La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias proyecta trasladar el servicio de urgencias del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria al edificio en desuso del antiguo Colegio Universitario de Las Palmas (CULP), iniciativa pendiente de una negociación a tres bandas ya que la propiedad y gestión del inmueble atañen a otras dos instituciones públicas. Cedido por el Cabildo grancanario a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el recinto permanece cerrado desde que en 2017 se trasladaron a las nuevas edificaciones de la Facultad de Ciencias de la Salud, en el campus de San José, algunas salas de estudio, laboratorios y el animalario, últimas dependencias allí instaladas tras 45 años en servicio.

"Ya hablamos con la Universidad y dijo que sí, quiere un laboratorio de investigación conjunta con nosotros en ese espacio, sin problema, también nos viene bien, pero el edificio pertenece al Cabildo, así que estamos en el proceso de buscar un acuerdo para todos", explica el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, que precisamente ejerció el cargo de gerente de la ULPGC hasta septiembre de 2016. A su juicio, "la idea es arreglar el problema de las urgencias del Insular de una vez, resolverlo para siempre, hasta ahora saltaron de sitio en sitio, cambios y ampliaciones, pero necesitamos montar un servicio nuevo, moderno y espacioso para el área sur, definir y dimensionarlo bien, con capacidad de crecimiento".

Levantado por el Cabildo en 1972 sobre un terreno de 6.160 metros cuadrados, justo detrás del hospital, el edificio de la CULP dispone de una superficie aproximada de 18.000 metros (sótano más plantas baja y superior) con amplios espacios comunes y aulas en plano inclinado, diseño copiado de un inmueble similar construido en Upsala (Suecia), según recuerdan desde la ULPGC, entidad heredera de aquel colegio constituido en 1973 y adscrito a la Universidad de La Laguna.

"Pistoletazo de salida"

Allí se impartieron enseñanzas superiores de medicina, enfermería, derecho, filología y geografía e historia dependientes del centro tinerfeño, apuntan las mismas fuentes, aunque también albergó clases de informática y de ciencias del mar de la Universidad Politécnica de Canarias o laboratorios y despachos comunes con el Hospital Insular.

Desde el pasado año, la consejería dirigida por José Manuel Baltar trabaja el futuro traslado de las urgencias del Insular al CULP y, de hecho, ya realizó el "pistoletazo de salida" de la idea mediante una visita al edificio clausurado, contactos entre administraciones implicadas y, sobre todo, la redacción del plan funcional.

"Vamos un par de pasos por delante", admite el máximo responsable del SCS, "pero no encargaremos el proyecto hasta que se firme la cesión". Por tanto, el plan todavía carece de plazos, menos aún de presupuesto, al depender de un acuerdo de tres instituciones públicas, condicionado para Gobierno y Cabildo por la celebración de las elecciones autonómicas y locales a finales de mayo.

Aunque "la mayor parte" del inmueble se propone destinar al servicio de urgencias, "también instalaríamos algunas consultas externas para liberar espacio en el complejo y más de 100 camas de media y larga estancia", detalla Conrado Domínguez en referencia, justamente, al aumento de las unidades de hospitalización como uno de los principales objetivos de la Consejería de Sanidad junto al crecimiento en quirófanos. De hecho, el número dos del departamento autonómico anunció a finales de 2018 un plan de reactivación del Hospital Juan Carlos I de la capital grancanaria durante los primeros meses de este año, es decir, el aprovechamiento de las dos últimas plantas del antiguo recinto militar, ahora en desuso, para la instalación de 60 a 80 camas de media y larga estancia junto a cuatro o cinco quirófanos de cirugía mayor ambulatoria.

Dos millones al Juan Carlos I

Dependiente del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el Juan Carlos I recibirá una inversión de dos millones de euros que permitirá superar y diversificar su actual utilización, cifrada del 40 al 50% de su capacidad y destinada a salud mental, rehabilitación para menores de edad del Materno-Infantil y dependencias de la empresa pública Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC, con tareas como Servicio de Urgencias Canario o Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 1-1-2).

Antes de afrontar la operación en el capitalino barrio de San Francisco, que reducirá el ingreso de pacientes crónicos y geriátricos en clínicas privadas concertadas, el Doctor Negrín ya estrenó a principios de este año la ampliación del servicio de urgencias en 300 metros cuadrados para aumentar de 28 a 116 boxes su capacidad tras invertir 250.000 euros. Una mejora similar experimentó el Insular durante el pasado abril, cuando se inauguró una extensión de 250 metros en urgencias para disponer de 14 camas, una consulta de evaluación psiquiátrica y área de trabajo profesional con un presupuesto de 627.000 euros al incluir en una fase anterior el traslado de casi 800 metros del servicio radiológico.

Actualmente, el servicio de urgencias del centro ubicado en la Vega de San José cuenta con 77 puestos de atención asistidos por 28 médicos, 93 enfermeras, 66 auxiliares de enfermería y 37 celadores (más cinco profesionales en cada una de las tres últimas categorías tras la apertura del área de transición en enero al activarse el plan de contingencia) para una población de referencia de 374.446 tarjetas sanitarias de personas adultas en el área sur grancanaria, informaron desde el Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil. Durante el pasado año atendió a 79.512 pacientes, con una media de 218 ciudadanos por jornada y un 13,8% de ingresos hospitalarios, una tendencia creciente en demanda asistencial (71.372 anuales con 195 diarios en 2015 y 78.568 con 215 dos ejercicios después) que pretende aliviar el Hospital Insular con el traslado del servicio de urgencias al CULP.