Entre 1924 y 1964, el espacio donde hoy se levanta el Corte Inglés de Callao fue ocupado por el mítico hotel Florida, que con su continuo ir y venir de artistas e intelectuales se convirtió en meca cultural de la capital y, durante la Guerra Civil, alojó a testigos clave de la contienda como EHemingway o Saint-Exupéry.

Mientras España se desangraba, el Florida fue el corazón de Madrid y, también, en cierto modo, el del mundo, como reza el lema del programa de actividades con el que se rinde homenaje esta semana al establecimiento, de cuya apertura se cumplen 95 años el 31 de enero.

Una placa instalada por el Ayuntamiento recuerda desde ayer la historia de este hotel, que el periodista británico Sefton Delmer describió como el "más amigable, más divertido y más repleto de aventuras" en el que jamás se había alojado.

Ernest Hemingway, Antoine de Saint-Exupéry, John Dos Passos, André Malraux, Robert Capa, Martha Gellhorn o Sefton Delmer firmaron sus reportajes de guerra desde el Florida, en cuyos pasillos convivían con soldados de las Brigadas Internacionales y otros personajes como Sidney Franklin, apodado el torero de Brooklyn, o Errol Flynn. Las crónicas hablan de un incesante "ajetreo de periodistas, milicianos, espías y prostitutas", y el escritor alemán Gustav Regler llegó a describir el hotel como "un burdel ruidoso".

Ubicado a escasos metros de las primeras barricadas de la Gran Vía, el Florida fue alcanzado por más de 30 obuses durante la guerra.