El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín inauguró ayer un laboratorio de 1.400 metros cuadrados, equipado con la tecnología más puntera, y que cuenta además con una cinta de distribución de muestras - o cadena- de 40 metros de longitud, que se consolida como la más larga de Europa en un sistema sanitario público. El espacio, ubicado en la sexta planta del complejo capitalino, aúna los servicios de análisis clínicos, hematología y serología.

Esta iniciativa, que también permitirá optimizar los recursos humanos para hacer sostenible el sistema, es el resultado de las obras de adecuación de una zona, que hasta julio de 2018, -momento en el que dio comienzo la reforma-, era utilizada como almacén. "Ahora, podremos compartir entre los distintos laboratorios los recursos humanos y redistribuir las funciones del personal para asumir otras tareas. Esto no va a implicar que se produzca ningún despido", explicó Casimira Domínguez, jefa de Servicio de Análisis Clínico y subdirectora médica de los Servicios Centrales.

Son muchas las ventajas que va a aportar la apertura de este nuevo espacio. De hecho, a partir del próximo lunes, la fase preanalítica, y más en concreto la identificación del material objeto de análisis, mejorará de forma muy notable. Un dato muy relevante si se tiene en cuenta que el Negrín gestiona más de 3.000 muestras diarias. "Vamos a repartir gradillas en los 60 centros de extracción periféricos con los que contamos para que el personal identifique los tubos con un código de barras, en el que se registrará toda la información. Al llegar al hospital, descargaremos esos datos y podremos saber qué muestras han entrado en el laboratorio y a qué pacientes pertenecen", aclaró la profesional.

"La fase analítica", prosiguió la experta, "tecnológicamente no variará demasiado porque ya estábamos a la última en estos avances". Mientras que de la postanalítica- emisión de informes- señaló que "cuenta con una valoración muy positiva, y seguirá trabajando en la misma línea".

Innovación

Innovación

Asimismo, la habilitación de este macrolaboratorio permitirá al centro innovar en medicina personalizada -que suma ya tres años de recorrido en el centro- y mejorar el flujo de trabajo. Una ventaja nada desdeñable si se tiene en consideración que los laboratorios de este hospital prestan servicio al área Norte de la Isla y a toda la capital, lo que se traduce en una cifra aproximada de 500.000 habitantes.

Pero los beneficios se extrapolan también a la liberación de espacios en el complejo norteño, lo que implicará que se lleve a cabo una redistribución en el centro para el beneficio de los pacientes. "Sobre todo, va a estar destinada a los hospitales de día oncológicos". Actualmente, comparten espacio físico oncología médica y hematológica. "Pero ahora van a poder separarse", apuntó la doctora Domínguez. Para después agregar que, "con esta medida, conseguiremos aportar un trato aún más humano a los enfermos".

El tiempo de respuesta para ciertos exámenes es otro factor que experimentará una mejora."En ocasiones, tenemos que enviar algunas pruebas específicas a laboratorios privados de la Península. Ahora, de forma progresiva, iremos asumiendo esta tarea hasta que llegue un momento que seamos completamente autónomos y no dependamos de ningún centro externo", indicó la doctora. Una acción que, a propósito, representará también un ahorro para el sistema público de salud, "y que dará la posibilidad de contratar a más personal con el transcurso del tiempo".

Por lo que concierne a las revoluciones tecnológicas que se concentran en este nuevo espacio, la profesional quiso recalcar que el hospital capitalino lleva años "a la vanguardia" de la tecnología. Si bien es cierto que los nuevos equipos son aún más rápidos y precisos. "Siempre hemos contado con lo mejor del mercado. Nuestros proveedores han mejorado en esta materia y hemos instalado los últimos avances", sujetó.

Satisfecha con la puesta en marcha de este proyecto en beneficio de la salud de los usuarios, la doctora Domínguez hizo hincapié en las características del sistema informático. "Tenemos la gran suerte de contar con un proceso de automatización mucho más ágil. Todo esto es posible gracias a la presencia de un sistema informático muy potente, que hemos elaborado a nuestra medida y que está basado en las guías clínicas y en la experiencia de tres décadas".

No en vano, la doctora quiso resaltar que el trabajo de los profesionales que ejercen su actividad en el laboratorio no pasa solo por emitir resultados, sino que también atiende a la emisión de datos fidedignos que guardan relación con la salud de las personas. "El laboratorio no es una fábrica, y detrás de cada muestra hay un paciente", señaló la responsable del servicio.