Un pequeño lote, de 1,4 kilos, de carne procesada de la marca La Mechá, involucrada en una alerta nacional de contaminación por listeriosis, se distribuyó el pasado julio en el sur de Tenerife. Las personas que compraron el alimento eran responsables de una cafetería ubicada en el municipio de Adeje, pero como confirmó la Dirección General de Salud Pública, adscrita a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ni fue suministrada a sus clientes, ni consumida por las personas que adquirieron esta pequeña porción de carne.

Por tanto, el riesgo de que dicha enfermedad se propague en las Islas tal y como ha ocurrido en la comunidad andaluza (que se encuentra en alerta de la red de vigilancia alimentaria desde el pasado viernes), es muy bajo, cuando no, inexistente. Las alertas saltaron a raíz de un comunicado de la Agencia Española Seguridad alimentaria y Nutrición (Aesan) que, en un informe publicado ayer, afirmaba que se había distribuido "un pequeño lote en dos localidades de Ciudad Real y Tenerife".

Se trata de un lote que tenía que haberse comercializado en Cataluña pero que, a raíz de la alerta emitida en relación a un brote de intoxicación alimentaria provocado por Listeria monocytogenes, se redistribuyó. Esta nueva distribución se trasladó el pasado lunes a las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI).

Esta pequeña cantidad de carne mechada afectada -menos de un kilo y medio- llegó a Canarias el 10 de julio de 2019. La fecha de caducidad de dicho lote estaba apunto de vencerse en las próximas semanas, ya que empezó a distribuirse en mayo y se caduca a los tres meses después de su elaboración. Durante la mañana de ayer, los técnicos del Área de Salud de Tenerife se trasladaron al establecimiento para corroborar en qué estado se encontraba la carne. Finalmente dictaminaron que ni lo habían suministrado a sus clientes, ni lo habían consumido.

En todo caso, el servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública no ha registrado hasta el momento casos de personas afectadas por listeria relacionados con el consumo de este producto específico. "En Canarias podemos estar tranquilos", afirmó el director general de Salud Pública, José Juan Alemán. Y es que, la bacteria de la listeria solo se trasmite al consumir un producto infectado por ella. Por tanto, y al no haber sido consumido, el brote que afecta a otras comunidades no tendrá recorrido en las islas.

Mayores de 65 años

Aunque la listeria no es una infección frecuente, sí tiene consecuencias graves. La población más vulnerable a la intoxicación son los mayores de 65, los recién nacidos y las embarazadas; y el cuadro clínico es el mismo que el de una gripe común: fiebre alta, dolor de cabeza y convulsiones. El tratamiento está protocolizado desde hace años. Durante el 2018, según Salud Pública, se notificaron 14 casos de intoxicación; mientras que este año ya se han registrado ocho: cinco en Gran Canaria, uno en Lanzarote y dos en Tenerife.

A nivel nacional, una anciana de 90 años se convirtió ayer en la primera víctima mortal del brote de listeriosis que se confirmó el 15 de agosto en Andalucía, donde siguen hospitalizadas 35 personas, y del que además se han notificado otros dos posibles casos en Cataluña por la ingesta de carne afectada, que también llegó en pequeñas cantidades a Tenerife y a Segovia.

José Miguel Cisneros, director de la unidad de infecciosos del hospital Virgen del Rocío de Sevilla y portavoz de la Junta de Andalucía para esta "crisis sanitaria", como la ha definido, ha explicado a la prensa que la anciana ingresó el 15 de agosto en este centro en un estado de salud "deteriorado", tras comer carne mechada de la marca La Mechá, origen de este brote.

El número de contagiados por listeria confirmados en Andalucía ascendía a 114 según último dato oficial facilitado, 34 más que el lunes, aunque los hospitalizados se han reducido en tres, hasta los 53, de los que 18 son embarazadas y otros dos bebés recién nacidos. La mayoría de los ingresados -35 enfermos- lo están en hospitales de Sevilla, otros siete en centros de Huelva, seis más en Málaga y los cinco restantes, en Cádiz.