La voz es el órgano de la comunicación y la principal herramienta de trabajo de muchas profesiones. A través del tono y de la inflexión vocal, el ser humano expresa sus sentimientos y su estado de ánimo: alegría, cansancio, desánimo, enfado... Pero la voz también es un indicador de la (buena o mala) salud, ya que muchas patologías pueden revelarse a través de alteraciones vocales, desde el hipotiroidismo a la enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
De aquí la importancia hacer un buen uso de ella y de tenerla en cuenta. Si una disfonía -pérdida del timbre normal de la voz- supera las dos semanas, hay que acudir al especialista.
"En muchas ocasiones, vemos a los pacientes cuando ya ha pasado mucho tiempo y las soluciones son peores que si el problema se hubiera tratado en su fase inicial. Voz no tenemos más que una y tiene que durarnos toda la vida", afirma el cirujano otorrinolaringólogo Manuel Estévez, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl).
Este especialista explica que las alteraciones en la voz -como son la ronquera, la voz entrecortada o más débil, y la garganta irritada o cansada- pueden deberse a nódulos o pólipos en las cuerdas vocales, que tienen como agente causante los esfuerzos sostenidos de la voz, pero también pueden ser un indicador de otras patologías más severas tanto en la laringe como en otros órganos del cuerpo, como un carcinoma en una cuerda vocal, hipotiroidismo, retención de líquidos, un tumor en la zona cervical o en el pulmón, dilatación de una aurícula, calcificación en la salida del callado de la aorta, y de enfermedad neurológicas como párkinson, esclerosis múltiple y ELA.
"Hay multitud de enfermedades que se pueden manifestar con una alteración de la voz", advierte el doctor Estévez antes de recordar que la inmensa mayoría de los problemas vocales se pueden abordar con distintos tratamientos.
"La mayoría de los trastornos de las cuerdas vocales tienen solución, con logopedia, tratamiento farmacológico o quirúrgico, dependiendo del problema", explica el experto de la Seorl.
También hay una serie de pautas para conservar una voz de calidad toda la vida, entre las que se encuentran no exponerse al humo del tabaco ni a ambientes ruidosos, evitar el aire acondicionado y las bebidas frías, no forzar la voz, así como mantener una correcta hidratación.
En el caso de los profesionales que trabajan con la voz, como profesores, teleoperadores y locutores, los expertor recomiendan hacer pausas de varios minutos cada cierto tiempo para dejar descansar las cuerdas vocales y evitar problemas como la disfonía, afonía -pérdida total de la voz- y la aparició de nódulos y pólipos.
