Las aguas que rodean a las ocho islas canarias albergan una extraordinaria biodiversidad y son hábitat prioritario de un gran número de especies, muchas de ellas amenazadas o en peligro de extinción. Un gran peligro, sin embargo, se cierne sobre los ecosistemas marinos, que están siendo invadidos por desechos de origen antropogénico, en su mayor parte plásticos.

El célebre actor Leonardo DiCaprio se ha hecho eco de la situación que viven las Islas al publicar un vídeo de una tortuga enredada en plásticos.

"Una tortuga marina joven arrastra una maraña de redes de pesca y otros escombros a través del océano abierto frente a las costas de las Islas Canarias. Este es solo un ejemplo del peligro que representa los desechos de plásticos para la salud de la vida marina. Las aves marinas y las ballenas se encuentran muertas con sus vientres llenos de plástico. Las comunidades costeras de todo el mundo están asfixiadas por los desechos plásticos que provienen de costas lejanas. Y en Estados Unidos, la industria de los plásticos tiene la intención de expandir la producción al menos un 35% para 2025, sin un plan para evitar que más contaminación plástica ingrese en nuestro océano, o proteger a las comunidades de primera línea de los contaminantes tóxicos", advierte el intérprete conocido por su conciencia medioambiental.

Los microplásticos son partículas de plástico con tamaño menor a cinco milímetros, que proceden fundamentalmente de procesos de fotodegradación y fragmentación de plásticos de mayor tamaño, pero también pueden ser microesferas utilizadas en productos cosméticos, fibras sintéticas provenientes de la ropa, o los pellets de resina, también conocidos como 'lágrimas de sirena', que se utilizan como materia prima para la fabricación de productos de plástico.

La Corriente del Golfo y su rama descendente, la Corriente de Canarias, traen a las costas desechos provenientes de diversas zonas del planeta que se acumulan en las zonas expuestas a los vientos y corrientes predominantes, convirtiéndolas en puntos de especial interés para estudiar el fenómeno de la contaminación marina, especialmente en lugares específicos de la vertiente norte de las islas.

Los estudios sobre los efectos de esta contaminación en la biota marina han descubierto ya algunos datos muy preocupantes, que demuestran que la advertencia que en 1970 lanzó el investigador Edward Carpenter, sobre los posibles efectos de la contaminación por plástico, es hoy una realidad y un problema de gran magnitud para Canarias y para todo el Planeta.

Los residuos que llegan a la costa pueden llevar años en el mar y hacer miles de kilómetros antes de quedar varados en nuestras playas. "Nuestras islas constituyen una barrera natural frente a estas corrientes y actúan como colectores de la basura marina que se encuentra en el Atlántico Norte", explica la coordinadora del proyecto BIOMAR, May Gómez, que señala que es prioritario el estudio del efecto que puedan estar teniendo estos contaminantes sobre la vida marina en esta zona.

Especialmente, en zonas situadas en la vertiente norte de las islas, como Famara en Lanzarote, Las Canteras en Gran Canaria, Benijo en Tenerife o La Fajana en La Palma, que se están convirtiendo en basureros al verse afectados por la llegada de todos esos plásticos.