Con la entrada del año nuevo, los seísmos en Canarias se han intensificado, con grados de fuerza que no son perceptibles, ya que sus magnitudes oscilan entre 1,5 y 2,8 según la escala sismológica de Richter, pero sí con continuidad.

Tanto es así que desde la madrugada del día 1 hasta la de este jueves, 3 de enero, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado hasta siete temblores que han tenido lugar en diferentes zonas de las islas de Tenerife y El Hierro.

En un intervalo de un minuto, Tenerife ha tenido seis temblores de magnitudes que oscilaban entre los 1.0 y 2 grados.

El primero comenzó a las 03.01 horas de la madrugada del día 1 en el área marítima canaria del Atlántico, con una magnitud de un 1,6 y a 33 kilómetros de profundidad. A partir de este temblor los demás se han ido acercando a la isla de Tenerife a menor profundidad y con intervalos de magnitud mayores hasta desplazarse hacia El Hierro.

Los más importantes, con un 1,7 y un 2,8 de magnitudes han sacudido en dos ocasiones la zona de El Pinar de El Hierro. El primero ha ocurrido en la noche del día 2, a las 21.56 horas, a 10 kilómetros de profundidad. Mientras que el segundo, con un 2,8 de magnitud, ha tenido lugar a las 02.43 horas de esta madrugada a 19 kilómetros de profundidad.

Lo destacable de este enjambre sísmico es que algunos de esos movimientos se han producido en nuevos escenarios que señalan la dispersión en la liberación de energías acumulada subterráneas.

Las otras zonas afectadas son los municipios de Adeje, Vilaflor de Chasna y Guía de Isora de la isla de Tenerife.

No es la primera vez que el IGN detecta una serie de terremotos en Canarias. El último de estos seísmos en hilera tuvo lugar en noviembre de 2018. Esta serie estuvo latente durante 24 horas.