Unas cuatro mujeres de las doce presuntamente asesinadas por su pareja o expareja entre 2016 y 2018 había presentado denuncia contra su agresor, lo que supone el 33,3%. Este porcentaje es ligeramente superior al del conjunto de España, donde el 30,5% de las 151 mujeres fallecidas había presentado denuncia, según un estudio correspondiente a este trienio realizado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género

De acuerdo a los datos recogidos por la institución a partir de procedimientos judiciales, el número de mujeres asesinadas por violencia de género durante los años 2016, 2017 y 2018 fue de 151, un 11,2% menos que en el anterior trienio, en el que fueron 169.

Del total de las 155 víctimas mortales, 46 habían presentado denuncia previa contra su agresor. Esto quiere decir que casi una de cada tres acudió a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para denunciar su situación de maltrato, frente a la mayoría que no presentó denuncia.

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha expresado una vez más su preocupación ante estas cifras, aunque ha destacado que el porcentaje de mujeres asesinadas que habían denunciado previamente aumentó en tres puntos respecto al promedio de los últimos 10 años.

De acuerdo a los datos recopilados y analizados por el organismo, las mujeres que habían presentado denuncia previa tenían una edad media de 38,3 años, mientras que en el trienio anterior fue de 41,7 años. Por tramos de edad, la mayor tasa de denuncias (47%) se dio entre las que tenían entre 16 y 25 años. Además, el porcentaje de mujeres que habían denunciado fue superior entre las extranjeras (el 31,5%) que entre las de nacionalidad española (el 29,9%). Asimismo, casi la mitad de las que denunciaron (47,8) vivía con su agresor.

El silencio

El Observatorio señala que el silencio de la víctima es un "factor de riesgo para la vida de las mujeres maltratadas". "Las víctimas de la violencia machista viven atenazadas por el pánico, que les impide denunciar por temor a represalias", lamenta.

En este sentido, destaca que la denuncia es el paso previo necesario que permite a las distintas administraciones iniciar los trámites para la concesión de ayudas, adopción de medidas de protección e investigación de los hechos que pueda concluir con la condena al agresor.

Asimismo, hace un llamamiento a la sociedad, pues la contribución de los familiares de las víctimas o de terceras personas puede llegar a ser "decisiva". En esta línea, ve "preocupante" que el entorno de la víctima sólo presentase entre el 5% y el 7% del total de denuncias.

La media de edad de las víctimas fue de 43,5 años, muy similar al promedio registrado en periodos anteriores. Es decir, cerca de la mitad de las mujeres asesinadas se sitúan entre los 26 y los 45 años. Además, según los datos del Observatorio, a causa de la violencia machista, 102 menores de edad quedaron huérfanos entre 2016 y 2018 por haber perdido a sus madres. El 43% de las víctimas tenía hijos menores de edad en común con el agresor o bien fruto de una relación anterior.