ANPE Canarias propone a la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes una reforma estructural de la Formación Profesional (FP) Básica para establecer dos modelos diferenciados: uno para retomar los estudios de grado medio y otro para mejorar la inserción sociolaboral. La iniciativa es fruto de la reunión celebrada hace unos días entre el sindicato mayoritario en la enseñanza pública no universitaria de las Islas y el equipo de la Dirección General de Formación Profesional y Educación para Adultos. Un hecho que surge, según ANPE, ante la necesidad de articular otro enfoque metodológico para estas enseñanzas, de forma que funcionen como una vía de retorno a la enseñanza obligatoria, y de aumentar el personal docente.

La FP Básica contempla una duración de dos cursos lectivos y está destinada a jóvenes que no finalizaron la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y están en riesgo de no obtener la cualificación mínima para desarrollar una profesión en el futuro. ANPE, en base al argumento de su presidente, Pedro Crespo, considera fundamental, dada la diversidad del alumnado, la incorporación de profesorado de apoyo y, sobre todo, la diferenciación de esos dos modelos anteriormente apuntados.

Formación

Lo cierto es que el profesorado necesita un incremento de la formación específica para dotarse de más herramientas y mejores estrategias, que deben ir acompañadas por "una disminución más acentuada de la ratio de alumnos", advierte Crespo. Estas demandas están, en opinión del sindicalista, "más que justificadas". Asimismo, cabe resaltar que Canarias figura entre las comunidades que menos porcentaje de alumnado obtiene el graduado en Secundaria.

Según el informe Datos y Cifras, publicado por el Ministerio de Educación,el curso Escolar 2018-2019, la tasa bruta de población que finaliza ESO era del 72,1%. Solo Baleares, La Rioja, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana, además de las dos ciudades autónomas, obtuvieron peores registros.