La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Día del Orgullo Friki

"Sí, somos frikis, ¿qué pasa?"

Este sábado se celebra el Día del Orgullo Friki, una subcultura en crecimiento por su difusión social y tirón comercial

Un soldado de la Legión 501, un grupo de aficionados a Star Wars. Shutterstock

Friki o friqui. Dícese de la "persona pintoresca y extravagante" o "que practica desmesurada y obsesivamente una afición". La definición es de la Real Academia de la Lengua, que incluyó el término en su diccionario en 2012. Un paso que confirmó que la rareza y la excentricidad que rodean al cultivo desaforado de productos culturales catalogados en su momento de 'serie B' -cómics, videojuegos, series o sagas fantásticas- se han popularizado en España hasta constituir un fenómeno que, en términos de difusión social y tirón comercial, no tienen nada que envidiar a las manifestaciones artísticas tradicionales.

"La imagen del friki ha cambiado. Los niños de los 80 crecieron con el despegue de la ciencia-ficción en España y ahora ocupan posiciones de poder, lo que ha contribuido a normalizar el concepto"

Germán Martínez, organizador del Día del Orgullo Friki

Este sábado, como cada 25 de mayo, se celebra el Día del Orgullo Friki, una jornada que nació casi a escondidas en 2006 de la mano del madrileño Germán Martínez, un aficionado a los cómics de Marvel y a la saga de 'Star Wars'. "Pensamos que la palabra friki, que hasta entonces se veía como un insulto, debía ser nuestra forma de definirnos. Una forma de decir: "Somos frikis, ¿qué pasa?", explica. Ese día, pero de 1977, se estrenó la primera película de la saga de George Lucas y es el mismo año en que nació Martínez, conocido en el universo de Internet como 'Señor Buebo'.

La exposición de 'Juego de Tronos' del año pasado en Barcelona fue un éxito de público. Shutterstock

Cuando estaba a punto de finalizar el instituto, sus padres le prometieron una recompensa por su esfuerzo. "Yo les pedí la trilogía de 'Star Wars' en VHS, que en ese momento costaba una pasta", recuerda. Hoy, desde la página 'Orgullo Friki', Martínez coordina diversos eventos, tales como proyecciones, exposiciones y charlas, y coordina actividades con carácter solidario, ya que el dinero recaudado lo entregan a fines benéficos. Además, desde el año 2012 entregan los 'Premios Orgullo Friki', que entre otros han recaído en Constantino Romero, David Prowse -actor que encarnó a Darth Vader-, la serie 'El Ministerio del Tiempo', Alberto Chicote o Ramón Langa, voz habitual en los doblajes de Bruce Willis o Kevin Costner.

El 'cosplay' o disfrazarse de personajes como superhéroes u otros es otra tendencia al alza. Shutterstock

"Al friki se le consideraba el rarito que se quedaba en casa jugando con figuritas en lugar de ir a la discoteca o ver el fútbol, pero esa percepción ha cambiado. Los que eran frikis hace veinte años ahora están ocupando posiciones de poder en la sociedad", dice Martínez, que pone como ejemplo las continuas alusiones de políticos a la serie 'Juego de Tronos' o que los informativos dediquen amplio espacio a la muerte de un personaje de 'Star Wars' tan alejado del elenco principal y desconocido para el gran público como Peter Mayhew, que dio vida a Chewbacca en las películas de George Lucas.

Imagen de un partido de quidditch, inspirado en la saga de Harry Potter. Shutterstock

La socióloga Cristina Martínez es autora del libro 'Dentro del laberinto friki' (Editorial Apache), que examina la realidad y evolución del fenómeno 'fandom' en España. Ella coincide en destacar la década de los 80 como la que planta la semilla. Los niños de esa época, que ostentan hoy puestos de mando en la política y la empresa española, crecen con la irrupción masiva en España de toda esa vertiente cultural. Martínez quiere romper el tópico que ha vinculado al friki con el individualismo y el desinterés por otras esferas de realidad que no sean la suya. "Son personas con mucho interés por la cultura, la ciencia, la historia... Se ven a sí mismos como personas más cultas y optimistas que las demás, pero a veces también más inseguros con respecto a su imagen y con tendencia a ser más introvertidos", explica.

"El requisito imprescindible para ser un buen friki es el conocimiento. Son personas con mucho interés por la cultura, la ciencia, la historia..."

Cristina Martínez, socióloga y autora del libro 'Dentro del laberinto friki'

¿Cuáles son los requisitos para ser un buen friki? "El conocimiento. No basta con ver solo una serie completa, como 'Juego de Tronos', sino además leer los libros, compararlos con los capítulos, comprar 'merchandising', viajar a convenciones...", indica la socióloga, que ve a España como uno de los países europeos donde más crece el 'frikismo', aunque aún a una larga distancia de la popularidad de esta clase de fenómenos en Estados Unidos, Japón o Reino Unido, donde estas comunidades gozan de una gran extensión social. El 'cosplay' (disfraces de personajes), la recreación de batallas medievales o el 'quidditch', un deporte inspirado en las películas de Harry Potter, son las últimas tendencias dentro de lo friki.

Un reciente estudio de la plataforma 'Mil anuncios' subraya que el perfil más habitual es el de un hombre de 18 a 34 años y que mientras que a partir de los 40 el producto más demandado son los cómics, para los jóvenes las figuras, las sagas literarias y los videojuegos son los que despiertan más interés. 'The Big Bang Theory', 'Harry Potter', 'Juego de Tronos', las películas de Marvel y 'Star Wars' figuran entre las principales preferencias.

Pese a que el fenómeno friki va ganando influencia en la sociedad, aún pervive un estereotipo que lo considera como una persona extraña. Eso se refleja, explica Cristina Martínez, en que a algunos "se les ridiculiza en su puesto de trabajo o sufren acoso en la escuela". Mientras que la aceptación del friki de la cultura ya convertida en 'mainstream' es ampliamente extendida, quienes orientan su aficción a algo más minoritario aún afrontan un cierto "estigma", subraya esta experta, que cita el caso de quienes juegan a rol. La asimilación comercial de la subcultura friki, ejemplificada en los descuentos de las grandes cadenas para este 25 de mayo, plantea la pregunta de si se desvirtúa la propia esencia excéntrica que define a este fenómeno. "Ahora ya no da tanta cosa decir que lees comics, porque se les llama novela gráfica y suena distinto. Algunos creen que ahora es más fácil conseguir productos frikis, pero otros consideran que las cosas eran mejores antes, cuando podían decir 'el único friki soy yo''", resalta Germán Martínez, para quien también se está extendiendo la crítica al postureo del 'poser', el aficionado que, por ejemplo, confiesa saber todos los superhéroes tras haber visto las películas pero sin haber leído los tebeos.

Compartir el artículo

stats