Un día, durante su actividad y formación como crítica de cine, Sofía Ramos se viró en uno de los tantos festivales a los que acudía y contempló el patio de butacas. Se dio cuenta de que siempre veía a las mismas personas, entrevistaba solo a hombres y se preguntó por qué no estaban las mujeres: "¿No están aquí nunca porque no existen o están invisibilizadas?". Esa fue la semilla de su Trabajo de Fin de Grado y primer libro Ellas en el cine, el caso de Canarias. La tesis que aborda es la ausencia y escasa representación de la mujer canaria en la industria cinematográfica aun con el impulso económico que se ha realizado en las Islas durante este tiempo en el sector. Las razones responden a una emigración de las profesionales del cine en busca de más oportunidades y la escasa cobertura que realizan los medios regionales. Asimismo, la desigualdad laboral por cuestiones de género es la piedra angular de esta escasa representación sobre la que decidió escribir.

La periodista recién graduada por la Universidad de La Laguna comenta que empezó a "descubrir grandes tesoros" y se dijo que "esto lo tenía que conocer la gente". A esta sensación generalizada acerca del escaso conocimiento de la población canaria se le sumó la poca bibliografía: "Es lo primero que hay escrito sobre la mujer canaria en el cine", afirma. Alguna de las conclusiones que baraja es que "tanto el sexismo como la escasa formación académica están estrechamente vinculados al desconocimiento que tiene la sociedad sobre la mujer canaria en el cine". Además, la ubicación de los estudios de cine en las islas capitalinas supone una barrera para quienes desean ampliar su formación.

De las encuestas que realizó a través de las redes sociales obtuvo 336 respuestas, donde un 80% reconoció no conocer a ninguna profesional canaria del cine. Una percepción que se ajusta a los resultados del Informe CIMA 2018. La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico de la asociación CIMA, que aglutina a unas 400 profesionales del sector. Una comparativa significativa establece que la presencia de las mujeres es del 29%. Es decir, 29 de cada 100 personas dedicadas al cine son mujeres.

La escasa visibilidad

Ramos habla desde Tenerife con calma y profundidad de una investigación que le habrá quitado más de una noche de descanso. Ahora enuncia con conocimiento de causa la larga lista de mujeres canarias y creadoras que trabajan en la industria cinematográfica como la directora María Miró o la fallecida Dunia Ayaso, la diseñadora y premio Goya Tatiana Hernández, la productora Ana Sánchez Gijón, la directora de fotografía Rubén Yelina... Y las que quedan.

En agosto Televisión Canaria emitió El amor se mueve, un cuento por las calles de La Palma, cuna de la directora Mercedes Afonso. La realizadora fundó en el año 2003 Lunática Producciones tras haber estudiado en Madrid guion y dirección, donde ha dado rienda suelta a su creatividad. "Desde hace tiempo, sobre todo en los puestos de dirección, guion y de producción, está siempre ocupado por más hombres que mujeres. Hay que seguir luchando para que esas cotas suban y las que quieran contar historias puedan llegar a hacerlo", comenta. No se arrepiente de haberse quedado en ese punto del océano que compensa con la cercanía de las plataformas digitales. Ahora está embarcada en la producción de Tocarte, un documental sobre su hijo mayor, quien padece una enfermedad rara junto al síndrome de Asperger, que "condiciona mi vida como madre, mujer y profesional".

La banda sonora isleña

Del audiovisual canario conoce la diversidad que aflora. "En cuanto a autoras y autores, hay mucha creatividad. Además, estamos en un momento donde hemos consolidado las ayudas del Gobierno tras dos años, con unas bases más acordes". En el último ejercicio se han presupuestado 1.375.000 euros a las obras de autoría canaria, "hace falta una ayuda pública, sólida y acorde", sentencia. No obstante, vivió situaciones discriminatorias por ser mujer, de las cuales prefiere no hablar, y las califica de "actitudes desagradables". Pero no ceja. "El cine tiene un poder inmenso en la sociedad contando historias donde podemos llegar y tratar relatos que afectan a las mujeres", dice, "hace falta esa mirada femenina".

En el ámbito de la producción, Marta de Santa Ana relata su experiencia como productora durante la estancia que realizó en México para la filmación del largometraje documental Benito Pérez Buñuel, "siendo un país muy machista, tuve que hacerme valer para imponerme sobre el equipo". No obstante, su pasión la ayuda "a saber transmitir a todos los interlocutores con los que hablo la importancia decisiva que tiene que apoyen tu proyecto". Alude a sus referentes del cine en Canarias como las que abrieron el camino en "un mundo fuertemente masculinizado".

