Un grupo de 18 científicos procedente de siete países entre los que se encuentra Emmanuelle Charpentier, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha suscrito una carta, publicada en la revista científica Nature, en la que reclama que se detenga, a nivel global, la edición de genes de óvulos humanos, espermatozoides o embriones. Una prohibición que se debería mantener, a juicio de los firmantes, hasta que se acuerde un marco internacional que regule estas prácticas.

"Pedimos una moratoria global en todos los usos clínicos de la edición de la línea germinal humana, es decir, el cambio de ADN hereditario (en espermatozoides, óvulos o embriones) para crear niños genéticamente modificados", comienza la carta, en la que precisan que no se persigue una prohibición definitiva de estas prácticas, sino una moratoria por un tiempo indeterminado. "Debe haber un período fijo durante el cual no se permitan usos clínicos de la edición de la línea germinal y permitir discusiones sobre los problemas", defienden.