"Hago vida normal, perfectamente, me canso un poco, como las pájaras de un ciclista, pero otros días me levanto y me como el mundo", destacó ayer Mercedes Domínguez, primera paciente sometida en Canarias a un trasplante de progenitores hematopoyéticos o de médula ósea.

De 57 años y vecina de la capital grancanaria, Domínguez reconoció que "pertenecía a la sanidad privada" cuando recibió el diagnostico de leucemia. "Realmente, los trámites resultaban muy engorrosos, no me sentía cómoda con todo el esfuerzo que me suponían y me pasé a la sanidad pública, es maravillosa, está muy bien preparada, aunque hay que invertir, por supuesto, apuesto por la sanidad pública", remarcó junto al consejero autonómico del área, José Manuel Baltar, y responsables médicos del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

"Confié totalmente en el equipo, nunca sentí vértigo, siempre pensé que estaba en buenas manos", expresó sobre los profesionales sanitarios del Negrín tras mostrarse también "eternamente agradecida" con sus familiares y amigos por su "apoyo incondicional, todo ha sumado y ayudado a la sanación". En su opinión, "cuando diagnostican este tipo de enfermedad, pasas por un estado de shock, amargura y estrés, pero luego decides que vas a estar en el porcentaje de éxito y te preparas físicamente, caminas bastante, te alimentas y descansas bien, por eso, ahora animo a otros pacientes, es posible".

"Realmente, el ingreso no fue tan duro, pasé un poquito peor las sesiones previas de quimioterapia, me debilitaba bastante, incluso en el tercer ciclo empecé a sufrir una reacción alérgica, pero las pequeñas dificultades surgidas se resolvieron porque la vida fluía a mi favor, con tan buena suerte que entonces apareció el donante y no se echó atrás, lo que agradezco donde quiera que esté, es muy triste que se retiren las personas en la lista en el último minuto porque algunos pacientes a la espera no tienen un buen final como el mío", sentenció Mercedes Domínguez para animar a la ciudadanía a participar en la donación de médula porque "un gesto tan sencillo que puede salvar tantas vidas merece la pena".