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Entrevista | Hugo Gutiérrez de Terán

"Si queremos atraer a investigadores, en las aulas tiene que hablarse inglés"

"España invierte en ciencia, pero no en su país; a largo plazo está regalando dinero a otras naciones", manifiesta el profesor de universidad en Suecia

Hugo Gutiérrez de Terán. fernando rodríguez

El científico y profesor Hugo Gutiérrez de Terán estudia, muy resumido, "la familia de proteínas que son diana del 30% de los medicamentos que hay en el mercado". Es vicepresidente de la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos españoles en el Extranjero (Raicex).

¿Qué balance hacen en Raicex de este primer año?

Muy positivo. Fue un despegue impresionante. Hasta entonces, estábamos las quince asociaciones de científicos en el extranjero -ahora ya somos 16- independientes. Ahora tenemos más facilidad para comunicarnos, no solo entre nosotros sino también con el Gobierno, agencias estatales y otras organizaciones. Tenemos un único interlocutor, que es la red, porque al final nuestros objetivos son comunes. Hemos estado reunidos con el Ministerio de Ciencia para el plan del retorno. Yo creo que una asociación sola no lo hubiera conseguido.

¿A cuántos representan?

Somos unos 3.500, distribuidos por 16 asociaciones. La última en incorporarse ha sido Holanda, hace un par de semanas. El perfil es de lo más variado, desde estudiantes de doctorado hasta catedráticos de universidad, desde gente que lleva dos años en el extranjero hasta 20.

¿Qué es lo que hacen?

Le puedo contar el caso de la de Suecia, que es la asociación que yo presido. Uno de los objetivos es favorecer la internacionalización de la ciencia entre los dos países. Recibimos a los investigadores españoles que llegan y tratamos de influir en la política de I+D en España. No solo en política, sino también en la sociedad. Hay que hacer el esfuerzo de transmitir a la sociedad lo que hacemos, porque es ella la que nos está financiando y la que va a recibir los frutos de nuestra investigación. Esto de por sí ya es una motivación importante. A ello hay que sumar que cuando eres un investigador en un país extranjero viene muy bien tener un grupo de tu profesión y de tu nacionalidad para resolver dudas y buscar información.

¿Cómo se ve la situación de la ciencia española desde fuera?

Con frustración. Porque se puede hacer muchísimo, hay un valor humano impresionante. Estamos trabajando en ello, pero lo primero que tiene que haber es una masa crítica y una financiación mínima. Lo que vemos es que en España se hace investigación muy buena en pocos sitios. Hay un montón de investigadores con una formación muy buena que aquí no tienen futuro. Nuestro país está invirtiendo dinero en investigación -menos del que deberíamos, ronda el 1% del PIB-, pero mientras que esa inversión no sea a largo plazo y no esté destinada a conseguir esa masa crítica, se está convirtiendo en pérdida para el Estado español. Porque los investigadores que están formando están desapareciendo, pero no del mapa, se los están llevando otros países. España está invirtiendo en ciencia, pero no ciencia en su país, a largo plazo está dándole dinero a otros países. Si esto lo planteas en términos de empresa, no sería rentable. Si echo cuentas de todo lo que el Estado ha invertido en mí para al final acabar en Suecia, me da un poco de pena.

Han elaborado un decálogo para el retorno del talento fugado, que han presentado al equipo del ministro Pedro Duque.

Para aterrizar de nuevo tiene que haber un aeropuerto. Es decir, tiene que ser un país y unos centros de investigación apetecibles. Tienes que tener un sistema fuerte, que no solo le ofrezca un contrato al investigador sino la oportunidad de optar a fondos para su proyecto. La estabilidad tiene que contemplar la igualdad de género y la conciliación familiar al nivel de otros países. Para que España sea atractiva, para nosotros y para otros investigadores extranjeros -porque queremos que venga gente de otros países-, hay que internacionalizarse más y hay que darse cuenta de que la ciencia se habla en inglés. Por tanto, esta lengua tiene que estar en las convocatorias de plazas y la burocratización debe hacerse no de acuerdo al sistema rígido español, del cual se beneficia el que está aquí porque lo conoce, sino al investigador que está fuera y que tiene esos méritos. También tiene que haber programas de mentorazgo. Y, ya por último, un pacto de Estado por la ciencia. Si se diesen estas condiciones, España sería muy atractiva.

¿Hay que potenciar las clases en inglés en la universidad?

Sí, porque aunque el investigador extranjero hable español más o menos decente, querrá dar las clases en inglés porque es como se siente más cómodo. Es como lo hago yo en Suecia. Y los alumnos, además, se enriquecen con ello. No tienen que ser todas las clases en inglés, pero tampoco tienen que ser todas las clases en castellano.

¿Se ha producido alguna evolución en los últimos meses?

Sí, se han dado pasos. Por ejemplo, la convocatoria de plazas en medios internacionales. Se está trabajando en ello y también para hacer programas de mentorazgo o de transición entre la investigación pública y la empresa privada.

¿Y en financiación?

Lamentablemente, no. Otra cosa que pedimos es que las convocatorias tienen que hacerse todos los años, con una cantidad igual o superior a la del año anterior. Hasta ahora el presupuesto de un año no se ejecuta y se pasa al ejercicio siguiente.

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