La empresa grancanaria Eyser Hidráulica fabricó el pasado mes de junio los primeros peines del Archipiélago elaborados a partir de material de escritura 100% reciclado. Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro del proyecto ÁRBol (Acción para el Reciclaje de Bolígrafos), que puso en marcha en 2015 un grupo de alumnos del Ciclo Superior de Química Ambiental del IES Politécnico, con el fin de contribuir al cuidado del medioambiente y reducir los niveles de contaminación. Sin embargo, esta vez, la acción ha ido de la mano del programa Precious Plastics - liderado por Dave Hakkens- que persigue el mismo propósito.
"Disponemos de las herramientas necesarias para fabricar moldes con plástico, además de una inyectora de este material. Desde hace unos meses, gracias a unas máquinas que facilitó Hakkens, construimos también una trituradora para poder elaborar objetos con plástico 100% reciclado", detalló Miguel Carrasco, ingeniero industrial y responsable del departamento de fabricación de la citada industria capitalina.
En base a las explicaciones del profesional, fue a principios de este año cuando la empresa comenzó a colaborar con el proyecto promovido por el IES Politécnico. "Nos propusieron formar parte de esta actividad y nos pareció muy interesante. Recibimos una gran cantidad de rotuladores y procedimos a retirar las puntas y los filtros", anotó el responsable de este negocio familiar. Para después agregar que, "una vez realizada esta tarea, ya teníamos el material adecuado para introducirlo en la inyectora y proceder a fabricar el peine". Un objeto, que a propósito, ya comercializa Precious Plastics y que se convirtió además en un obsequio para los estudiantes que concluyeron este año el citado ciclo.
Según enfatizó Carrasco, al triturar las tapas de los rotuladores es posible obtener "polietileno blanco", uno de los plásticos más comunes que se encuentran presentes en este tipo de utensilios. "Las partes externas las separamos por colores, porque en realidad, lo que queremos es que haya una buena combinación de tonalidades en la pieza que fabricamos. Del mismo modo, las partes metálicas que pueden encontrarse en los bolígrafos, por ejemplo, deben ser separadas para que posteriormente puedan ser recicladas", garantizó.
A su juicio, este proceso "no es difícil". De hecho, uno de los objetivos que se marca la empresa a largo plazo pasa por poner en marcha un programa que permita integrar en la actividad a personas con discapacidad, o en riesgo de exclusión social. "Solo es necesario conocer unas sencillas instrucciones que se podrían aprender a lo largo de una mañana", dijo el ingeniero industrial.
Sin embargo, la expansión es otra de las metas que persigue la industria para poder elaborar otros objetos. Lo cierto es que Eyser Hidráulica respaldó recientemente la iniciativa adoptada por el estudiante de ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Carlos Sosa, que consistió en elaborar unas palas de natación en beneficio de las personas con cáncer, a partir de tapones reciclados. "Esta idea ha tenido un éxito extraordinario, y el artículo cuenta con una gran demanda", anotó.
Miguel Carrasco tiene muy claro que es "imprescindible" encontrar clientes potenciales para poder asumir las tareas de reciclado de una mayor cantidad de plástico. "Ahora mismo, podríamos emplear 50 kilos de este material al día, pero primero es necesario encontrar un objeto que cuente con una gran demanda, y después podremos también valorar la posibilidad de abarcar más. Sin embargo, para eso, hace falta también concienciar a la población de la importancia que tiene contribuir con la protección del medioambiente", destacó.
Cabe resaltar que el proyecto ÁRBol ha experimentado un notable crecimiento con el paso de los años. Los datos así lo demuestran. Tras concluir la tercera campaña de recogida de instrumentos de escritura inservibles -que ha contado con la participación de centros educativos y entidades públicas de todo el Archipiélago- se ha conocido que solo en la provincia de Las Palmas se ha aunado una suma de 546,7 kilos de estos elementos. "Aún nos falta el registro de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, pero podemos decir que desde la primera campaña -2016- hasta ahora, hemos recaudado más de dos toneladas", indicó Adelina Hernández, portavoz de la iniciativa.
A esto hay que añadirle la presencia de 1.500 contenedores de cartón -específicos para la recogida de este tipo de residuos- que cuentan con una capacidad de 15 kilos y que son fruto una acción emprendida por la Consejería de Medioambiente del Gobierno de Canarias. "Vamos a distribuirlos por las administraciones de los cabildos, gobiernos, ayuntamientos y en las dos universidades públicas del Archipiélago", informó Hernández.
Hasta el momento, los materiales recogidos son transportados desde Barcelona hasta Francia, donde se encuentra la planta de reciclaje más próxima. "La empresa Terracycle es la encargada de realizar esta tarea. El objetivo es que el plástico no llegue a los vertederos, porque es un material muy contaminante", dijo la responsable. Y añadió que, "lo ideal es que el proceso se pudiera hacer en el Archipiélago, pero aún queda mucho por hacer para que esto sea posible".
Asimismo, quiso poner en valor el importante papel de Mario Monzón, profesor de la ULPGC, y el de su equipo de fabricación integral, que está realizando ensayos con plástico mixto para averiguar sus posibles aplicaciones e impulsar el proyecto. "Estamos muy satisfechos con la colaboración", apostilló la portavoz.
