La venta de discos de vinilo no cesa de crecer en los últimos años. Los mercadillos de antigüedades están cada vez más poblados. Y el libro de segunda mano sigue gozando de un gran éxito. En tiempos en los que la vida se hace más digital y menos analógica, la pulsión nostálgica del hombre sigue conservando un indudable tirón social y también comercial. La cultura televisiva, la moda y la tecnología de décadas anteriores - en especial las de los 80 - son cada vez más populares y crece el interés por revisitar y redescubrir aquellos fenómenos. ¿A qué se debe? ¿Es la nostalgia una respuesta al devenir de la época actual, donde la rapidez de los acontecimientos y el ritmo estresante de la realidad hace que los momentos y los recuerdos sean más volátiles?
"Occidente dispone de la ciencia y del mito del progreso económico para sentirnos más seguros ante la incertidumbre. Sin embargo, desde hace un tiempo no tenemos tanta confianza en esto. Creemos que los avances tecnológicos son buenos, porque significan que progresamos. Pero ya no sabemos hacia donde, y nos refugiamos en el pasado", dice la antropóloga Noemi Villaverde, experta en fenómenos culturales y autora del libro 'Una antropóloga en la luna'. Detrás del clásico choque generacional que suele salir a la luz entre padres e hijos -“la música de mi época era de verdad, no la de ahora" -, se esconde el mecanismo de la memoria, "tramposa y selectiva", como explica José Errasti, profesor de Psicología en la Universidad de Oviedo. "La memoria no es un reflejo fiel de la realidad, reelabora el pasado según le convenga. Siempre nos va a hacer recordar los mejores momentos. En la juventud existen problemas, pero hay circunstancias objetivas que nos hacen recordarlas con agrado. Es una época de nacimiento de las pasiones: el primer amor, el primer viaje...", explica.
Gráfico: Izaskun Garaizabal Fotos: www.elrincondeljuguete.com
Internet está redefiniendo la realidad política, económica y cultural en todo el mundo. Desenvolverse en ese nuevo paradigma es más complicado para unos segmentos sociales que para otros. No solo para las personas de edad avanzada, sino también para aquellas de edad media, advierte el profesor Errasti. "No pueden tener la misma soltura que un nativo digital y es posible que ante este mundo tan complejo tengamos la tentación de volver la mirada al mundo de antes. Por eso la nostalgia es un escape pasajero. Hay un miedo ante una vida que se nos hace cada vez más compleja", añade. Ese componente de vértigo ante el cambio, entre otras razones, puede explicar este renacimiento de los fenómenos 'retro' y 'vintage' que se comprueba de manera cotidiana.
Objetos de uso cotidiano en los 80 y que vuelven con fuerza: cassettes musicales, un reloj digital y una chaqueta vaquera. Shutterstock
"Las aficiones que tienes en la adolescencia son las que te marcan", dice Josetxo Malanda, secretario de 'Retroacción', una asociación que tiene como objeto la divulgación de todo lo relacionado con la informática clásica y los primeros videojuegos: ordenadores Spectrum y Amstrad, las consolas de Nintendo y Atari... El pasado año celebraron los 40 años de 'Space Invaders', uno de los primeros 'arcade' y conocido también como 'El juego de los marcianitos'. "Lo 'vintage' nunca se ha ido, lo que pasa es que ahora se potencia y se vende más. Las marcas lo están viendo y sacan nuevas reediciones de los viejos juegos", explica.
Si hay alguna década a la que se 'regresa' de forma cada vez más recurrente es la de los 80. La última película sobre la banda de rock Queen es el último episodio del interés por una época que en España asistió también a importantes transformaciones culturales al amparo de la recién restaurada democracia: los grupos de 'La Movida', nuevos formatos televisivos como 'La Bola de Cristal' o el cine de Almodóvar. En el plano deportivo, muchos aficionados consideran que el fútbol de entonces, aunque peor técnicamente que el de la actualidad, es más auténtico.
Dos de las primeras consolas de videojuegos: la Atari 2600 y la Nintendo Entertainment System. Retroacción
También el mundo del juguete vivió su era dorada en los 80. Lo sabe bien Marcos Calvo, responsable de 'El Rincón del Juguete', tienda dedicada a la compra y venta de juguetes antiguos y que comenzó su actividad a causa de su propia pasión por el coleccionismo de los objetos con los que jugaba en su infancia. "Los niños de esa época están ahora entre los 40 y los 50 años y muchos tienen un poder adquisitivo medio-alto. Les gusta hacerse con estos juguetes porque tienen el recuerdo de entonces o simplemente porque entonces sus padres no podían comprárselos", resalta. Juguetes como el juego de piezas de construcción Tente, el Scalextric, las muñecas Nancy, los 'clicks' de Playmobil, los juegos de mesa... "La de los 80 es una cultura muy llamativa y acorde a los gustos de ahora, que tienen que ver con sentirse únicos a través de la ostentación", subraya la antropóloga Noemi Villaverde.
"La pirámide de población va a seguir envejeciendo y cada vez va a haber más demanda de esta clase de productos", dice el profesor de Psicología José Errasti. Las industrias culturales lo saben y se están volcando en estas franjas de edad. "El sistema de mercado sabe bien que los instintos primarios, los sentimientos, son un buen mecanismo en la publicidad. Creemos que compramos como ‘Homo Economicus’, como seres racionales y calculadores, aunque en realidad lo hacemos a base de golpes emocionales. Y la nostalgia lo es", concluye Noemi Villaverde.
