Hola Begoña, ¿podrías explicarnos cuándo y cómo empezó tu relación con el chino mandarín?

Antes que nada, quiero agradecer a mis padres la acertada decisión que tuvieron en su día, cuando yo sólo era una niña de dos años y confiaron para mi educación en el proyecto educativo del CHI -Colegio Hispano Inglés. Un proyecto de vanguardia que en la actualidad, desde edades muy tempranas y dentro del horario escolar, nos ofrece a los alumnos adquirir el dominio simultáneo de hasta cuatro lenguas: español, inglés, alemán y chino mandarín. Durante mi escolaridad en el colegio, he estudiado la lengua china, superando los diferentes niveles de los exámenes oficiales del Instituto Confucio: YCT-1, YCT-2, YCT-3 y, ahora mismo, me estoy preparando el nivel HSK-3. Me gustaría resaltar, también, en esta trayectoria, los excelentes profesores nativos chinos y bilingües en inglés que siempre hemos tenido en el colegio, procedentes de universidades chinas y especializados en la enseñanza del mandarín para alumnos extranjeros.

¿Cómo evolucionó tu aprendizaje hasta lograr esta beca universitaria para estudiar en China? ¿Qué institución y por qué motivo te la han concedido?

La beca me ha sido concedida por el Instituto Confucio y Hanban, organismos oficiales que dependen directamente del Ministerio de Educación de China, con motivo de mi éxito en la fase regional y nacional del concurso Puente a China. Ese éxito de superar la fase canaria y, posteriormente, la nacional significó por una parte la concesión de esta beca universitaria que recibo ahora; y por otra, que fuera elegida como representante española en la fase mundial del concurso que se celebró recientemente en Beijing.

¿Cuáles son los principales objetivos del Instituto Confucio y Hanban en el mundo?

Sus principales metas son difundir el idioma chino y la cultura para que el mundo pueda conocer sus tradiciones. China está abriendo un puente al mundo, tanto a nivel económico como a nivel cultural. A los chinos les importa mucho que su cultura sea conocida y aceptada en todo el mundo. Precisamente, la idea de crear puentes con otros países implica un interés recíproco por la cultura del otro. Estas son las consecuencias de vivir en un mundo globalizado en el que es muy importante prestar atención, no solo a cuestiones económicas, sino también culturales.

¿En qué consiste esta beca universitaria y dónde residirás durante tu estancia en China?

Las clases serán en la Universidad Normal de Changchun, tiene una duración de un semestre, entre cinco y seis meses empezando a finales de agosto; en concreto, el lunes 26, y terminaría sobre enero o febrero, todavía no sé la fecha exacta, pero imagino que coincidirá con las tradicionales vacaciones de año nuevo chino. En cuanto al alojamiento, la beca incluye la estancia en una residencia universitaria de estudiantes extranjeros que se encuentra en el propio campus de la universidad, así como una ayuda mensual para la manutención.

¿Qué tienes pensado hacer cuando finalices tu estancia en China?

Tras la beca y experiencia china, regresaré a Europa para iniciar mi carrera de ingeniería aeroespacial o civil en Alemania. Dado el margen de tiempo con el que cuento, ya que las clases comenzarán en octubre de 2020, tengo previsto aterrizar en tierras germanas con antelación suficiente para hacer un curso previo en la universidad, repasar las asignaturas principales de ingeniería, así como refrescar mis conocimientos y fluidez en la lengua alemana.

Al continuar estudiando tu carrera universitaria en Alemania, ¿cómo tienes pensado seguir perfeccionando el mandarín?

Durante mis estudios universitarios en Alemania, podré continuar estudiando chino en cualquiera de las sedes del Instituto Confucio de allí. La idea es seguir perfeccionando el idioma chino para en el futuro, intentar hacer unas prácticas o un año de estudio de ingeniería en China. Varias universidades alemanas tienen convenios con empresas y universidades chinas, a fin de que sus estudiantes puedan hacer prácticas laborales o continuar sus estudios. Estamos en un mundo, cada vez, más globalizado donde las universidades tienen acuerdos internacionales.

Sabemos que será tu segunda vez en China, ¿qué será lo que más vas a echar de menos?

Cuando estuve la primera vez en China, con ocasión del concurso, la experiencia fue maravillosa: éramos un grupo grande, no era la única europea, teníamos personal de organización siempre con nosotros, visitamos muchos lugares bonitos e interesantes y, en general, teníamos toda la agenda ocupada con cosas nuevas y divertidas. Sin embargo, ahora la situación va a ser diferente, la estancia será mucho más larga con duración de un semestre completo. Dada la distancia, no podré venir ni en Navidades ni en cualquier periodo no lectivo, lo que supone un handicap añadido, tanto para mis padres como para mí. Por resumirlo de manera telegráfica, lo que menos me agrada es el frío del invierno, lo que más el hecho de que es una experiencia única. Mi mayor preocupación es que la línea aérea solo me permite una maleta. Lo más aburrido, las más de 24h de viaje debido a las numerosas escalas. Pero, sin duda, lo que más voy a echar de menos es dejar a mi familia y amigos, no poder disfrutar del mar, ni poder comer tortilla española.