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Una app canaria quiere brillar en el mundo

El joven Giovanni Cabrera ha diseñado un servicio para el móvil que facilita hacer fotografías con la técnica del 'Lightpainting' para acercarla a la gente

El joven Giovanni Cabrera trabaja en un equipo informático en un laboratorio de la ULPGC. quique curbelo

"La idea es sacar los prototipos del laboratorio y llevarlos a la vida real". El joven grancanario Giovanni Cabrera lo tiene claro: de nada sirve pasarse horas y horas investigando si luego el resultado de ese esfuerzo no se traslada a la cotidianidad de las personas. Este informático graduado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) se encuentra cumpliendo un sueño con solo 22 años, trabajando en lo que por ahora es un mero proyecto para convertirlo en un referente internacional de su sector. El planteamiento es simple, que la gente de a pie tenga facilidades a la hora de sacar instantáneas con figuras de luz. Lo complicado es recorrer la senda que le lleve a esa meta.

Todo comenzó una tarde de hace varios años cuando, observando fotografías en Internet, encontró una de Eric Paré, un especialista de la técnica del Lightpainting, una técnica de fotografía que consiste en dibujar formas con luz directamente delante de la cámara, disparando con velocidades bajas del obturador. "De repente, vi una (imagen) que era una chica en un desierto de noche, que se veían todas las estrellas, y tenía detrás un círculo de luz, y eso me marcó", recuerda. Ese día fue plantada en su interior una semilla que está a punto de florecer, pero que germinó en 2017, su último año de carrera y momento en el que decidió que su Trabajo Fin de Grado (TFG) tendría que ver con esta forma artística.

Simule que se encuentra ante una especie de televisor. La pantalla es un trípode en cuya punta hay un motor que hace mover un tubo de leds. Su teléfono móvil tiene instalada una aplicación que controla el movimiento de ese motor y el color de las luces que desprende la luminaria, como si fuera un mando a distancia. Finalmente, tiene una cámara fotográfica apuntando al tubo de leds que capta la imagen con el haz de luz en movimiento como si fuera un DVD. El resultado son instantáneas casi mágicas, "obras de arte" en palabras de Cabrera. Ese es el mecanismo que hay detrás de la idea de este informático, que ya ha sido premiada a nivel insular por el programa 'Explorer' para jóvenes emprendedores del Banco Santander en la categoría de Tecnología Disruptiva.

Ello le ha permitido representar a la Isla a nivel nacional y en octubre se conocerá el veredicto final, aunque lo más importante para Cabrera ha sido "conocer gente, porque en un futuro podríamos ayudarnos mutuamente". Con esa intención, fue a Portugal, a un congreso en el que participaron todos los miembros del programa Explorer para conocerse entre ellos y establecer relaciones, lo que ahora se conoce como networking, y que, según el informático se antoja "indispensable" para poder sacar adelante cualquier proyecto emprendedor. Y lo mismo hará este mes de octubre en Berlín, en una convención mundial sobre el Lightpainting en el que participarán algunos de los principales nombres que sobresalen actualmente en esta técnica.

Si bien admite no "haber descubierto la rueda", el informático sí aspira a incluir dos mejoras en lo que se conoce hasta ahora. Por un lado, automatizar la forma de hacer círculos concéntricos utilizando esta técnica fotográfica, "una de las figuras que más se hacen". Con ello, consigue que el fotógrafo no tenga que hacer manualmente la circunferencia ya que la hace un motor. Por otro lado, ha diseñado una app móvil desde la que se pueda elegir la imagen o el diseño que se quiere hacer y tener todo el control desde el propio dispositivo. "Al final todo es a gusto del fotógrafo, pero puedes darle esa versatilidad, esas posibilidades para que su creatividad tenga cuantos menos límites mejor", explica. Todo con el objetivo final de que a la gente de a pie, los amateur, puedan acercarse a una técnica algo compleja que requiere muchas horas de práctica para perfeccionarla.

Sobre lo difícil que le ha resultado llegar hasta donde se encuentra -pero sobre todo para poder avanzar en su carrera-, Cabrera tiene claro que lo peor es el riesgo al que se enfrenta alguien que decide emprender en cualquier ámbito. "Son pocos los que llegan y no depende solo de la idea, también de ti, de echarle ganas y tener suerte, evidentemente, tener un buen equipo detrás y aprovechar las oportunidades que tienes", enumera mientras juguetea con uno de los tubos de leds que usó durante su etapa universitaria para desarrollar su proyecto. Pero por encima de todo ello, destaca "el ecosistema" que empuja a quien se sube a este carro, y que en el caso español está muy por debajo de Estados Unidos, por poner un ejemplo.

Sobre todos los proyectos que se presentaron al programa Explorer, el joven asegura que había muchos "que eran bastante buenos en mi opinión", y que eso demuestra el músculo que hay en la región. "La investigación se queda en el laboratorio, por lo que es bueno que salga gente así, que sea capaz de sacar cosas interesantes al mercado porque eso mejora la visibilidad y la economía, es bueno para todos", concluye.

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