El aviso amarillo por lluvias y tormentas que afectaba a la provincia de Santa Cruz de Tenerife y a Gran Canaria se saldó ayer con acumulados que no llegaron a superar los 35 litros por metro cuadrado en Hermigua (La Gomera), máxima del archipiélago, y que fueron recibidos de forma pausada y sin crear mayores incidentes que el desvío de varios vuelos a primeras horas de la tarde.

Lo más visible del episodio de inestabilidad con el que se estrena la primavera 2019 quedaba a más de 3.000 metros de altura, con el manto blanco con el que amanecía el Teide, esto en vísperas del 17 aniversario de la gota fría que dejó el 31 de mayo de 2002 en Santa Cruz de Tenerife la asombrosa cifra de 232 litros por metro cuadrado, de los cuales 130 cayeron en una sola hora.

Durante el día de ayer los pluviómetros iban calcando el paso de oeste a este del frente húmedo que iba descargando durante la noche primero en las islas de El Hierro y La Palma y La Gomera, con su capital Valverde con unos significativos 25,2 litros por metro cuadrado apuntados a las cinco de la tarde, para luego ir elevando ligeramente las cantidades en La Gomera con los 35 litros por metro cuadrado de Hermigua y mermando en Tenerife, donde la máxima fueron los 12,6 de Las Cañadas del Teide. Y es que el núcleo tormentoso, tal y como se podía apreciar en el radar de la Aemet se estancaba al norte del archipiélago, con decenas de rayos localizados entre el noroeste de Canarias y el suroeste de Madeira.

De tal forma que a Gran Canaria sólo le quedaban remanentes. Y de ellos casi únicamente en altura, como se deduce de la lectura de las estaciones meteorológicas de la cumbre y zonas altas, ya que excepto en Melenara, Telde, única localidad costera agraciada ayer con 13,2 litros por metro cuadrado, las máximas se ubicaban en Cuevas de Pinar, orientada al sur, con 10,8 litros para contibuar a la baja en Cruz de Tejeda, con 7,1 litros; el Pico de las Nieves, San Mateo, con 9,6; Valleseco, con 7,6 litros o Teror, con 7,2.

Todo ello mientras en la capital grancanaria caían unas garujas a primeras horas de la tarde, que sumaban 3,8 litros por metro cuadrado en el pluviómetro de la plaza de La Feria.

Resaca en las islas orientales

Para hoy martes, y según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, continúa la probilidad -aunque baja-, de chubascos que pueden ser localmente fuertes y acompañados de tormentas en las islas de Lanzarote y Fuerteventura pero solo durante la primera mitad del día, y sin el aviso amarillo activado.

La Aemet también califica de 'baja' la posibilidad de una intrusión de calima en las islas occidentales a últimas horas, para retomar una subida de las temperaturas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, mientras que en las islas orientales se mantienen los valores o incluso pueden experimentar un ligero descenso empujados por un viento de componente norte que irá aumentando de intensidad por la tarde.

Mañana miércoles la calima podría afectar a las islas más montañosas, que además amanecerán con los cielos nubosos en el interior, y con posibles chubascos ocasionales en la mitad norte y con temperaturas al alza.

La situación será casi un calco para el jueves y el viernes, de nuevo con cielos nubosos en el interior de Gran Canaria, sin descartar chubascos en el interior, e incluso en Lanzarote y Fuerteventura, si bien el polvo en suspensión tenderá remitir a partir del jueves, gracias a un viento T variable flojo, "con predominio de la componente norte al inicio en las islas occidentales", siempre según la Aemet.

En cualquier caso hay que subrayar que estas son las primeras lluvias de entidad de lo que lleva de año, tras un otoño que comenzó en octubre y noviembre con medias por encima de lo habitual y que auguraban un invierno lluvioso pero que terminó también más seco y cálido que el promedio histórico, como subrayaba el delegado de la Aemet para Canarias, Jesús Agüera, la semana pasada durante el habitual resumen estacional.

Según informaba Agüera, y tras el paréntesisis del húmedo invierno 2017-2018, el que acaba de cerrarse hace apenas cinco días se equipara a los otros cuatro años anteriores de sequía, en una situación que también tiene idéntica proyección en la península ibérica. La misma fuente auguraba para la presente primavera, y a pesar de los chubascos de estas últimas horas, otros tres meses más cálidos y secos de lo normal.