Un profesional sanitario (enfermera, médico de familia o psicólogo) acompañará a las personas transgénero a través del Servicio Canario de la Salud (SCS) gracias a la nueva guía de atención específica acordada entre el Gobierno autonómico y los colectivos LGTBI. Tras una elaboración conjunta por casi un centenar de profesionales públicos y representantes asociativos, el Protocolo de atención sanitaria a las personas trans* del Archipiélago se sitúa entre los documentos "más novedosos y progresistas de nuestro país", valoró ayer la activista de Gamá y médica de familia Joana Cabrera, en representación de catorce colectivos isleños.

"Después de un trabajo arduo de diez años, a ratos incluso un poco incómodo, hemos llegado a un final maravilloso, por fin", destacó Cabrera antes de agradecer a "todes" los participantes y, sobre todo, a "la actitud política porque sin la valentía y la implicación de la Consejería [de Sanidad], incluso sabiendo que podíamos encontrarnos con grandes barreras y pensamientos retrógrados en tiempos difíciles, seguiríamos con un protocolo absolutamente patologizante y estigmatizante para las personas trans", en referencia al documento vigente desde 2009. A su lado, el consejero autonómico de Sanidad, José Manuel Baltar, calificó la jornada como "un día de orgullo y felicidad", mientras que la directora general de Programas Asistenciales del SCS, Elizabeth Hernández, correspondió al reconocer la "generosidad de los colectivos para hacer entender la sensibilidad necesaria al abordar un protocolo enmarcado bajo la prioridad del desarrollo de la identidad sentida y el respeto al proceso personal, tanto en tiempos como en tratamientos, con información veraz sobre posibles resultados y efectos secundarios".

Precisamente, el profesional acompañante o gestor de casos "se encargará de realizar una valoración individual partiendo siempre de la libre autodeterminación de la persona y considerando por encima de todo sus necesidades y expectativas", detalló Hernández antes de añadir que también guiará al paciente través de un circuito específico en las atenciones primaria y hospitalaria, además de "facilitar su descarga emocional, tranquilizar, no culpabilizar ni juzgar". En su opinión, "lo más importante es trabajar mucho en la sensibilización y formación de los profesionales para dar la respuesta adecuada".

Durante los últimos tres años, el SCS ya formó a más de 700 profesionales en la atención sanitaria trans mediante seis talleres presenciales y diversos cursos virtuales. No en vano, Canarias se situó en 2015 como la segunda comunidad, tras Cataluña, en permitir la modificación de la tarjeta sanitaria con el nombre sentido, tramitada por 395 personas (108 menores de 15 años, 51 de 15 a 17 años y 236 mayores de 17) y la primera autonomía en contar con el cambio en la mención relativa al sexo del documento.

Aunque el enfermero o psicóloga responsable supondrá la principal entrada a las unidades de acompañamiento a las personas trans (UAT), ya existentes en dos hospitales capitalinos (Doctor Negrín y HUC), también se podrá acceder desde el pediatra, médico de familia o atención telefónica. Según Cabrera, "la ley no permitía otras posibilidades en 2009, pero la triada terapéutica lineal (salud mental-endocrinología-cirugía plástica) se amplía, aunque la idea es avanzar hacia equipos multiprofesionales en primaria".