El cambio climático podría aumentar la aparición de fenómenos tropicales en el Archipiélago. Así lo pone de manifiesto Juan Jesús González, un investigador grancanario que pertenece al Instituto de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Castilla- La Mancha, y que estudia los efectos de esta variación en el Océano Atlántico. Si bien es cierto, que advierte que aún no existe evidencia suficiente que permita prever la evolución.

Cabe resaltar que en esta investigación participan científicos de la institución educativa a la que pertenece el canario, en colaboración con investigadores de la universidad estadounidense de Princeton y del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos del citado país americano. "El cambio climático podría incrementar la aparición de tormentas tropicales como Delta o Leslie. No obstante, nos encontramos realizando cálculos y analizando datos que nos puedan dar más pistas . Por eso, todavía no es posible ofrecer conclusiones exactas", indica .

Del Atlántico, además de su inmensidad, destaca la existencia de corrientes que tienen la capacidad de transportar calor de unas zonas a otras. Una realidad que dificulta en gran medida los estudios científicos relacionados con el calentamiento global. "Debido a sus características, es muy complicado saber a ciencia cierta lo que puede suceder. Sin embargo, en el caso concreto de las Islas, y por lo que indican las hipótesis generales, el clima del Archipiélago podría parecerse cada vez más al de Cabo Verde", apostilla el profesional del Instituto de Ciencias Medioambientales.

Hallazgos

Hallazgos

Asimismo, otro estudio desarrollado por la misma agrupación alertó recientemente de la aparición de violentos huracanes en el Mediterráneo a finales del presente siglo, que irrumpirán fundamentalmente en la estación otoñal. "Ciertas borrascas podrían transformarse en ciclones tropicales con características muy similares a los huracanes propios del Caribe. En términos de intensidad, se asemejarán cada vez más a los huracanes de categoría 1, o incluso, podrían alcanzar la categoría 2", anota el especialista en física de la atmósfera. No obstante, estos fenómenos -conocidos como Medicanes- serían menos frecuentes, pero más intensos, como consecuencia de la alteración climática. "Las lluvias serían más fuertes, causarían más daños, y por tanto, un mayor impacto en la sociedad", dice el físico.

DANA

DANA

Por lo que respecta a la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) -o gota fría- que se ha trasladado al sur del Mediterráneo y que ha ocasiado pérdidas humanas e importantes daños, el investigador aprecia que se trata de una situación "anómala". Una afirmación que sostiene al poner en valor las devastadoras precipitaciones que está dejando en el territorio.

"Las aguas del Mar Mediterráneo son cada vez más cálidas, lo que favorece que estos episodios sean más extremos. No se puede decir que el cambio climático sea el responsable de la intensidad, pero si analizamos la torrencialidad de las lluvias, es probable que haya contribuido", señala.

Según aclara el científico, las Danas se caracterizan por intensas tormentas que dejan precipitaciones persistentes. "La relación entre tormenta y DANA es una realidad, pero lo que ha sucedido ahora es una clara señal de que está aumentando la temperatura del Mediterráneo", insiste González. De hecho, este incremento ya ha demostrado guardar un vínculo muy estrecho con el la variación climática. "Si el agua está más caliente, aumenta el potencial de las lluvias. Hay que tener en cuenta que el agua se evapora, por lo que las nubes tienen más capacidad para dar el paso a las precipitaciones", expresa.

En base a las palabras de González, los efectos del cambio climático "avanzan cada vez más rápido". Por esta razón, es importante emprender acciones que contribuyan a frenar su evolución. "Es conveniente emitir menos gases invernadero - por sus graves consecuencias en la atmósfera-, y a nivel estatal, apostar por leyes que velen por el bienestar del planeta", dice el científico grancanario".

El uso del transporte público es otra de las acciones que el especialista en física de la atmófera tacha de "fundamental" para reducir los niveles de contaminación, además de llevar a cabo actividades que favorezcan el ahorro de energía. "Es muy importante reducir el consumo energético. Para eso, hace falta crear una mayor conciencia social", sentencia.