Canarias es la única comunidad autónoma donde han crecido los niveles de pobreza, alcanzando a un 29% de la población. Asó lo refleja el informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en Canarias, que analiza las consecuencias de la crisis en la poscrisis, presentado hoy en la Casa de la Iglesia, en la capital grancanaria en un acto presidido por el coordinador del informe, Guillermo Fernández; el Obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor Francisco Cases; el Obispo de la Diócesis de Tenerife, Monseñor Bernardo Álvarez y los directores de las Cáritas Diocesanas de Canarias y Tenerife, Gonzalo Marrero y Juan Rognoni, respectivamente.

Se trata del informe autonómico que la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) lleva a cabo cada cinco años sobre la realidad de exclusión y vulnerabilidad social en España. "Es un relato del momento de incertidumbre en el que nos encontramos y una mirada a nuestra cohesión social para analizar cómo vivimos y reaccionamos ante la gran recesión, cómo estamos enfocando la salida y cuáles son las consecuencias de la crisis en la poscrisis en Canarias", señaló Guillermo Fernández.

La primera conclusión del informe es que la exclusión social se enquista en Canarias, con más de 617.000 personas en esta situación, un 29% de la población canaria. "Es lo que denominamos la población estancada, un grupo de personas para el que el ascensor de la movilidad social no funciona y no es capaz de subir siquiera a la primera planta", indicó el coordinador del estudio d ella Fundación Foessa. "Canarias es la única comunidad autónoma donde los niveles de exclusión han crecido en los últimos cinco años, pasando del 28,6% al 29% desde 2013 a 2018.

Dentro de esta situación existe un grupo "especialmente vulnerable", 334.000 personas en situación de exclusión social severa, "que acumulan tantos problemas en la vida diaria que les impide tener un proyecto vital mínimamente estructurado". Este colectivo ha pasado de representar un 10,7% de la población canaria en el año 2013 a un 15,7% en el año 2018, porcentaje muy superior a la del conjunto de España y el resto de las comunidades autónomas. "Son el grupo sobre el que se ceba la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas. La vivienda insegura e inadecuada, el desempleo persistente, la precariedad laboral extrema y su invisibilidad para los partidos políticos, son algunas de las características".