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Los cardiólogos aconsejan limitar a una lata diaria la ingesta de bebidas energéticas

Los especialistas del Archipiélago aseguran que el uso abusivo de estas sustancias puede llevar a muchos pacientes a padecer arritmias, hipertensión y diabetes tipo 2

Los cardiólogos aconsejan limitar a una lata diaria la ingesta de bebidas energéticas

Los cardiólogos del Archipiélago aconsejan fijar en una lata de 250 mililitros el límite máximo de consumo de bebidas energéticas. Se trata de una recomendación que se extiende a todos los individuos sanos, mientras que para aquellos que padezcan algún tipo de enfermedad coronaria su uso está completamente contraindicado. Así lo sostiene Eduardo Caballero, jefe de servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. "Hay que tener en cuenta que un mal uso de estas bebidas puede producir efectos adversos importantes en la salud de las personas, incluso en aquellas que no sufren ningún tipo de patología previa", indica el especialista. Unas palabras que secunda el doctor Daniel San Román, miembro del servicio de cardiología del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil y profesor asociado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), que además agrega que "estas bebidas contienen niveles de cafeína muy elevados, y es necesario saber que todos los individuos no reaccionan igual a esta sustancia".

Siguiendo esta línea, el pasado mes de noviembre, durante la celebración de la reunión anual de la American Heart Association -Asociación Americana del Corazón- se puso en relieve que una sola bebida de estas características era capaz de elevar la presión arterial y los niveles de cortisol de los consumidores. Ante esto, el profesional del Hospital Insular determina que "el peligro de estos líquidos es que concentran grandes dosis de cafeína y azúcares, que en muchos individuos puede provocar un aumento importante de los niveles de la presión arterial y del estrés, además de contribuir al desarrollo de patologías como la diabetes tipo 2".

Evidencias

De hecho, según el doctor Caballero, ya existen evidencias que demuestran que cuando una persona sana ingiere este tipo de bebidas se produce un aumento de la presión arterial sistólica, diastólica y de la frecuencia cardíaca durante las primeras cuatro horas de la ingesta. Pero eso no es todo, a esta realidad hay que agregarle el ritmo con el que se consume el refresco. "El café, al ser una bebida caliente, se bebe más lento. Pero las bebidas energéticas se toman frías, y por tanto, más rápido, por lo que los picos de cafeína son aún más altos en menor tiempo", comenta.

Otras investigaciones demuestran también que las citadas bebidas producen un aumento de la contractilidad cardíaca, por lo que los consumidores asiduos pueden ser más propensos a presentar arritmias e hipertensión. "Algunas arritmias pueden ser benignas, pero otras pueden inducir muerte súbita en aquellos individuos que tengan algún tipo de predisposición", manifiesta el profesional del Doctor Negrín.

Insulina

De los azúcares, el doctor Caballero enfatiza que los envases de estos refrescos suelen concentrar entre un 10 y un 15% de glucosa. "Pero en algunos casos se incorporan también edulcorantes que contribuyen a la ganancia de peso, a la resistencia de la insulina, y a una mayor incidencia en la alteración del metabolismo de la glucosa".

Asimismo, en relación a la cafeína, resalta que no todas las bebidas energéticas son iguales, pudiendo variar la concentración de esta sustancia de unas marcas a otras. "Existen muchas marcas, y cada una presenta componentes diferentes. Todas ellas tienen dosis de cafeína que suelen equivaler a más de una taza de café. Pero a esto hay que sumarle el nivel que puede estar presente en los extractos de las hierbas que contienen estos refrescos, lo que puede elevar la cantidad a dos tazas", determina.

Así, entre los componentes más habituales, el doctor Caballero destaca la taurina, el ginseng y la carnitina. Por lo que respecta al primero, el especialista explica que se trata de un aminoácido que está implicado en muchas funciones del cuerpo tales como la modulación del sistema neurológico, de las membranas celulares y de los niveles de calcio. "Pero muchos estudios hablan de un posible vínculo con la aparición de arritmias".

Por lo que respecta al ginseng, es una planta que produce una vasodilatación - que no tiene por qué ser un efecto negativo- "pero se ha observado relación con la aparición de efectos adversos como cefaleas, insomnio, y trastornos gastrointestinales", argumenta el doctor Caballero.

Por último, la carnitina -un componente que se ingiere a través de la dieta y que también produce el propio organismo- tiene la capacidad de acelerar el metabolismo de los ácidos grasos. Sin embargo, son muchas las personas que la consumen con el fin de mejorar su rendimiento a la hora de practicar ejercicio físico. "Pero lo cierto es que no hay ensayos que avalen esta capacidad", garantiza el profesional sanitario.

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