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Las Islas carecen de un protocolo de emergencias en las catedrales

El delegado del Patrimonio Histórico de la Diócesis de Canarias aboga por desarrollar un plan que ofrezca pautas para rescatar las obras más valiosas ante un incendio

El incendio que se produjo el pasado lunes en la catedral parisina de Notre Dame ha generado inquietud en la Diócesis de Canarias, no solo por la magnitud de la tragedia, sino por la ausencia de un protocolo de Emergencias en las iglesias y catedrales del Archipiélago. "Canarias debe contar con un protocolo que ofrezca a los bomberos las pautas de actuación necesarias para proceder al rescate de las obras más valiosas, ante un posible incidente de estas características", defiende José Lavandera, delegado del Patrimonio Histórico de la Diócesis de Canarias.

Según detalla Lavandera, el motor para impulsar este plan debe partir de la Comisión Mixta, que se encuentra integrada por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ejecutivo Autonómico y las dos Diócesis Canarias. "Hace unos cinco años se planteó establecer este protocolo tan importante para nuestras iglesias. De hecho, comenzó a dar los primeros pasos en Tenerife. Sin embargo, un tiempo después se paralizó sin saber la causa y no se ha vuelto a aprobar", detalla el delegado.

En este sentido, y con el propósito de poder salvaguardar el patrimonio de los espacios, considera "fundamental" que el asunto cobre especial relevancia durante la próxima reunión con el departamento del Gobierno. "El próximo día 23 de abril celebraremos un encuentro, y tanto el vicario de la Diócesis como yo vamos a exponer este asunto como algo prioritario. Ya llevamos mucho tiempo realizando esta petición y no tenemos por qué esperar a que ocurra una desgracia", sostiene.

Equipamiento

Por lo que respecta a la Catedral-Basílica de Santa Ana, Lavandera indica que, desde 2004, se encuentra equipada con detectores de humo "muy potentes"que están conectados a una central de alarma. "En el caso de que se produzca un incendio, los detectores nos permitirían alertar a los bomberos con el tiempo suficiente para evitar que las llamas se sigan extendiendo por el edificio", explica.

Asimismo, esta sede de la Iglesia Católica cuenta además con tres grandes puertas y dos salidas de emergencia que permitirían desalojar "rápidamente" el espacio en el caso de que estuviera ocupado en ese instante.

Lo cierto es que la catedral de Notre Dame sufrió la pérdida de la aguja y parte del techo tras el agresivo paso de las llamas, además de una nutrida cantidad de obras. A esto cabe sumarle que su estabilidad se está viendo amenazada y tendrá que prescindir de parte de su frontón norte. Según apuntan las investigaciones el incendió se originó de forma accidental, durante la ejecución de los trabajos de rehabilitación que se estaban llevando a cabo en la cubierta.

"Nuestra catedral también ha realizado labores de rehabilitación. La última -en 2018- fue en la fachada, y contó con la participación de un equipo de trabajos verticales", recordó el representante de la Diócesis. Para después agregar que, "sería conveniente prevenir, y desarrollar el protocolo que pedimos".

Teniendo en cuenta esto y por lo que concierne a la zona que presentaría mayor riesgo de propagación de llamas si se originara un episodio similar al descrito, el delegado de la Diócesis anota que sería la sacristía el punto más vulnerable. "El material predominante del edificio es la mampostería, pero la presencia de sillas y cómodas de madera en la sacristía hacen que este lugar sea el que mayor peligro represente. Aunque, también hay que decir que en el cimborrio -cuerpo más alto de la catedral- hay varias esculturas de Luján Pérez elaboradas en madera".

En cuanto a las obras más valiosas que acoge en su interior este emblemático edificio capitalino, Lavandera resaltó, precisamente, la colección de imágenes de Luján Pérez, uno de los máximos exponentes de la escultura en el Archipiélago. "Hay esculturas que datan de finales del siglo XVIII y principios del XIX, y que están presentes en las capillas", apostilla. "Yo destacaría", prosigue, "a San José, La Virgen de Lantigua, la Virgen de los Dolores, y por supuesto, al Santísimo".

Además, cita a las pinturas de Juan de Miranda, poniendo especial énfasis en la Virgen de la Inmaculada y San Sebastián, que se alzan en los laterales de las capillas. "Estas obras son muy importantes, y sin duda deberían ser rescatadas con prioridad si ocurriera un accidente".

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