Los psicólogos defienden la necesidad de contar con personal especializado en psicología de emergencias para atender a las víctimas de accidentes y catástrofes. Lo cierto es que los servicios que se deben realizar van más allá de la propia intervención en los episodios, llegando a abarcar incluso el estudio y análisis de las conductas de los afectados ante estas situaciones. "La Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil, en su artículo 16, contempla la atención psicológica como una de las respuestas inmediatas a las emergencias. Por eso, es importante que el perfil y las funciones del profesional estén bien delimitadas", apostilla Maite Pérez, integrante del grupo de intervención psicológica en desastres y emergencias del Colegio Oficial de Psicología de Las Palmas y graduada en Seguridad y Control de Riesgos.
En base al criterio de Pérez, "no todos los psicólogos se sienten preparados para actuar en estos contextos de especial vulnerabilidad que, por sus características, implican mucha presión". Así, con el fin de regular las intervenciones en emergencias, los colegios oficiales de psicología del territorio nacional cuentan con grupos que, en la mayoría de los casos, "son activados por el organismo de Protección Civil de la propia autonomía, tras haber suscrito previamente un acuerdo de colaboración".
Objetivo
Siguiendo esta línea, el principal objetivo que deben perseguir los especialistas de esta rama profesional pasa por regular las crisis emocionales y psicológicas de las víctimas, tanto a nivel individual como grupal, para así evitar el denominado "efecto contagio". Un hecho que puede ser desencadenado por acciones tan simples como la rumorología. "En un primer momento, las personas se encuentran desestabilizadas emocionalmente,y en muchos casos, en estado de shock. Para que los individuos comiencen a procesar sus emociones de forma correcta, nuestra intervención debe ser rápida y cercana", argumenta la experta.
Todas estas actuaciones están claramente destinadas a evitar que se produzcan alteraciones emocionales "graves" -como el trastorno del estrés postraumático- que acarrean importantes consecuencias en la vida de los individuos. "El psicólogo de emergencias va a actuar tanto durante como después del suceso. Una vez pasado el incidente, además de llevar a cabo el seguimiento de los grupos de intervención, es preciso elaborar documentos técnicos en los que se evalúen las experiencias y se planteen estrategias para la rehabilitación de las víctimas", anota la psicóloga grancanaria.
No obstante, pone de relieve que otros profesionales ajenos al ámbito de la salud mental y cuya labor es también muy destacada en esta clase de sucesos -policías y bomberos, por ejemplo- pueden brindar los primeros auxilios psicológicos a las víctimas, siempre y cuando hayan recibido una formación previa. "Es esencial aliviar el sufrimiento, tanto de las víctimas de primer grado -afectados directos-, como de las de segundo grado - familiares-. A veces, el psicólogo no puede desplazarse al lugar de la emergencia de forma inmediata y es importante que los afectados reciban apoyo hasta que llegue nuestra atención", enfatiza la profesional.
Pero eso no es todo. De hecho, otra de los cometidos que deben asumir estos psicólogos se centra, precisamente, en ofrecer respaldo al personal de emergencias. "A estos grupos profesionales se les atribuyen características de invulnerabilidad al sufrimiento, lo que les obliga a ocultar cualquier síntoma catalogado de debilidad", valora Maite Pérez. "El colectivo es consciente de una serie de estrategias de afrontamiento específica", prosigue, "pero puede verse desbordado en diferentes situaciones y convertirse en una víctima más. Esto ocurre, fundamentalmente, por la confluencia de factores como la sobrecarga laboral, la implicación del interviniente con los afectados, haber experimentado fracasos en anteriores ocasiones o por la excesiva responsabilidad", valora la especialista.
Las labores de planificación son otras de las funciones que corren a cargo de los psicólogos especializados en situaciones de emergencia. Esta actividad contempla la gestión de la información para ayudar a decidir qué y cómo se va a comunicar y quiénes serán los destinatarios de esos mensajes. "En una emergencia, la información es sumamente importante. El especialista debe ayudar a entender el contexto de la situación y facilitar en todo momento las labores de comunicación pública", señala la experta. Para después subrayar que, "un mensaje mal enviado puede causar un fuerte impacto a las víctimas".