Nombre una compositora de bandas sonoras. A su mente vendrán Laura Karpman, Rachel Portman, Lolita Ritmanis, pero, ¿y de la tierra? María Eugenia León escribe desde la ciudad de Los Ángeles que supo siempre que su vida estaría ligada a la música. Realizó sus estudios de piano y composición en el Conservatorio Superior de Música de Canarias y más tarde se trasladó al Berklee College of Music para especializarse en el género cinematográfico. Sus trabajos le ha valido la nominación en el International Sound & Film Music Festival o en Fimucinema por el cortometraje en Flow, y el segundo premio del certamen Juan José Falcón Sanabria Composición Coral de Canarias con la pieza coral Lejos, cerca. Islas Canarias.

Su viaje se debió a la existencia de "más movimiento de proyectos" en el país norteamericano aunque confía en que la situación cambie porque "las mujeres compositoras lo tenemos incluso más difícil que las directoras o guionistas", comenta, llegando a un 8% el Informe CIMA. Pide unir fuerzas para la visibilidad del colectivo, y en las horas de ensayo, de partituras y de creación conviene en que ha tenido la suerte de trabajar con gente agradable, sin distinción de géneros, aunque sí ha experimentado una diferencia "fundamentalmente he tenido más empatía y entendimiento al trabajar con mujeres directoras".

Los trabajos feminizados

La perseverancia es el motor que impulsa su actividad y advierte que "en cuanto más normalicemos el papel de la mujer dentro del mundo de la composición más fácil es abrir la puerta para las compositoras de mi generación y las futuras. Hasta que llegue el día en que el género no importe".

La diseñadora canaria María Mía contempla la escultura de Martín Chirino en el balcón que ocupa su firma en la calle Triana. La marca ha participado en los desfiles de Moda Cálida Gran Canaria y múltiples producciones, como en la película La vida según Ofelia (2007).

Es una experta en sortear las dificultades que conlleva trabajar por las Islas. La insularidad, los costes económicos o la crianza son factores que limitan una dedicación completa al cine, "tenía un niño pequeño y se me hacía difícil dejarlo atrás, por eso no hice más películas".

Su trabajo pertenece, junto a maquillaje y peluquería, a los apartados "feminizados". El calificativo es debido a la alta ocupación que suponen las mujeres, cerca de un 90%, en contraposición a otro tipo de direcciones como las de fotografía o producción que se reducen drásticamente alrededor del 30%. María Mía es contundente: "No le doy importancia". "Vivimos tiempo de sobre etiquetaje, si me permites la expresión", permitida, "al empresario que arriesga su dinero en un proyecto y al director que necesita que le ayudes a contar su historia le importa que hagas bien tu trabajo. No hay más".

La elección de Natalie Portman en la saga Thor no ha sido baladí. "El cine es un reflejo de la sociedad", indica Ramos, "en el fondo puede ser oportunista, pero es simplemente un reflejo de nuestra evolución".

Discriminación positiva

La discriminación positiva se refiere a las políticas a favorecer ciertos grupos que históricamente ha sufrido discriminación, también denominada "acción positiva". La Ley Orgánica de 2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres contempla que con "el fin de hacer efectivo el derecho constitucional de la igualdad, los Poderes Públicos adoptarán medidas específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres".

También se practicó en la actualización de la Ley de Cine del año 2007, y sigue siendo una herramienta para garantizar la igualdad de oportunidades. Sofía Ramos considera necesaria esta medida ya que "si necesitamos ese impulso no es para pasar a nadie sino para estar a la misma altura que los demás".

La experiencia de la activista y actriz canaria Carla Antonelli estima que es "buena por una cuestión de reparación histórica y de igualdad, como lo vemos con las leyes de diferentes ámbitos". Coincide María Eugenia, "creo que nos guste o no nos guste es necesaria porque no existe la igualdad de género. Esto lo noté rápidamente una vez comencé la vida laboral", sentencia, "es fundamental para visualizar a más mujeres dentro del mundo de la composición".

En referencia a la puntuación de los concursos públicos, Mercedes Afonso advierte que "no son 20 o 25 puntos sino dos o tres, no es algo del otro mundo", además, "no es una cuestión discriminatoria hacia los hombres. Hay que potenciar de alguna manera el sector femenino para que llegue a contar estas historias ya que no es que a las mujeres no nos gusta dirigir".

Su experiencia personal de la conciliación de su vida familiar y profesional supuso "en momentos circunstanciales que por mi vida personal, en relación a mis hijos, he tenido que parar mi actividad completamente".

Sofía Ramos no descarta seguir indagando en el metraje de las películas que muestren el trabajo de las profesionales canarias al resto del mundo.