Un nuevo enjambre de pequeños terremotos (el más potente alcanzó un 2,2 en la escala Ritcher) fue detectado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan) en la madrugada de ayer en diversas zonas de Tenerife. En concreto, se registraron 25 temblores de tipo volcánico en tierra con epicentros en el este de Vilaflor y el noreste de Adeje, así como otros 5 en el mar de tipo tectónico frente a la costa de Güímar, Arico y Candelaria, aunque más cerca del Puertito de Güímar.

Según informó el IGN, la población no sintió ninguno de los 30 temblores detectados en las últimas horas por sus instrumentos. De los 25 en tierra, el más potente alcanzó una magnitud de 2,2 en la escala Ritcher y en profundidades de 5 a 11 kilómetros.

El Instituto se afanó ayer en dejar claro que este nuevo enjambre en tierra se localiza en un área con especial actividad microsísmica, detectada con asiduidad en los últimos meses pero sin ningún tipo de riesgo para la población.

"Parámetros de normalidad"

"Parámetros de normalidad"

Según la nota de prensa del IGN, se trata de una actividad que entra en "los parámetros de normalidad en zonas volcánicas activas, como es la isla de Tenerife".

En el caso de estos 25 temblores en tierra en Adeje y Vilaflor, los aparatos los registraron entre las 02:04 y las 04:04 horas de la madrugada de ayer. El Instituto también explicó ayer que, desde el pasado sábado a las 03:30 horas y hasta la 01:32 del martes, se localizaron 28 terremotos al sureste del Puertito de Güímar con magnitudes de 0,6 a 2,9 y profundidades de entre 17 y 31 kilómetros, temblores que tampoco han sido sentidos por la población. Cinco de ellos también se produjeron la madrugada de ayer.

Se trata de la misma zona, según matiza el IGN, en la que se produjo una actividad similar a primeros de junio, con 20 terremotos, y que suele acoger este tipo de fenómenos porque entre Gran Canaria y Tenerife se localiza la región con mayor actividad sísmica en Canarias. De ahí que el instituto concluya que ahora sigue siendo "compatible con la actividad de fondo existente entre las dos islas".