Un niño de dos años y medio murió el pasado miércoles, 29 de mayo, en el sur de Tenerife por una infección por meningitis, según ha informado la Cadena Ser.

La Dirección General de Salud Pública de Canarias afirmó al citado medio que "la causa más probable de la muerte, al 90 por ciento de probabilidades, es una meningitis".

Los padres, de origen alemán y que llevaban unos días de vacaciones en la isla reconocieron haber decidido no vacunar al niño.

El niño llegó al hospital con fiebre y ronchas en un costado como consecuencia de la inflamación de las meninges que rodean el cerebro y la médula espinal, afección que desencadenó en un paro cardíaco.

Desde el Servicio Canario de Salud, especifican que la variante de la patología no podrá conocerse hasta dentro de 15 o 20 días.

¿Cuáles son sus síntomas y tratamiento?

La meningitis es la inflamación de las meninges, que son unas membranas que cubren todo el sistema nervioso central (cerebro y la médula espinal) y del líquido cefalorraquídeo que contienen. Esta inflamación puede tener diversas causas, aunque las mas grave es la meningocócica, una forma de meningitis bacteriana; aunque, también puede estar ocasionada por virus, hongos, agentes químicos, fármacos, etcétera. Para comprender mejor esta enfermedad, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) nos explica cómo se trasmite y su tratamiento.

En la práctica, el término meningitis bacteriana es equivalente al de meningitis piógena y se estima que la mortalidad de la meningitis bacteriana es de alrededor del 20 por ciento en adultos. Los microorganismos causales más frecuentes son, además del 'N. meningitidis' (meningococo), el 'S. pneumoniae' (neumococo) y 'Haemophilus influenzae', si bien este último prácticamente ha desaparecido en muchos países desde el uso generalizado de la vacuna.

Puede verse en todas las edades de la vida pero la meningitis vírica es más frecuente en neonatos y niños. Después la frecuencia desciende en la edad adulta pero no desaparece. Los pacientes que no tienen bazo y los que tienen algunas enfermedades, como mieloma, tienen más riesgo de meningitis neumocócica y los pacientes mayores o con enfermedades inmunosupresoras como leucemias que bajan las defensas- pueden tener mayor riesgo de meningitis por listeria. También puede haber mas riesgo de enfermedad meningocócica en convivencias en barracones o grandes aglomeraciones.

Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, nauseas y vómitos. Se puede acompañar de agitación, obnubilación y disminución del nivel de conciencia y de aparición de crisis epilépticas y otros signos de afectación cerebral. El dato más destacable en la exploración física es la rigidez a la flexión del cuello o rigidez de nuca.

La transmisión es diferente para cada microorganismo. En el caso de meningococo, que era muy frecuente en España en los 80 y 90 del siglo pasado, se transmite por vía aérea y puede haber brotes. Esta es la única para la que hay que administrar profilaxis a los convivientes para evitar nuevos casos y precisa aislamiento respiratorio las primeras 24 horas de tratamiento.

Las otras bacterias que son causa frecuente de meningitis suelen formar parte de la flora faríngea y por alguna razón consiguen llegar al líquido cefalorraquídeo, ya sea por contigüidad, como complicación de otitis por ejemplo, o por la sangre.

Para la meningitis bacteriana hay que realizar tratamiento antibiótico por vía endovenosa, para la mayoría de los casos se utilizan cefalosporinas de 3ª generación, la duración varía en función del microorganismo causal entre 4 y 21 días.

También se utiliza simultáneamente y durante los primeros días de tratamiento dexametasona para disminuir la hipertensión intracraneal y el edema cerebral y así tratar de mejorar el pronóstico.