Los efectos del cambio climático -que resultan devastadores para el medioambiente- han abierto nuevas vías de estudio al buque de investigación oceanográfica (BIO) de la Armada Española, Hespérides. Así lo comunicó ayer el comandante del BIO, Emilio Regodón, antes de partir del puerto de la capital grancanaria para iniciar un nuevo proyecto en aguas del Archipiélago . "Hemos observado que ahora podemos llegar a zonas de la Antártida que hasta hace diez años eran inaccesibles por la presencia de plataformas de hielo. Este hecho nos permite investigar de una forma diferente", apuntó el comandante.

Pero los cambios que ha provocado el fenómeno medioambiental en el Polo Sur no solo han sido apreciados por los científicos, también por los profesionales de la navegación. "Este episodio concede la posibilidad, tanto a los barcos de investigación como a los turísticos, de llegar a áreas que antes no se podían alcanzar. Ahora los veranos antárticos llegan un poco antes y acaban más tarde", detalló.

Hespérides recaló en el puerto capitalino el pasado domingo, tras haber transcurrido 25 días de su partida de Río de Janeiro. Asimismo, desde su salida de Cartagena el pasado mes de diciembre, ha recorrido un total de 24.000 millas. "Esta cifra es equiparable a una vuelta y media al mundo. Un viaje que hemos realizado construyendo ciencia en el lugar más remoto de la Tierra: la Antártida", apreció el comandante Regodón.

Éxito

La llegada del BIO a la Isla representó el cierre de la 24ª Campaña Antártica. "La misión ha sido un verdadero éxito y seguimos cumpliendo con todos los objetivos propuestos. El barco ha obtenido muchísimos datos y gran parte de esta información aún no se ha podido publicar porque en ocasiones lleva años de estudio", apostilló.

Según el comandante, la Campaña Polar Española ha experimentado una notable demanda. Unas palabras que avaló poniendo en valor que a lo largo del presente año el comité polar español ha promovido la participación de más de 200 investigadores de 13 nacionalidades, para desarrollar una suma de 24 proyectos, de los que diez han ocupado la citada nave. A esto cabe añadirle que de los 200 investigadores, 65 han realizado sus estudios en los 11 laboratorios de los que dispone el BIO, y que suman 350 metros cuadrados."La mayoría ha logrado alcanzar una tasa de éxito del 85%", aseguró.

Hespérides partió ayer del puerto de la capital para centrar ahora toda su atención en el estudio del relieve oceánico canario. Esta misión se desarrollará durante cinco semanas, y contará con la participación de 30 científicos multidisciplinares que procederán a embarcar en la naviera en dos fases."Nuestro propósito es obtener información exhaustiva del relieve del fondo oceánico de las Islas para mejorar el conocimiento sistemático de las aguas que rodean España y que forman parte de la Zona Económico Exclusiva -ZEE-", adelantó.

Por lo que concierne a las características de las aguas canarias, el comandante de la nave señaló que el origen volcánico del Archipiélago es un factor a tener en cuenta en los estudios que lleva a cabo el Hespérides. "Todas las aguas tienen sus particularidades y no deben ser obviadas. Un ejemplo lo pone el origen volcánico que tienen las propias Islas",dijo el comandante Regodón. Para después agregar que, "ahora nos toca terminar de estudiar la zona canaria y más tarde procederemos a peinar las zonas que quedan pendientes en Baleares y en el área continental gallega".

Por su parte, el capitán de fragata Manuel Catalán, del Real Instituto y Observatorio de la Armada, destacó que, en realidad, lo que se va a hacer es dar continuidad al estudio de unas zonas que se llevan analizando desde 1998. "En ese año se empezaron a estudiar las aguas del entorno de Canarias, y posteriormente se retomó ese análisis a partir de proyectos que se iniciaron en 2011. La labor continuó entre los años 2017 y 2018 y ahora queremos concluir este análisis", aclaró Catalán. Si bien es cierto, que el grupo es consciente de que quizás se necesite más tiempo para cumplir este propósito. "Puede que necesitemos uno o dos años más", puntualizó el capitán.

Siguiendo esta línea, María Gómez, investigadora del Instituto Español de Oceanografía, que también forma parte de esta nueva actividad, quiso profundizar en los detalles de la misión. "Vamos a realizar la cartografía de la batimetría, que podría decirse que es como los mapas topográficos en tierra. Después, se complementará con estudios que ayuden a comprender cómo ha sido la evolución de la geología de la zona y de la corteza terrestre".

Además, enfatizó que la paridad entre hombres y mujeres en el Hespérides es ya una realidad. "Nos ha costado mucho, pero hemos conseguido que el número de hombres y mujeres en la investigación marina sea prácticamente el mismo", anotó.

El programa de la ZEE nació en 1995, tras un acuerdo alcanzado en el Consejo de Ministros. Esta vez, el proyecto prevé que la nave pueda recalar en Funchal (Madeira) el próximo 7 de junio, para finalmente regresar al Arsenal de Cartagena el día 25 del mismo mes.