En la calle Canalejas de la capital grancanaria se celebra este año los 25 años de profesión de un diseñador, Santi Carballo, que ha crecido en todos los sentidos al amparo de los mismos valores y las mismas callejuelas que le impulsaron a aparcar sus estudios universitarios para centrarse en el diseño de artículos de piel. Y hace unos días, con la tranquilidad que caracteriza al creador isleño, Carballo celebró con un centenar de invitados no sólo la buena marcha de su firma sino la confirmación de que su modelo de negocio, ajeno a oropeles y photocalls, era el camino correcto.

Fiel a su marca, Carballo se dejó la piel una noche más para agasajar a sus clientes y amigos, algunos relacionados al sector de la moda en Gran Canaria, como Carmen González o la influencer Lupe Castro, y otros al de las publicaciones de moda, la fotografía, las agencias de modelos?

Santi Carballo reconoció durante el acto que parte de su éxito ha sido "tener los pies en la tierra" ante los cantos de sirenas "de unos y otras" a lo largo de tantos años. "Muchas veces los diseñadores, sobre todo los jóvenes pero no sólo ellos, se olvidan de que nuestra función es diseñar y crear; pierden mucho tiempo en pleitos que luego no sirven para nada", explica este experimentado empresario que recomienda saber diferenciar "la paja del heno", dijo en referencia a las iniciativas que en ocasiones llegan a los creadores canarios "y que a la larga no supone ni más negocio para los diseñadores ni promoción ni nada que se le parezca, además de que a veces nos puede hasta llegar a costar dinero".

Evolución

Santi Carballo lleva 25 años elaborando artículos en piel y sus piezas se comercializan dentro y fuera de España. Su carrera profesional es un ejemplo de evolución en el mercado de las islas, poniendo en prácticas hace más de quince años de que sólo con la máxima calidad se podría sacar adelante productos en piel como los suyos, elaborados todos con materiales de primera calidad a los que se suma una importante dosis de diseño y trabajo creativo como reflejo de los dos factores que confieren a la marca Santi Carballo su identidad: la sabiduría de haberse curtido en el tratamiento tradicional del producto sumado al atrevimiento creativo que aporta el conocimiento y el gusto de la marca Carballo, por la cual brindaron todos sus invitados.