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Sonrisas rumbo al quirófano

Pequeño Valiente y el Materno crean un plan para reducir el estrés de la cirugía a niños con cáncer

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Presentación del proyecto 'Risopérate' en el Materno Infantil

Acudir al quirófano en un coche eléctrico acompañado por una corte de voluntarios guiados por el payaso Pepón, dispuestos a sacarte la sonrisa. Este es, en esencia, el objetivo del proyecto Risopérate, ideado por la Asociación Pequeño Valiente para la Unidad de Oncohematología del Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias, con el fin de reducir el estrés y la tensión de los menores con cáncer que se tienen que someter a una intervención quirúrgica.

"La iniciativa surge de nuestro payaso, Pepón, y para llevarla a cabo hemos contado con la ayuda de empresas como la cadena RIU y la Clínica Dental Quezalba que han apostado por el proyecto para que los niños vayan al quirófano sin estrés, más tranquilos, y los padres también", indicó ayer el presidente de Pequeño Valiente, José Juan Jerez, durante el acto de presentación de Risopérate, en el que estuvo acompañado por Víctor Naranjo, gerente del Complejo Hospitalario Insular-Materno Infantil .

La idea, en la que la Asociación lleva trabajando desde hace un año, se llevará a cabo a demanda de los padres, y en colaboración con el equipo médico. "Se lo daremos a todos los que quieran. Dos días antes de la intervención hablaremos con ellos, vendrán los voluntarios con Pepón para que acompañen al niño, y esa ruta al quirófano sea lo más alegre posible", indicó Jerez, que avanzó que el programa se extenderá a otros servicios del Materno si los padres y los niños ingresados lo demandaran.

El objetivo es utilizar un coche eléctrico donde irán los menores de seis años, o camillas y sillas de rueda para los más grandes, y todos guiados rumbo al quirófano por un grupo de payasos voluntarios, con Pepón al frente.

Para el gerente del citado Complejo hospitalario, el proyecto contribuirá a que los niños, tanto durante su estancia en el hospital como el día en que se deben someter a una cirugía, estén más cómodos, y a restarle agresividad al entorno hospitalario. "Todos estos esfuerzos que se realizan en colaboración con Pequeño Valiente, RIU y nosotros vienen a aliviar la tensión y la sensación de disconfort que pueden tener los niños durante su estancia hospitalaria", apuntó el doctor Naranjo.

Al programa también se le ha sumado la donación de un gran tren, fabricado con material de reciclaje y donado por RIU, que se va a colocar en el acceso a Consultas Externas, para que los niños puedan montarse y hacerse fotos.

Este tren, que ayer hizo las delicias de Alberto, Nayeli, Pablo o Desirée, fue construido por el jefe de mantenimiento del hotel RIU Don Miguel, Abdiel Carrión, con palés y material reciclado y muchas horas de trabajo. "He tardado más o menos dos meses en construirlo, en los ratos libres, pero ha merecido la pena el esfuerzo", señaló Carrión, que al ver ayer la alegría de los pequeños en el Materno mostró su satisfacción por "poder ayudar un poquito aunque sea".

El "motor" del proyecto Risopérate es Pepón, el payaso de la Asociación Pequeño Valiente, que tuvo la oportunidad de ver un plan similar en un hospital en Francia, y trasladó la idea al presidente de la Asociación, quien lo secundó sobre la marcha. "Cuando vienes los fines de semana al hospital y estás en contacto con los niños, lo que quieres es alegrarles el día, que sean felices. Siempre buscamos la manera de que estén cómodos y sacarles una sonrisa. Y con este objetivo nace el itinerario hacia el quirófano, Risopérate, que consiste en llevar a los niños, siempre y cuando los padres lo soliciten, al quirófano para que el camino sea ameno, divertido y quitarles tensión".

La idea ha sido muy bien acogida entre los padres de los pequeños. Es el caso de Mary Caballero, la madre de Nayeli, de 9 años, que lucha desde hace uno contra la enfermedad. "No es lo mismo ver a un niño en una cama que verlo divirtiéndose en el hospital. Ellos están luchando por su vida pero con algo divertido. Mi hija participa en todo lo que sea. Esto es una lucha constante, caen y vuelven a levantarse como si nada. El otro día estuvo ingresada, sin plaquetas, sin sangre... y bailando y cantando, ni el médico se explicaba como tenía esa fortaleza. Es la lección de vida que me da cada día, está todo en la cabeza, si eres positivo nada tiene por qué salir mal".

Para Nayeli, tanto el tren como el coche "están genial", pero lo que más le gusta es el payaso Pepón, "porque hace cosas de risa, y también me encanta su actitud, y como se comporta". De hecho cuando le preguntan a la pequeña de 9 años qué más le gustaría tener en el hospital, ella responde que el payaso. "Ojalá viniera todo los días", afirma la pequeña que, de mayor, quiere ser profesora y cantante.

Pablo, que a sus 4 años lleva dos luchando contra la enfermedad con una gran fortaleza, se debate entre montarse en el coche o en el tren, y finalmente tira más por el segundo. Su padre, José Miguel Gamarra, confiesa su gratitud por proyectos como Risopérate. "Todo lo que sea estimular y hacer más agradable el día a día de los niños aquí, me parece maravilloso".

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