La comunidad japonesa está de celebración con motivo de la llegada al trono de Naruhito. Un episodio que ha tenido lugar tras la abdicación de su padre, el ya emperador emérito Akihito. Lo cierto es que el festejo se ha extrapolado también a la Isla y el Consulado de Japón de la capital grancanaria tiene habilitado desde ayer, y hasta el próximo miércoles, un libro de firmas que será enviado a Tokio y en el que la población puede dar la bienvenida -Irasshaimase en la lengua nativa- y desear éxitos al nuevo Jefe de Estado del país nipón.

Nueva era

Se trata de un acontecimiento de especial relevancia para la comunidad japonesa, y más aún teniendo en cuenta que este episodio representa el fin de la denominada era Heisei -paz- y marca el inicio de la Reiwa -bella armonía-. "El emperador simboliza la unión de nuestro pueblo y queremos que reciba muy buenos deseos por parte de todas las personas que se acerquen hasta aquí", explicó el cónsul del Japón en Las Palmas de Gran Canaria,Yoshihiro Miwa.

Akihito -que ejerció como emperador durante tres décadas- logró ganarse la admiración del país asiático. Fue en verano de 2016 cuando comunicó su decisión de abdicar en su hijo en 2019. Una determinación que hizo efectiva el pasado 30 de abril. "A pesar de que nos ha producido cierta sensación de tristeza, todo el pueblo festejó este cambio acudiendo a los templos", apuntó el cónsul. Pero la alegría no fue ajena a la comunidad japonesa que reside en la Isla. Si bien es cierto, que al ser un grupo muy reducido "lo celebramos en nuestras casas con nuestras familias".

Cabe destacar que el anterior jefe de Estado ha sido una figura muy querida por todo el pueblo nipón. "Solo esperamos que esta nueva etapa esté marcada también por la paz, la estabilidad y la prosperidad", indicó Yoshihiro Miwa.

De la figura de Akihito, el cónsul destacó además su "enorme" compromiso con el país y su calidad humana. Unos valores, que a su juicio, ha heredado Naruhito. "Es una persona muy bondadosa, por lo que estamos seguros de que va a seguir los pasos de su padre para conservar la unidad de nuestro pueblo", afirmó con entusiasmo.

Asimismo, al echar la vista atrás, el cónsul del Japón en la capital grancanaria quiso poner en valor algunas de las acciones llevadas a cabo por Akihito. "Los japoneses nos sentimos muy afortunados por haber contado con un emperador como él. Siempre ha estado presente ayudando a las víctimas de los numerosos desastres naturales que han castigado a nuestro país".

Siguiendo esta línea, recordó que estos treinta años de reinado de Akihito se han caracterizado, sobre todo, por formar parte de una era muy pacífica. "Esto nos ha permitido poder disfrutar de nuestra vida cotidiana y de nuestras familias", sostuvo. Para después agregar que, "le deseo lo mejor a Naruhito, y estoy seguro de que va a saber actuar muy bien para que reine la paz".

La abdicación de Akihito es la primera que se ha producido en el país después de poco más de dos siglos de historia. La última la protagonizó el emperador Kokaku en 1817. "Hay que tener en cuenta que es un hombre muy inteligente y comprometido con el pueblo, y al tener 85 años no tiene las mismas fuerzas para poder llevar a cabo sus funciones. Respetamos profundamente la decisión de Akihito", señaló Yoshihiro Miwa.