"No los conozco y no sé qué han hecho para estar aquí, pero cada uno tiene que analizar la responsabilidad de sus actos y a partir de ahí construir un futuro". Con estas palabras, el coach de superación Pedro García Aguado -conocido por su participación en el espacio televisivo Hermano Mayor, haber sido campeón del mundo de waterpolo, y oro olímpico en Atlanta 96- inició ayer un coloquio en el Centro de Internamiento Educativo para Menores Infractores (Ciemi) La Montañeta, que contó con la participación de más de medio centenar de jóvenes.
Durante su intervención, García Aguado quiso trasladar a los asistentes su experiencia en el mundo del alcohol y de las drogas. Unas sustancias a las que fue adicto durante dos décadas y de las que consiguió liberarse en 2003. "Comencé a consumir porros con tan solo 14 años, y ya cuando fui manejando dinero me inicié en la cocaína y en el éxtasis. Todo esto combinado con el alcohol", confesó el coach.
Lo cierto es que el ex jugador de waterpolo tuvo que lidiar con su problema de adicción en un contexto en el que había conquistado la cumbre en su carrera deportiva. "Cambié mi vida hace 16 años después de haber ingresado en un centro de drogodependencia. Desde entonces, me preocupo por ayudar a otras personas que quieren reconducir su vida", expresó. Para después animar a los jóvenes a aprovechar el tiempo de permanencia en el centro con el fin de aprender a gestionar sus emociones.
Asimismo, echó la vista atrás para hacer un análisis de los pensamientos que rondaban por su mente durante su juventud. "Solía acusar a mis padres y a mi entorno de todo lo malo que me pasaba. Me creía que era dios por el mero hecho de haber logrado ser campeón olímpico, y ahora soy consciente de que la situación se me fue de las manos", enfantizó García Aguado.
De hecho, según apuntó, llegó un momento en el que tuvo que pararse a pensar qué estaba haciendo mal y comenzar a asumir la responsabilidad de sus actos. Todo esto, después de haber perdido a muchos de sus amigos, e incluso, romper la relación con su madre. "Echarle la culpa de todo a los demás no funciona. Estuve peleado con mi madre durante 17 años años, y falleció hace cuatro. Sin embargo, tuve la gran suerte de poder pasar con ella los últimos seis meses de su vida, y aprovecharlos para pedirle perdón por todo lo que le había hecho".
Pero el encuentro dio pie también a destacar el paso de García Aguado por Hermano Mayor. Una etapa que tuvo lugar entre los años 2009 y 2015, y en la que tuvo la oportunidad de ayudar a decenas de jóvenes que manifestaban claros problemas de conducta. "Llegué a identificarme con muchos de estos chicos porque, al igual que a mí, tampoco les gustaba que me pusieran límites. No obstante, la única forma de salir al mundo real es precisamente a través de los límites, porque vivimos en una sociedad rodeada de normas", advirtió.
El relato del ex waterpolista logró conducir a la reflexión a muchos de los asistentes que, tras concluir la cita, no dudaron en comunicar sus impresiones. Un ejemplo lo puso un joven de 16 años que ingresó en el centro capitalino en 2017. Ahora, solo quedan dos meses y 16 días para que pueda disfrutar por fin de su libertad. "He cometido varios delitos y estoy muy arrepentido. Tengo que decir que me ha encantado conocer a Pedro porque para mí es un ejemplo a seguir", apostilló.
Una opinión que secundó otra adolescente de 17 años. En su caso, lleva 10 meses en La Montañeta y aún debe permanecer interna dos meses más. "Me he sentido muy identificada con la historia de Pedro. Al igual que él, yo también he consumido sustancias y he montado mucho jaleo en mi casa y en la calle. Ahora me arrepiento muchísimo y solo pienso en poder salir para conseguir trabajar como peluquera", anotó la joven.
