¿En qué medida considera decisivo lo que suceda a partir de la doble cita electoral del 28 de abril y el 26 de mayo?
Tan decisivo como que vamos a escoger al gobierno de España, el de muchas comunidades autónomas y todos los alcaldes de nuestro país. Así que estamos dando la mano de cartas para los próximos cuatro años. Eso ocurre cada cuatro años, pero es verdad que esta vez la situación tiene aristas muy complejas que, según quién gobierne, se acometerán de una forma o de otra. En cualquier caso, hay que esperar y desear que los políticos tengan vocación de arreglar y no de acabar de estropear.
Tras el escenario político que dibujaron las elecciones andaluzas en diciembre, ¿cree que subestimamos las posibilidades del auge de la ultraderecha en España y que, como dice Manuel Jabois, "nos merecemos a Vox"?
Discrepo de mi admirado Jabois. Hay cosas que nunca nos mereceremos, pero es cierto que no lo vimos venir. Presumíamos en España de no tener un partido de extrema derecha, homologable a otros que han ido apareciendo en las últimas décadas en una buena parte de Europa, y resulta que ese hecho diferencial español se acabó. Lamentablemente.
A este respecto, ¿cree que hay razones para el optimismo?
Pues si los sondeos no están equivocados, el único optimismo que veo es el de los dirigentes de Vox, que están eufóricos con razón. Después de las dos importantes citas electorales que tenemos, veremos las dimensiones del fenómeno. El voto a Vox procede en buena parte de la bolsa de electores del PP, porque Vox es un spin-off del PP, así que habrá que ver si Casado es capaz de convencerles de que voten "al original", como creo que él mismo ha dicho.
La semana próxima vuelve a convocarse una huelga feminista por el Día Internacional de la Mujer, ¿en qué aspectos han cambiado las reglas desde la movilización histórica del pasado 8 de marzo de 2018?
Pues, por ejemplo, yo no he vuelto a escuchar o ver una tertulia en la radio o la tele con 4 o 6 hombres opinando, más el moderador. Ya nadie se atreve a plantear en la comunicación esa anomalía antidemocrática que suponía ningunear al 50% de la población. Es solo un ejemplo. Y desde luego, en la agenda política los temas que atañen o que sufren las mujeres han entrado de lleno. Este es el primer paso, no vamos a descorchar el cava, pero se van andando caminos. Y será bueno que las mujeres piensen bien en ello cuando metan su papeleta en las urnas.
¿Usted va a hacer huelga?
Aún no hemos tomado la decisión, porque vamos a valorarlo todas las mujeres que formamos parte del programa. El año pasado nuestros compañeros se ocuparon de sacar adelante el programa y lo hicieron de forma brillante. Y otra cosa que quiero reseñar es que estamos en una empresa que juega a favor. Estoy segura que si decidimos hacer huelga de nuevo, Atresmedia lo respetará y apoyará. No todas las mujeres pueden decir lo mismo de su empresa.
Desde la relación que establece Pablo Casado entre el aborto y las pensiones a la exigencia de Vox de registrar los datos de las unidades de atención a las víctimas de la violencia machista en Andalucía, ¿el feminismo corre un grave peligro?
Los derechos que, con muchas fatigas y esfuerzo colectivo, hemos ido consiguiendo las mujeres siempre corren peligro porque siempre encontrará la resistencia de los que han vivido con todos los privilegios y no quieren perderlos. Siempre habrá tipos supremacistas que se revuelven ante el avance de las mujeres. También es verdad que no conozco ningún hombre inteligente e interesante que se sienta amenazado por los derechos de las mujeres. Afortunadamente, muchos hombres son excelentes compañeros de viaje.
El pasado 13 de febrero se conmemoraba el Día Mundial de la Radio, ¿cuáles son, a su juicio, los retos principales del periodismo hoy en día?
El gran reto es que la verdad vuelva a tener algún valor. Fíjate que la máxima del buen periodismo era, entre otras, que los datos no son opinables. Los hechos son los hechos y luego están las opiniones, que pueden ser múltiples. Pues bien, el mundo ha evolucionado hacia la irracionalidad, es decir, somos inmunes a la verdad de los hechos o los datos. Si coinciden con nuestra opinión, son hechos ciertos; si no coinciden, los despreciamos. Ese es hoy el cáncer, no del periodismo, sino de las sociedades occidentales.
Y pese a este complejo panorama nacional que comentamos, ¿qué historia o noticia le ha gustado contar recientemente? ¿Y cuál le gustaría poder contar a corto o medio plazo?
Las buenas noticias que hemos contado, que aún estamos contando, es que tarde o temprano la justicia pilla a los corruptos y les envía a la cárcel. No hay nada más desmoralizador para el cuerpo social que ver delante de las narices la impunidad de los poderosos. Pues bien, muchas veces -aunque no todas, es verdad- acaban pagando una parte del daño social que han hecho. En cuanto a lo que me gustaría contar a medio plazo, y ya que estamos cerca del 8M, es que cualquiera de nuestras hijas pueda pasear o volver a casa sin riesgo de ser agredida. Es más, me gustaría contar que en caso de ser víctima de una agresión sexual, no habrá un solo juez con la mirada tan sucia que vea jolgorio y goce sexual. Me gustaría contar que ese tipo de jueces no existen.
