenga la información para disfrutar de esta segunda parte de la historia.

Peter, Wendy, Campanilla o el capitán Garfio forman un grupo entrañable de personajes imaginarios. ¿Lo sienten así los pequeños de hoy?

No lo sé. Realmente es una de las dudas que han envuelto el proceso de poner en marcha la obra, cuánto de Peter Pan hay que contar o cuánto ya se sabe. Creo que no es tan referencial como hace 15 años porque han surgido nuevas referencias también en la fantasía, incluso las hay con un enfoque radicalmente diferente al de antes. Peter Pan tiene además, unos 100 años. Obviamente, los niños de hoy en día piensan en unos iconos más cercanos a su forma de ver el mundo. Aún así se sigue observando que el personaje sigue en boga porque hace poco se han vuelto a hacer películas sobre él, lo que demuestra que el poder de la historia es muy grande. Permite que el protagonista siga vivo muchos años después y que los niños se sigan identificando y se sientan atraídos por el relato.

¿Piensa entonces que este regreso funcionará en el mundillo hiperdigital de ahora?

Hemos intentado en este mundillo hiperdigitalizado abrir un camino de comunicación común. Utilizamos proyecciones también porque en un entorno audiovisual hemos apostado por un enfoque en ese sentido. El ritmo de la obra pretende ser mucho más cercano al del cine de comedia o de aventuras que al teatro, que parece algo más pausado. Intentamos que la acción no pare nunca, precisamente porque no somos ajenos a que hoy en día se procesa la información de forma diferente a otras épocas, sin rehuir nunca de que estamos haciendo teatro, pero sí es verdad que aprovechamos esa fantasía mediante un mundo virtual imaginario. Pretendemos, pues, acercarnos mucho al diálogo moderno.

¿Proyectan seguir en línea de actualización de los musicales que nos sedujeron a nosotros, los mayores?

La verdad es que no suelo hacer muchos musicales, de modo que no creo seguir exclusivamente ese camino, pero la experiencia es muy divertida y permite muchos matices. Espero que no sea el último, no sé si recuperando clásicos o generando historias nuevas. Me gustaría continuar con esa fantasía infantil paralelamente con la comedia para adultos.

¿Con qué títulos y personajes le gustaría trabajar?

Con Alicia en el país de las maravillas. Es otro mundo muy auténtico del que estaría bien poder aportar una visión personal. Sería una buena continuación de la fantasía. Una de las cosas que más he disfrutado de Peter Pan es el proceso de intentar, sin dejarse influenciar mucho por lo que ya hay de Nunca Jamás, visualizar un Nunca Jamás propio.

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