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Entrevista | José Antonio Ruiz

"La tele no mató a la radio y las redes no acabarán con los periodistas de calidad"

"Guadalupe Ortiz será beatificada este sábado; el papa Francisco ha propuesto su vida como modelo cristiano", comenta el Profesor de Sociología de la Comunicación

José Antonio Ruiz San Román, profesor de Sociología y Comunicación. LP/DLP

La libertad de amar es un enunciado sugestivo y prometedor. ¿Qué temática contempló el coloquio que vino a celebrar en Las Palmas de Gran Canaria?La libertad de amar

Me parece un acierto por parte de los organizadores que hablen de la libertad de amar para presentar un libro y unos contenidos web sobre una mujer apasionada, Guadalupe Ortiz. Una mujer que se entregó de corazón a las tareas y las gentes que tuvo cerca, a personas variadas como los pobladores indígenas de Morelia o los profesionales cualificados. También, a tareas muy diferentes como desarrollar proyectos de emprendimiento social en Montefalco o enseñar en centros de Formación Profesional. Su denominador común fue una entrega de corazón.

¿Cuál es el enlace con la primera beatificación de un seglar del Opus Dei, la licenciada en Química Guadalupe Ortiz de Landázuri?

Guadalupe será beatificada en Madrid este sábado. Después de estudiar su vida y recoger testimonios de un buen número de personas el papa Francisco ha aprobado proponer su vida como modelo para los cristianos. Como saben, el Papa tiene interés en que haya modelos de vida cristiana cercanos y contemporáneos. Guadalupe es una mujer de nuestra época que estudió Químicas, hizo la tesis doctoral y desarrolló varios proyectos de emprendimiento social. En Roma han visto que es un modelo que puede ser propuesto a los cristianos del siglo XXI.

¿Qué hechos concretos respaldan esa beatificación?

Además del estudio detallado de la vida que se hace durante un buen número de años y con forma de juicio, es decir, buscando testimonios favorables y contrarios, las beatificaciones requieren que haya algún hecho científicamente inexplicable, alguna curación resultado de que alguna persona la haya pedido por intercesión de Guadalupe. En esta ocasión, la Iglesia ha estudiado y aprobado una curación extraordinaria. Se puede ver una explicación detallada en Internet. Pero no me parece lo más relevante. A mí me ha interesado mucho su vida de cada día que se refleja bien en las cartas que se conservan. Me entusiasma, por ejemplo, su sencillez para gestionar dificultades, fracasos, personales o profesionales. Invito a leer sus cartas publicadas.

¿Por qué se celebra en el pabellón Vistalegre de Madrid, no en un centro religioso?

Las beatificaciones suelen reunir a mucha gente. Es frecuente que sea necesario usar alguna plaza o un centro con gran aforo. Los datos apuntaban a que un sitio para unas diez mil personas sería más que suficiente para alguien como Guadalupe. Ahora mismo las peticiones de plazas han desbordado a los organizadores. Están gestionando que se pueda seguir con pantallas en algunos otros sitios.

¿Qué relaciones de la nueva beata con estas islas explican que más de un millar de residentes canarios se desplacen a Madrid para asistir a ese ceremonial?

No tiene particular relación. Algunas comunidades católicas han conocido su vida y le tienen devoción. Particularmente gente del Opus Dei o cercana a la Obra. De hecho, va a ser la primera mujer en la historia del Opus que llegue a los altares. Pienso que también el hecho de que haya sido una mujer científica y emprendedora ha provocado que se haya divulgado su biografía.

Como profesor y vicedecano de Relaciones Institucionales de la facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, ¿cómo juzga el momento actual del periodismo activo?

Un momento muy duro y desconcertante para los profesionales. Es una profesión que parece que puede hacer todo el mundo. Los bulos circulan con una facilidad y velocidad sin precedentes. Los medios de comunicación no consiguen encontrar el modo de vender la información en Internet. A la vez, hay oportunidades en medios de comunicación pequeños, muy especializados o muy pegados a los intereses de los lectores concretos. Todo ha cambiado mucho en muy poco tiempo.

¿Está justificada la alarma de la profesión ante el galope de la tecnología despersonaliza-da, las redes sociales y otros sucedáneos?

Es lógico que haya alarma en la profesión. Hay parte del sector a la que estos cambios le han costado mucho sufrimiento: cierres, despidos, etc. Sin embargo, la emergencia de formatos y modelos de negocio nuevos provoca que tengamos que ver adaptaciones interesantes en la comunicación. La tele no mató a la radio. Las redes no acabarán con los periodistas de calidad.

¿Sigue siendo tan elevado el número de vocaciones que quieren acceder a las facultades de Periodismo, o disminuye en proporción con la crisis de los medios tradicionales que siguen haciendo auténtica información?

Tenemos muchísimos estudiantes de Periodismo en nuestro país. En mi facultad empiezan novecientos cada año. Tenemos que ser serios y limitar los accesos. Prefiero decirle a una persona joven con 18 años que no puede hacer esa carrera y debe elegir otra que tener alguien con 25 años absolutamente desesperado porque no hay empleo.

¿Qué juicio le merece la difusión de libros como El director, de un exdirector de El directorEl Mundo

De vez en cuando salen libros que denuncian como algo muy novedoso lo que todos sabemos sin mucho detalle, pero lo sabemos: que el poder empresarial, el político y los medios de comunicación están conectados. Si a eso unimos una batalla de personalismos los ingredientes están servidos. No me interesan tanto los detalles concretos del libro sino la realidad con la que tenemos que trabajar los periodistas: las presiones para publicar y, lo que es más serio, para no publicar.

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