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Entrevista | Celia Nevado

"Hay que trabajar la prevención para crear una visión saludable de las relaciones"

"La pornografía contribuye a extender la creencia de que la mujer es un objeto que el hombre domina", destaca la directora de programas de violencia sexual

¿Existe una patología asociada a los individuos que cometen agresiones sexuales grupales?.

En realidad, no se puede asociar una patología concreta a estos individuos. Se habla de que los agresores sexuales son muy heterogéneos, por lo que nos podemos encontrar con individuos que son los que toman la iniciativa y sí que pueden tener unos perfiles más psicopáticos. Pero luego hay otros que actúan por la presión que ejerce sobre él el propio grupo. Por tanto, estamos ante una situación muy compleja.

En base a su experiencia profesional, ¿cuál es el perfil que caracteriza a este tipo de personas?

Estas personas pueden tener en común el hecho de compartir una imagen muy distorsionada de la mujer y de la sexualidad. Algunas relacionan la violencia con la sexualidad, y no conciben la una sin la otra. De hecho, se pueden sentir empoderadas a la hora de manifestar estos comportamientos en grupo, ya que consideran que este tipo de actos resalta su masculinidad.

A su juicio, ¿dónde radicaría la base de este conflicto social?

Hay factores macrosociales que estarían detrás de estos episodios. Uno de ellos sería la pornografía, que muestra comportamientos claramente machistas y contribuyen a extender la creencia de que la mujer es un objeto que el hombre domina. Además, la sociedad continúa siendo machista en muchos sentidos. Son muchos los agresores que tienen distorsiones cognitivas, y las suelen utilizar para justificar sus comportamientos. Estas personas llegan a creer que detrás de una sonrisa, o de una simple conversación, puede haber un interés sexual. A nivel terapéutico, nos vemos obligados a tratar esta clase de mensajes y desmontar esas distorsiones.

¿Esta clase de agresores suele actuar también en solitario?

Normalmente, son agresores sexuales que no realizan estos actos de forma individual. Sin embargo, al verse apoyados por un grupo, van normalizando esta clase de delitos y se los llegan a tomar como una actividad lúdica. Desgraciadamente, se está extendiendo lo que se denomina masculinidad tóxica.

Como psicóloga, ¿ha observado un incremento de este tipo de delitos en los últimos años?

No podemos afirmar que haya incrementado, porque desde hace años venimos observando muchos casos. Sin embargo, no salían a la luz. Por tanto, lo que sí podemos asegurar es que en la actualidad son muchísimo más visibles.

¿Es posible reconducir estos patrones de comportamiento?.

Lo cierto es que cuanto antes comencemos a trabajar con los protagonistas de estos actos delictivos, mayores posibilidades tendremos de reconducirlos. No obstante, si damos con agresores que llevan mucho tiempo ejerciendo este tipo de violencia, la situación cambia por completo. No es lo mismo tratar a un menor, por ejemplo, que a un adulto que ha integrado en su forma de actuar esta clase de conductas. Habrá un reducido número de casos en los que sí se podrá, pero lo más habitual es que no se consiga.

¿Qué proyectos está llevando a cabo en Canarias la Fundación Márgenes y Vínculos?.

Desde 2017, estamos desarrollando un programa en las Islas dirigido a menores que han sido víctimas de la violencia sexual. Esta iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración del Gobierno de Canarias. Es un proyecto que atiende a todos aquellos menores que hayan sufrido cualquier tipo de victimización sexual en la comunidad autónoma. Además, a través de la Obra Social La Caixa y de la Fundación Caja Canarias, estamos trabajando en un proyecto de intervención con mujeres adultas que hayan sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. Este último, solo se realiza en la Isla de Gran Canaria y lleva a cabo además una importante labor de prevención en diferentes institutos. Es fundamental trabajar esta materia para que la sociedad tenga una visión saludable de la sexualidad y de las relaciones.

¿Considera que los movimientos feministas que han surgido y se han hecho visibles en los últimos tiempos contribuyen a que las víctimas se animen a denunciar?

Por supuesto. Desde la Fundación valoramos positivamente todos estos movimientos a favor de las víctimas. Las reivindicaciones ayudan a que muchas mujeres que hayan sido víctimas de la violencia sexual se sientan respaldadas, y por tanto, no se avergüencen en ningún momento de lo que les haya podido ocurrir, e interpongan la denuncia correspondiente para que se pueda hacer justicia. Además, lamentablemente, las agredidas tienen a culpabilizarse, y esto es algo que tenemos que lograr que desaparezca de sus mentes. Deben ser conscientes de que en ningún caso son responsables de estos actos, y tienen todo el derecho a recibir la ayuda que precisan.

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